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Chile: Nueva norma técnica de tuberculosis en deuda con las comunidades

Con motivo del Día Mundial de la respuesta a la Tuberculosis (TB), Corresponsales Clave conversó con la médica Olivia Horna, socia de la Alianza de TB de las Américas y académica de la escuela de salud pública de la Universidad de Chile, para analizar la nueva norma técnica del Ministerio de Salud para el diagnóstico, tratamiento y control de esta enfermedad que, a juicio de la experta, quedó al debe con las comunidades en su proceso de elaboración y en la completa ausencia de mecanismos de inclusión de la sociedad civil en el reglamento.

Esta norma fue anunciada con bombos y platillos por el ministerio en febrero de este año. La ex subsecretaria de salud pública, María Teresa Valenzuela, (en marzo hubo cambio de Gobierno) manifestó que el documento “ha consolidado recomendaciones con alto nivel de evidencia científica del ámbito nacional e internacional, para retomar el camino hacia la eliminación de la tuberculosis como problema de salud pública”.

Olivia Horna, médica y socia de la Alianza de TB de las Américas en Chile (imagen: uchile.cl)

Sin embargo, Horna, junto con reconocer que hay avances sustantivos, declaró que hay grandes debilidades.

COMUNIDADES AUSENTES

Corresponsales Clave: ¿Qué te parece que esta norma haya sido desarrollada solo por equipos técnicos del ministerio y con algunas comisiones asesoras y que no haya participado la sociedad civil?

Olivia Horna: Me parece una tremenda debilidad, porque si no incorporas, al menos, a grupos de pacientes, la sociedad civil es importante, pero los grupos de pacientes que han experimentado la enfermedad, que conocen cuál ha sido la forma de tratamiento, todos los aspectos vividos con los efectos adversos, con las resistencias, con todo el proceso que implica enfermarse de TB, el contexto social, laboral y familiar, eso se ha quedado al debe.

CC: ¿Qué te parece que en la misma norma técnica no haya ningún espacio para que las organizaciones o los voluntarios puedan apoyar a los equipos de TB de atención primaria (APS)?

OH: Es algo que también me llamó la atención. La parte más operativa no sufrió muchos cambios y eso hay que fortalecer. Me parece una deuda importante. El equipo de atención primaria es la primea línea que debemos reforzar. No se menciona a la comunidad. La persona que tiene TB necesita el apoyo comunitario para resolver sus problemas más allá de la enfermedad.

CC: Pensando en las poblaciones indígenas y migrantes, ¿qué opinas que la norma incluya como única innovación incluir en el equipo de APS al facilitador intercultural o al mediador lingüístico? ¿Es suficiente?

OH: No, por supuesto. El verdadero mediador no solo es un traductor sino es alguien que te acompaña en el proceso, que te ayuda con otros aspectos involucrados en el proceso de (la) enfermedad, la parte social. Aquí hay una debilidad importante y que no se hace cargo todavía el Gobierno en Chile. No hay ningún párrafo que detalle esos aspectos. Hay que empezar por las partes operativas: la búsqueda de contactos, el apoyo de las organizaciones civiles en la búsqueda y acompañamiento de los casos. Si dejamos esto de lado, un médico da el tratamiento viendo a la persona cada 15 días o cada mes, eso no va a resolver los aspectos que involucran todo el proceso de una enfermedad como la tuberculosis que tiene un componente social importantísimo.

HAY AVANCES, PERO…

La profesional comentó que, de todas formas, la nueva norma permitió reemplazar lineamientos ya desactualizados. Valoró el inicio del tratamiento a la TB latente, pero que aún falta detallar más. Si bien, dijo, se especifican los grupos: personas con VIH, personas que hayan resultado reactivas al examen de PPD (tuberculina) o de interferón y personas con infección en los últimos dos años, “falta detallar a las personas que vienen de alta prevalencia y que, dado el actual proceso migratorio en Chile, se están infectando de algún caso presente”.

Los equipos de TB en Chile trabajan sin apoyo comunitario (imagen: facebook.com/TbcChile).

También destacó la entrada en vigencia, como norma, del examen de PCR para TB, lo que va a permitir “detectar resistencias primarias a la isoniacida y a la rifampicina, eso ayudaría a ahorrar los tiempos al tratamiento y, en caso que sea una persona con tuberculosis resistente, no espere tanto tiempo para ser diagnosticada, sino tratarla rápidamente desde el inicio y esto acortaría, también, la transmisión de cepas resistentes”.

Sobre las canastas de medicamentos, para esquema primario: isoniacida, rifampicina, piorazinamida y etambutol, dijo que es el clásico y que se aumentó el número de dosis “lo cual era un reclamo que siempre había hecho”, ya que en Europa se administraban 180 dosis y en Chile, antes del cambio de norma, 80 o 90. Acotó que falta incorporar algunos fármacos nuevos en el mercado para la TB resistente, que tienen un alto costo, ya que incluye bedaquilina, linezolid, clofazimina y levofloxacino. Consultada por la ausencia de la delamanida, que solo puede ser indicada caso a caso por orden médica, respondió que, en Perú, por ejemplo, por las elevadas resistencias a los medicamentos, sí se justifica ser incluida en el esquema para TB resistente. “En Chile, si bien hay resistencias, no conozco estudios recientes que indiquen que las resistencias sean tan importantes como en el caso de Perú”, opinó.

Respecto a los estudios de contactos, dijo que se señalan los contactos extra domiciliarios, entre ellos, los laborales, “que siempre ha sido algo que había reclamado, pero los de ocio todavía no se mencionan. Nos falta avanzar en esa búsqueda. Creo que debemos aprovechar lo aprendido con el covid-19 en la búsqueda de contactos. Podemos aprovechar el sistema ya instalado”. Dijo que debería incluirse, por ejemplo, lugares como las iglesias, los gimnasios, los grupos deportivos o de baile.

País: Chile

Acerca del autor

Francisco Olivares Antezana

Periodista. | Chile.
Organización: Corresponsales Clave

Periodista chileno. Reside en Arica, ciudad en la frontera con Perú y Bolivia. Estudió periodismo en Antofagasta en la Universidad Católica del Norte. Hace una década trabaja como encargado de comunicaciones del Servicio de Salud Arica. Sus áreas de interés son la interculturalidad en salud, la comunicación intercultural, los derechos humanos, los derechos indígenas y la respuesta al VIH y a la tuberculosis (acTBista).

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