En Quito, diversas organizaciones de la sociedad civil que trabajan con personas trans y la Secretaría de Inclusión Social del Distrito Metropolitano de Quito realizaron un evento para conmemorar el “Día Internacional de la Visibilidad Trans” y la lucha de las comunidades por la conquista de sus derechos, una vida digna sin discriminación y sin muertes por odio.
El 31 de marzo, “Día Internacional de la Visibilidad Trans”, nos da la oportunidad de visibilizar a las personas trans y su derecho de ser y existir de manera propia.
El Círculo Transgénero Crisalys, una organización de la sociedad civil ecuatoriana que trabaja históricamente en pro de los derechos de las comunidades trans en Ecuador, lideró una labor articulada con la Secretaria de Inclusión Social del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) y otras organizaciones para realizar un evento cultural- social en conmemoración del 31 de marzo. El evento conto con presentaciones artísticas y culturales de personajes de la cultura artística trans del país y sirvió para rememorar a las personas trans, sus luchas y existencias y se llevó a cabo en el Teatro Capitol, espacio cultural, inclusivo y participativo en Quito.
La pertinente vinculación entre la sociedad civil y el DMQ en beneficio de grupos vulnerables, como las poblaciones de diversidades sexo-genéricas, que históricamente han sido reprimidas, es una excelente oportunidad para revindicar sus derechos y trabajar por los mismos, desde gobiernos locales, para así garantizar una vida digna y el acceso la salud, el trabajo y la educación, entre otros.
Desde Corresponsales clave, conversamos con algunas personas involucradas en la actividad y en las acciones para visibilizar a las personas trans.
“Considero que la situación actual de las personas trans en el Ecuador sigue siendo complicada, seguimos siendo estigmatizadas, olvidadas, pasamos a ser simplemente ese deseo sexual desechable para muchos. La sociedad cree que nuestras vidas no importan, que somos prescindibles; incluso llegan a decir que somos una abominación. Todo este sentir también forma parte del sistema político. Somos la parte de la Población LGBTIQ+ que más discriminación sentimos por el mismo hecho de romper el sistema binario y patriarcal, esa construcción social binaria que está basada en la genitalidad”, indicó Sarah Carolina Flores, activista transgénero, vicepresidenta del Círculo Transgénero Crisalys.
“Se ha podido evidenciar que en el contexto ecuatoriano prima la discriminación y violencia de poblaciones marginadas, sobre todo sexo o género diversas, por lo cual varios ámbitos de la vida individual se ven vulnerados. Así, gran parte de la población trans se encuentra invisibilizada en espacios educativos, de salud, laboral, en espacios públicos en general. Esto es una de las problemáticas que existen, la nula oportunidad como sociedad que se le da a personas trans en cuanto a acceso a servicios básicos y necesarios para todos los seres humanos, privando así a muchas personas de la educación, del trabajo, de espacios públicos, vulnerando cada uno de sus derechos y manteniendo la discriminación y marginalidad de esta población en particular”, indicó Nico Gavilánez de la Unidad de Salud Trans Tayra Evelyn Ormeño.
Por su parte, Emilio Villafuerte, Líder de la Organización Transmasculina Valientes de Corazón Ecuador. “El estado tiene una deuda histórica con la población Trans, en particular las personas transmasculinas; no tenemos estadística de absolutamente nada, la última fue en el 2012 sin tomar en cuenta que muchas personas no se definían aún como “trans”; de hecho aún carecen de información para acceder a un tratamiento de reemplazo hormonal. Esto sigue convirtiéndose en un gran desafío. El Estado debe tener una ley integral para personas Trans que repare los asesinatos a causa del odio y transfobia. Que garantice un acceso libre e integral a salud, educación y empleo. Anhelamos formar parte de las mesas de discusión para ampliar estos temas y que seamos considerados como ciudadanos de primera categoría”, expreso
Las personas trans atraviesan muchas barreras, desde lo familiar, lo social, hasta lo legal, para poder alcanzar los derechos básicos que para otros grupos sociales están garantizados. La falta de oportunidades en temas de educación, laboral y salud son -principalmente- las grandes barreras que tienen que superar, incluso la ausencia de políticas públicas y su aplicación, han hecho que no puedan acceder a servicios públicos básicos garantizados por la Constitución del Ecuador.
La participación desde la sociedad civil, de numerosos colectivos que trabajan por los derechos de las diversas poblaciones y entre ellas, las poblaciones trans, han representado la voz de aquellas personas trans cuyas vidas fueron apagadas, por acción y omisión de la sociedad y del Estado y que –poco a poco- sean visibilizadas y obtengan sus derechos históricamente negados.
Ecuador 
Añadir comentario