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Coalición de las Américas compartió recomendaciones para abordar la tuberculosis en personas trans

Alberto Colorado, coordinador de la Coalición de Tuberculosis (TB) de las Américas, fue claro al inicio de un webinario para abordar esta enfermedad en personas trans: «No hay estadísticas oficiales sobre el impacto de la pandemia en este colectivo, pero sí la narrativa de los dirigentes de la sociedad civil respecto a cómo las personas trans viven una falta de acceso a servicios básico, al derecho a la salud, a la dignidad y a la vida».

Por lo mismo, en un ciclo de reuniones virtuales sobre el imperativo de un abordaje diferenciado en la respuesta a la TB en poblaciones, desatendidas, ignoradas o invisibilizadas, los “acTBistas” convocaron a organizaciones de Argentina, Guatemala y Colombia para discutir el modo en que es posible prevenir, diagnosticar y tratar de forma oportuna, y desde una perspectiva de derechos humanos, a las personas trans afectadas por la TB.

Un testimonio bastante detallado fue dado por Pamela Montaño, mujer trans colombiana, dirigente de la Asociación TransMujer, quien, en el escenario del trabajo sexual a que se ven obligadas a vivir sus compañeras por la falta de oportunidades, enfatizó que “ahí conocí las barreras personales de las mujeres trans, como el desconocimiento de los riegos de infecciones de VIH y de TB en el trabajo sexual, porque siendo trabajadora sexual capté que se expone a todos los fluidos corporales del cliente (…) La experiencia que tengo no es buena porque ahí he sacado estas conclusiones”.

Montaño destalló que otras barreras que enfrentan son la negativa de acercarse a las instituciones de salud por la vulneración de derechos que sufren por parte de los equipos de salud; el desinterés por capacitarse o empoderarse “ya que el trabajo sexual hace que no tengamos tiempo para irnos a capacitar, hay que ir donde ellas están a educarlas a los hoteles y residencias donde viven”; el uso de drogas y alcohol “porque no es fácil tener en contra una sociedad, una familia y tener barreras enormes par surgir como personas”; y la necesidad de vivir en hacinamiento en zonas de tolerancia “porque el trabajo sexual se pone muy duro, tenemos que compartir con tres o cuatro compañeras una pieza y una de ellas puede enfermar y existe el riesgo de adquirir el Bacilo de Koch”, dijo la dirigente.

Desde el lado de los equipos de salud, Montaño también identificó barreras: el desconocimiento sobre la población trans, es decir, las instituciones no saben dónde están ni cómo llegar a ellas; la falta de formación en el abordaje diferencial, “es la agente comunitaria formada y capacitada la que puede ayudar a sus hermanas pares, puede responder a todas estas necesidades y sería mucho más fácil si la institución los tuviera en cuenta”; el estigma y la discriminación, “a los médicos no los están preparando, no les están enseñando que existimos seres humanos que hemos hecho un tránsito de género y que nuestras necesidades son totalmente diferentes”; y la falta de proyectos educativos en especial en las escuelas de medicina de universidades.

El abordaje diferencial de la tuberculosis en personas trans fue el eje de este encuentro virtual de los acTBistas de América Latina.

Escarleth Gutiérrez Ramos, mujer trans kiché de Guatemala, que apoya a la organización IDSO, entregó su testimonio como contexto a la respuesta a la TB. “Me quiero enfocar en un tema por ser mujer maya y trans: nos limitan muchos espacios, a oportunidades que deseamos tener pero nos cuesta obtenerla porque vivimos en un lugar muy lejano donde se puede tener el acceso. Eso es lo que nos hace quedarnos en neutro. Lo que necesitamos aquí es salud, trabajo y la hormonización porque esto último está centralizado en la ciudad capital. A nosotras nos cuesta obtener eso, por cierto no tenemos los recursos para viajar”, enfatizó.

Luisa Paz, activista trans de Argentina, dirigente histórica de la asociación de travestis, transexuales y transgénero (ATTTA), dio una mirada a los avances legislativos en su país que han sido producto del movimiento transfeminista, pero, aclaró, que es necesario que estas políticas sirvan para para prevenir y reparar los distintos tipos de discriminación, con un rol activo en la justicia social y en desmantelar el patriarcado. “Todavía se lucha contra la discriminación sigue enraizada en la sociedad y en parte del estado”, dijo.

Sergio Maulen, socio de la Coalición de TB de las Américas en Argentina, comentó que “para trabajar en TB en personas trans, la ruta desde nuestra perspectiva debería ser primero la capacitación de quienes trabajan en TB en temas de diversidad, asociarse con las organizaciones de diversidad, empezar a trabajar una agenda más amplia de diversidad que garantice los derechos humanos y la calidad de vida de las personas trans”.

Mónica Espinosa, socia de la coalición de TB en Colombia, coincidió con este punto de vista. “Cuando hablamos de determinantes estructurales de pobreza encontramos, lógicamente, relacionados con el acceso de servicio de salud y eso impacta de manera directa la esperanza de vida de las mujeres transgénero, no solo en Colombia, es mundial, y eso relacionado con prevalencias altas de VIH con TB, y que lleva a la mortalidad de las mujeres transgénero. Es así como el abordaje diferencial nos permite identificar elementos muy importantes para afectar positivamente la salud frente a eventos tan importantes como el VIH y la TB”.

País: Latinoamérica

Acerca del autor

Francisco Olivares Antezana

Periodista. | Chile.
Organización: Corresponsales Clave

Periodista chileno. Reside en Arica, ciudad en la frontera con Perú y Bolivia. Estudió periodismo en Antofagasta en la Universidad Católica del Norte. Hace una década trabaja como encargado de comunicaciones del Servicio de Salud Arica. Sus áreas de interés son la interculturalidad en salud, la comunicación intercultural, los derechos humanos, los derechos indígenas y la respuesta al VIH y a la tuberculosis (acTBista).

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