Provocadores y directos, grupos de gays, lesbianas, bisexuales y trans (LGBT) conmemoraron el día mundial contra la homofobia en Guatemala, el quinto país más violento de Latinoamérica según el de índice global de paz. Vale destacar que Guatemala es el segundo país en la región centroamericana que reporta la mayor cantidad de crímenes de odio, después de Honduras.
El despliegue de la pancarta conllevaba un contenido simbólico muy importante pues fue realizado ante uno de los principales íconos de las sociedades latinoamericanas conservadoras: la catedral metropolitana. A lo largo de la historia, muchas organizaciones basadas en la fe han contribuido de manera particular a la construcción y perpetuación de prejuicios y señalamientos hacia las comunidades LGBT. La conmemoración revistió un carácter cuestionador y provocador frente a esta actitud, al invitar a las y los participantes a darse un simbólico beso frente a las puertas del recinto religioso.
Herbert Hernández, uno de los oradores del evento, declaró: “Esta actividad es una manifestación política que en medio de la Plaza Mayor y la Catedral Metropolitana se planta y reclama sus derechos ciudadanos, muchas veces disminuidos por instituciones como las iglesias, que fuera de toda lógica interfieren en la generación de política pública incluyente y progresista.”
Ya temprano en la mañana, la Organización Panamericana de Mercadeo Social (PASMO) y la Red Nacional de Diversidad Sexual y VIH de Guatemala (REDNADS) organizaron una conferencia de prensa en la que líderes de las comunidades LGBT hablaron sobre los retos actuales y venideros que afectan a sus comunidades. También se presentó la campaña “Si conoces a un homofóbico ayúdalo”, gestada por PASMO, enfatizando la homofobia como un reto social que demanda atención y acciones contundentes para su contención.
También por la mañana, personal de PASMO y de organizaciones de base comunitaria se instalaron en puntos clave del tráfico de la ciudad portando unas originales vallas con mensajes de alto a la homofobia. También hubo programas de radio que dedicaron sus espacios a discutir al aire el tema de la homofobia y su impacto en las comunidades y la sociedad.
Probablemente lo más significativo de este 17 de mayo en Guatemala sea la cantidad de acciones realizadas, que supone –además de una mayor cobertura– una mejor articulación en la respuesta desde la sociedad civil. Sin embargo, es necesario señalar también la nula apropiación del tema por parte de los actores estatales, de quienes no hubo la más mínima manifestación ni movilización. Tampoco hubo manifestación alguna por parte de las instancias involucradas en la defensa y promoción de los Derechos Humanos, lo que nos obliga a cuestionar ¿es válido defender los derechos de unos y no los de todos? Recordemos que la omisión es también otra expresión de la homofobia.
Guatemala 
La convocatoria a la actividad pública fue hecha con el nombre de «Un beso contra la homofobia»… ¿Por qué no mencionan nada en el artículo? ¿Hubo alguna reacción de parte de la iglesia? ¿Convocaron a los sectores de derechos humanos? ¿cuántas fundaciones participaron?
Felicitaciones
Hola Jose, saludos. Lo que sucede es que la actividad fue convocada por varias organizaciones de manera diferente, de hecho algunas invitaron a sus usuarios sin más información. La actividad fue impulsada principalmente por Proyecto Unidos y Asociación Lambda, aunque como mencioné anteriormente, al final hubo muchas más que apoyaron de manera diversa. Con relación a las reacciones, no hemos sabido nada aún, estaremos pendientes de ello y seguro haremos una nota al respecto.
Con relación a la actividad del beso, sí lo mencionamos: «La conmemoración revistió un carácter cuestionador y provocador frente a esta actitud, al invitar a las y los participantes a darse un simbólico beso frente a las puertas del recinto religioso».
Gracias por el comentario, ciao.