Con el lema de este año “las comunidades marcan la diferencia”, se realizó un encuentro entre las organizaciones de sociedad civil y las instituciones de gobierno representadas ante el Consejo Nacional de VIH, que sirvió de plataforma para actualizar información del país en relación con las acciones y avances para contrarrestar la pandemia.
La actividad se realizó el mismo domingo 01 de diciembre en el Centro Cultural Herediano Omar Dengo, una feria de información y prevención donde participaron instituciones públicas y ONG, donde se brindó consejería y realizó pruebas gratuitas de VIH.

Durante el evento se realizó un homenaje a la diputada Patricia Villegas y a la activista de derechos humanos, Ruth Linares, por su participación en la aprobación a la nueva Ley General de VIH.
Una ley para los nuevos tiempos
En un contexto de prevalencia concentrada y luego de 30 años de epidemia en el país, se reformó recientemente la Ley de VIH que se votó el pasado 2 de diciembre, se firmó la ley 9797 que reforma la ley General de VIH (No.7771), que databa de 1998, esta ley no es solo aplicable para las personas con VIH sino para la población general, a nivel de salud. La reforma actualiza la normativa en cuanto a tratamientos de segunda línea, atención para mujeres embarazadas y población migrante.
“Compartimos el compromiso mundial de acabar con la epidemia del VIH para el año 2030, establecido como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El país cuenta con recursos provenientes del Fondo Mundial que han permitido impulsar la prevención en poblaciones vulnerables, así como la formulación de política pública y normativa que favorece la prevención y atención integral de las personas con VIH en los servicios de salud, sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer”, señaló Alejandra Acuña, Viceministra de Salud y presidenta del Consejo Nacional de Atención Integral del VIH-SIDA (CONASIDA), durante la ceremonia.
La viceministra de Salud, en conversación con Corresponsales Clave sobre la reforma a la Ley, señaló: “En primer lugar, tal vez (debemos) destacar que la reforma a la Ley de VIH nos dejó tres elementos claves que no tiene la actual: 1) Le da un enfoque de derechos humanos hacia las personas y principalmente a las personas con VIH en la atención en servicios de salud, centros educativos y centros de trabajo, centros penitenciarios; (así también) o margue para que toda la institucionalidad responda contra el estigma y discriminación; 2) Que está permitiendo contar con acciones concretas y claras para el Estado, antes era un reglamento ahora es ley y se debe presentar informes anuales al CONASIDA; y 3) El financiamiento cada institución tiene que otorgar un respectivo presupuesto para la respuesta nacional situación que actualmente no la tenemos”.
La reforma, además de destacar los derechos fundamentales de las personas con VIH, garantiza la atención integral de la salud y a la prescripción de preservativos y tratamientos antirretrovirales por parte de la CCSS, prohíbe la discriminación de las personas o de sus familiares; ha eliminado la palabra SIDA de su fraseo y ahora usa “VIH avanzado”, establece el derecho de confidencialidad, específicamente de los patronos hacia los trabajadores, y se obliga a los servicios de salud a facilitar el acceso al condón, femenino y masculino.
La reforma a la ley es un buen avance en la región, ya que considera la salud como un factor decisivo para el bienestar de las personas y comunidades y busca el desarrollo con equidad, aunque será fundamental empoderar a las personas y a las comunidades, brindarles información sobre el VIH e involucrarlas activamente en la prevención y tratamiento, para garantizar una sociedad libre de estigma y discriminación; sin embargo, es importante resaltar que en el texto de la ley quedó vulnerado el derecho a la decisión de las mujeres sobre sus cuerpos y su derecho a la información, al crear una excepción del consentimiento de la prueba.
Un encuentro entre activistas, los convencidos
Si bien es muy importante realizar actividades orientadas a la población, causar impacto y reducir las brechas de nuevas infecciones, lo cierto es que al lugar no se hicieron presente personas a quienes tendría que llegar dicha información con prioridad, a lo mejor se debe plantear para próximas conmemoraciones de este tipo, actividades un espacios al aire libre para lograr los objetivos propuestos y, de esa manera, no se vea como un encuentro solo de activistas que se encuentran para contarse lo que ya se sabe -entre pares-, sino convencer a los que aún nos falta por convencer, aquellos que estamos dejando atrás. Es importante evaluar el impacto de nuestras actividades y animarnos a innovar en las estrategias de intervención y campañas.
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