
El Dr. Gregory Dore, Jefe de investigación del programa viral de Hepatitis del Kirby Institute de la University of New South Wales, disertó hoy en la sesión «El paisaje de la evolución de la coinfección de la Hepatitis C y el VIH» en la tarde de hoy.
Afirmó que la infección por Hepatitis C se encuentra concentrada en gran parte en personas usuarias de drogas y hombres que tienen sexo con hombres (HSH), donde entre el 20 y el 30% de los HSH tienen hepatitis C, mientras que en usuarios de drogas se habla de que casi siempre tienen la enfermedad, más aún aquellos que cursan enfermedades crónicas del hígado.
Se debe trabajar en mejorar la adherencia y tolerancia a los medicamentos para que se tenga un verdadero impacto positivo en las personas afectadas. Dore explicó que: “La adherencia de una terapia antirretroviral siempre facilitará un tratamiento exitoso”, lo que en los usuarios de drogas debe tenerse en especial atención por la mezcla tóxica entre las sustancias psicoactivas y la terapia.
En la actualidad el proceso de investigación se encuentra en Fase 1, relacionada con enfermedades crónicas del hígado en tratamiento a personas con cirrosis, lo cual significa que se debe subir a otra fase. Se espera que la segunda fase ocurra desde el 2014 y años posteriores, cuando se debe cambiar a tratar la Hepatitis C como una infección primaria e involucrar a clínicas principales y especializadas en el tratamiento de esta infección.
El Dr. Dore resaltó la importancia que ha tenido Friboscan portátil en las zonas rurales. Se trata de un método no invasivo e indoloro para diagnosticar la enfermedad en el hígado a través de un ultrasonido. El Fribroscan es utilizado principalmente para medir la rigidez del tejido del hígado determinando si la medición es aceptable. Cuando una medida no es aceptable, la máquina no muestra la lectura, lo que en la práctica probablemente refleja el grado de fibrosis y por lo tanto se presenta la tendencia a cirrosis del hígado.
Se deben evaluar estrategias para la adherencia y pensar en tratamientos de prevención, removiendo las barreras de acceso con la dirección directa de los tratamientos a los pacientes, el entrenamiento de los profesionales de la salud que atienden a los pacientes y el desarrollo de sistemas de extensión de los tratamientos.
«Debería haber una reforma de los precios para que el acceso sea universal, esto mejoraría el acceso de poblaciones vulnerables y se tendría un verdadero resultado positivo», concluyó Dore.
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