Fueron confirmados cien casos de coinfección de tuberculosis (TB) y covid-19 en Chile. Se trata, en su mayoría, de hombres entre los 15 y 74 años. De este total reportado, siete fallecieron. Las zonas del país en que se han concentrado los diagnósticos han sido las regiones Metropolitana y de Valparaíso, en la zona central del territorio, y en la región de Tarapacá, en el extremo norte.
Así lo dijo la tecnóloga médica Fabiola Arias, jefa de la sección de micobacterias del Instituto de Salud Pública (ISP) del Ministerio de Salud, el 22 de octubre, en la tercera sesión del Primer foro virtual internacional de Tuberculosis, organizado por la Red multidisciplinaria de investigación de TB de México, cuya presentación está registrada un vídeo publicado en Facebook y en YouTube.
Acotó que la red de laboratorios de Chile realiza, anualmente, un promedio de 350 mil baciloscopías y que, hasta octubre de 2020, se llevaban 68 mil muestras procesadas.
Las zonas del país en donde más disminuyeron los casos confirmados de TB, siempre respecto al mismo periodo del 2019, fueron en las jurisdicciones de los servicios de salud de Magallanes, en el extremo sur, con un 61,5 por ciento, como también de Chiloé, 58,3 por ciento, y de Araucanía Norte, 50 por ciento, estos dos últimos en el Wallmapu o territorio mapuche.
Si bien Arias enfatizó que el Ministerio de Salud instruyó, a través de documentos oficiales, a todos los servicios de salud del país, mantener la pesquisa intramural en los centros de atención primaria durante esta contingencia de covid-19, esta disminución en el testeo, aseguró, se ha debido a que los equipos de dichos establecimientos han estado dedicados a la respuesta al coronavirus y a que las personas usuarias no acuden a estos centros por temor al contagio.
Dijo que las recomendaciones del Ministerio de Salud para la atención de las personas con TB en los centros de salud familiar (CESFAM), centros comunitarios de salud familiar (CECOSF) y postas de salud rural son: Mantener el tratamiento supervisado, en lo posible a domicilio, priorizando a las personas de 60 y más años o con comorbilidades o inmunodeprimidas. Si estas visitas domiciliarias no fueran posibles, afirmó que los equipos deben citar a estos usuarios en horarios de poca afluencia de público, darles una atención expedita y hacer rescates telefónicos en casos de ausencias.
Tal como consignó Corresponsales Clave en una nota anterior, estas medidas están al arbitrio de los alcaldes de las comunas que administran la atención primaria de salud en Chile, pero según cifras no oficiales, el 60 por ciento de los establecimientos estaría entregando el tratamiento en los hogares.
Arias opinó que la caída del testo y del diagnóstico va a significar que las personas con TB, no detectadas a tiempo, vayan a consultar en las urgencias de los hospitales en estados agudos de la enfermedad, para posiblemente ser internados en las unidades de pacientes críticos, con una mayor posibilidad de un desenlace fatal.
Por lo mismo, anunció una serie de medidas, desde el Ministerio de Salud, para hacer frente a este escenario. El más relevante será un cambio en la forma de hacer la pesquisa, a contar de enero de 2021, con un trabajo focalizado en poblaciones clave y con el uso de las pruebas de biología molecular como primera técnica que se aplique a todas las muestras que lleguen a los laboratorios, para dar una respuesta más oportuna para el inicio de tratamiento y para el estudio de contactos de la personas con TB.
Respecto a la situación de la tuberculosis en Chile, en los últimos años, la profesional informó que una situación preocupante es la tasa de letalidad que llega al 11 por ciento de todos los casos nuevos. Afirmó que, en el país, muere un promedio de 200 personas por esta causa al año. En efecto, el último informe regional de TB de la Organización Panamericana de la Salud, con datos al 2018, colocó a Chile en el tercer lugar de letalidad en América Latina y el Caribe, después de Guyana y Jamaica.
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