La Tercera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe realizada en Lima, Perú trajo consigo más dudas que respuestas. Si bien se presentaron informes acerca de los avances en cuanto a Derechos Humanos de la Poblaciones Vulnerables de Latinoamérica, lamentablemente, la comunidad LGTBIQ fue -una vez más- relegada a un segundo plano, invisibilizándola incluso en las palabras de cierre de la Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, quien, por su investidura, debe ser inclusiva en todo lo que respecta a las poblaciones que sufren más violencia social.
La Conferencia se realizó del 7 al 9 de agosto de 2018 en el Centro de Convenciones de Lima, a la inauguración acudieron autoridades de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA); pero el más esperado fue el actual Presidente de la Republica del Perú, Martín Vizcarra, quien -para muchos- repitió un pequeño extracto del mensaje presidencial que diera días antes por la celebración de la independencia peruana. De acuerdo a Vizcarra habrá una lucha frontal contra la corrupción y contra la violencia hacia la mujer, en su discurso manifestó: “Tenemos claro que la violencia contra la mujer es un problema de todas y todos, por lo que necesitamos desterrar los patrones de machismo que se han sembrado en nuestra sociedad, así como proteger a las mujeres, niños, niñas, adultos mayores y personas con discapacidad”. Con este pronunciamiento, el presidente visibilizó la terrible violencia y las altas tasas de feminicidios del Perú; sin embargo, este discurso invisibilizó a otras poblaciones vulnerables como: pueblos originarios, afrodescendientes y comunidad LGTBIQ, quienes sufren gran discriminación en nuestro país.
Debido a la importancia de visibilizar las problemáticas sufridas por la comunidad LGTBIQ en Latinoamérica ante los miembros representantes de los países asistentes a esta conferencia, la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Inteserx para América Latina y el Caribe (ILGA-LAC), junto con organizaciones sociales LGBTIQ de distintos países de la región, alzaron su voz y se manifestaron mediante una declaratoria que puede ser vista aquí.

En líneas generales, las organizaciones buscan evidenciar la falta de políticas públicas dentro de los países de América Latina, donde aún existe un enorme retraso en cuanto al respeto y reconocimiento de los D.D.H.H. de la comunidad LGTBIQ. Uno de los representantes de las organizaciones miembros de ILGA-LAC, Coordinador del Grupo de Referencia de Juventudes de GayLatino, André Mere, criticó la falta de representación joven en la mesa donde se debatía la participación de la juventud:: “Mi acotación va dirigido a todo el panel, ya que el Consenso de Montevideo es importante para las juventudes, pues muestra un avance en el reconocimiento de nuestros derechos, sin embargo, estos espacios deben ser representados por jóvenes donde se toque el tema justamente dirigida a los jóvenes y sus demandas”. Así, Mere hizo un llamado de atención a que quienes vivan las realidades diversas: jóvenes, pueblos originarios o comunidad LGTBIQ, se conviertan en actores políticos y que los paneles no sean solo de “expertos”.
Ausencia de participación de las trans
En esa misma línea, es importante resaltar la falta de representatividad de la población trans dentro de las mesas donde se reunieron los distintos representantes de los países asistentes.
Esta ausencia de representación pone en evidencia la marginalización que viven las personas trans profesionales, quienes, debido a una serie de situaciones de discriminación en la escuela, la universidad y en los centros de trabajo, suelen ser arrinconadas a trabajos estigmatizados.
Para conocer por qué se da esta invisibilización por parte de organismos defensores de D.D.H.H., como la ONU y otras instituciones internacionales, conversamos con tres representantes de los países de Bolivia, México y Uruguay, quienes nos brindaron su punto de vista al respecto.
Para José Manuel Canelas, Viceministro de Planificación y Coordinación de Bolivia, el respeto de los derechos de la comunidad LGTBIQ avanza lento, mientras se coloca el tema en la palestra a nivel internacional para su debate: “Hay algunos avances, aunque es un tema complejo, entre ellos la opinión consultiva por parte de la CIDH y organismos internacionales, creo que tanto el tema de la población gay y trans casi siempre se avanza de a poco”, dijo.
Sobre la invisibilización de profesionales trans en espacios políticos y técnicos, Alejandro Zúñiga Alejo, Director General Adjunto del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), cree que “es algo cultural y que tiene que ver más con la falta de educación de los países miembro de la región, pienso que es un factor clave para ser más inclusivos, para que esta población encuentre representación en el ámbito político”.
También conversamos con Pablo Álvarez, Presidente de la Comisión Sectorial de Población y Desarrollo de Uruguay, quien fue crítico con los paradigmas que aún limitan la creación de políticas públicas para proteger los derechos de las personas trans: “No me cabe duda que aún somos rehenes de una cultura patriarcal, que apunta al reconocimiento de un conjunto de valores estáticos de lo que está bien o está mal, por lo tanto, aquellas poblaciones que no entran en el paradigma de la “normalidad” siempre son vulnerados”, dijo.
Canelas, Zúñiga y Álvarez están de acuerdo en que las personas trans aún se encuentran en un gran desafío por visibilizar nuestra identidad y profesionalismo. Es urgente que los estados Latinomericanos creen políticas más inclusivas y que permitan a profesionales trans desarrollarse con total libertad, lo que contribuiría a mejorar su calidad vida.
Los paneles deben dejar de ser solo de profesionales y técnicos y validar la vida y las experiencias de las personas más vulnerables a la violencia y más marginalizadas de la sociedad. Después de todos, son ellas las expertas en lo que les pasa día a día.
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