Por José Jiménez.-
Organizaciones de sociedad civil en Guatemala han denunciado que las personas con VIH han tenido dificultades para acceder a la vacuna contra el covid-19, debido a que no está siendo administrada en las Unidades de Atención Integral de los hospitales en donde habitualmente se atiende a personas con VIH, lo que genera problemas de maltrato, pérdida de la confidencialidad del diagnóstico y otros problemas vinculados al estigma y discriminación.
Gabriela Dávila, directora ejecutiva de la Asociación Gente Positiva, que trabaja en prevención de VIH, con personas afectadas directa o indirectamente por el virus, como en promoción de los derechos humanos, indicó que, según el protocolo de atención, todas las Unidades de Atención Integral (UAI) del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), deben estar abastecidas con las vacunas para poder completar el esquema a nivel nacional.
Sin embargo, mencionó que solo dos hospitales, el Roosevelt y el San Juan de Dios, de la Región Metropolitana, han vacunado en sus recintos a las personas con VIH, por ser de la ciudad capital. Agregó que los departamentos más lejanos son los que están enfrentando la mayor crisis para vacunar, porque no están abastecidos de vacunas. Dijo que algunos han tenido la primera dosis, pero la segunda dosis ya no la tienen, por ejemplo, el Hospital de Cobán, del departamento de Alta Verapaz de la Región Norte.
Asimismo, dijo que debido a la falta de información y a los mitos sobre la vacunación hay pacientes que han reportado malos tratos, por lo que algunos prefieren no vacunarse y no ir a exponerse a una mala atención.
Por su parte, Dee Smith, directora general del Hospicio Santa María / Proyecto Vida, institución de prevención y atención en VIH y cuidados paliativos a personas con VIH, del departamento de San Marcos, al Sur Occidente del país, declaró que el Ministerio de Salud Pública no ha mostrado la capacidad de manejar la pandemia de covid-19 de forma integral, ya que no ha facilitado la información de covid-19 y su vital importancia con otras precondiciones como: diabetes, tuberculosis, VIH y malaria.
Indicó, además, que, en Malacatán, San Marcos, se instaló un puesto de vacunación en su clínica, pero que, después de tres días, lo retiraron por poco interés de las personas para vacunarse o por temor a la pérdida de la confidencialidad del diagnóstico, exposición a estigma y discriminación o la falta de recursos económicos para su movilización hacia el lugar de vacunación.
La activista Dávila sostuvo que “esta pandemia nos regresó a los inicios de los años 80 en cuanto al temor de infectarse no sólo de covid-19 sino también de VIH, incluso hubo funerarias en el área metropolitana, en 2020, que se enteraron que la persona vivía con VIH y falleció de covid-19, entonces ofrecían la doble caja (una de metal y la otra de madera) para sepultar a la persona, aduciendo que la condición médica del fallecido era crítica”. También, dijo que, “en algunos departamentos del país, creían que la persona al toser, iba a poder infectar no sólo de covid-19 sino también de VIH y todo esto pasa por la falta de información o desinformación”.
Por otra parte, un activista que prefirió mantener su identidad bajo reserva, informó a Corresponsales Clave que “el estigma y discriminación asociado a VIH es un problema que no se ha logrado erradicar, sin embargo, es importante resaltar que el covid-19 por sí sólo generó un tipo de estigma muy diferente y más generalizado; ha sido muy diferente el estar cerca de una persona con VIH a una persona con covid-19, y fue un tema que afectó no solo a la población general, sino que (…) (también a) la primera línea de atención en salud”.
Dávila insistió en que el “sistema falla en cuanto al derecho a su atención en salud, porque ha discriminado a personas con VIH”. En esa línea, citó el Decreto 27-2000 que es la Ley de la Promoción, Protección y Defensa de los Derechos Humanos ante el VIH/SIDA, respecto a “asegurar el respeto a la integridad física y psíquica de estas personas”, lo que, a su entender, incluye el acceso a la vacuna contra el covid-19.
Esta situación, revela que las personas que viven con VIH del interior de Guatemala, para el cuidado de su salud, deben enfrentar no sólo las grandes distancias y falta de recursos económicos para vacunarse contra el covid, sino también deben enfrentar el estigma y discriminación de la población que por la falta de información e ignorancia aún hay personas que piensan que el VIH se transmite por estornudos, por lo cual se enfrentan a una doble discriminación.
*Este artículo se desarrolló como parte del Curso de Corresponsales Clave 2021
Guatemala 
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