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Entendiendo la Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel (primera entrega)

Hace unas horas, en el primer día de la Reunión de Alto Nivel sobre el SIDA de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los equipos de negociación llegaron a un punto de consenso y compromiso con el lenguaje de la Declaración. Por la tarde comenzó a circular el borrador final, que sigue siendo un borrador.

Hace unas horas, en el primer día de la Reunión de Alto Nivel sobre el SIDA de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los equipos de negociación llegaron a un punto de consenso y compromiso con el lenguaje de la Declaración. Por la tarde comenzó a circular el borrador final, que sigue siendo un borrador.

El Secretario General ha dado instrucciones de concluir las negociaciones y de no aceptar más cambios; sin embargo, en las próximas horas habrá algunas pequeñas correcciones y ediciones. Recién el día viernes 10 por la tarde, cuando concluyan los discursos, se presentará la declaración al plenario y será la oportunidad de los países de registrar sus reservas. Posteriormente se espera su aprobación oficial.

Atento a que no cambiará mucho en sus contenidos y que el documento por ahora sólo circula en una versión extraoficial en inglés, nos parece oportuno empezar a desmenuzar algunas de sus partes y analizar su significado, tanto las partes positivas como las no tanto.

La Declaración está compuesta por una introducción que sirve como espacio para analizar la situación, los progresos y los desafíos, y una segunda parte donde se listan los compromisos. Es un documento extenso con 105 párrafos, de a ratos tedioso. Por ello vamos a separar su análisis en varios artículos diferentes. Éste se centra sobre todo en la introducción, los reconocimientos y cuestiones generales.

Es importante resaltar que los extractos de texto son de un borrador final, no de un documento oficial. A su vez, la traducción no es ni literal ni oficial.

Los temas relevantes para la región que hemos elegido son:

Soberanía y relativismo cultural:

Párrafo 4: «Reconocemos que, si bien el VIH y el SIDA afectan a todas las regiones del mundo, la epidemia de cada país es distinta en lo que se refiere a elementos impulsores, aspectos vulnerables, factores agravantes y sectores de población afectados, y, por lo tanto, las respuestas tanto de la comunidad internacional como de los propios países deben estar adaptadas particularmente a cada situación, teniendo en cuenta el contexto epidemiológico y social del país de que se trate;«

Párrafo 38: «Reafirmamos el compromiso de cumplir con la obligación de promover el respeto universal y la observancia y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros instrumentos de derechos humanos y del derecho internacional; y ponemos de relieve la importancia de los valores culturales, éticos y religiosos, el papel esencial de la familia y la comunidad, y especialmente las personas que viven con el VIH y las que se ven afectadas por él, incluidas sus familias, y la necesidad de tener en cuenta las particularidades de cada país para lograr la sostenibilidad en las respuestas nacionales al VIH y al SIDA, alcanzar a todas las personas que viven con el VIH, prestar servicios de prevención y tratamiento del VIH, atención y apoyo, y fortalecer los sistemas de salud, en particular la atención primaria;«

Párrafo 43: «Reafirmamos el papel central de la familia, teniendo en cuenta que en diferentes sistemas culturales, sociales y políticos existen diversos tipos de familia, para reducir la vulnerabilidad al VIH, entre otras cosas educando y orientando a los niños, y tenemos en cuenta los factores culturales, religiosos y éticos«

Comentario sobre esta sección: Como hemos mencionado en artículos anteriores, la gran dolencia de este documento es el compromiso en su lenguaje: por cada mención de las poblaciones o los derechos humanos hay lenguaje que le sigue y lo relativiza, reconociendo la necesidad de respetar la cultura, los valores, los aspectos éticos y las religiones, como así también la independencia y soberanía de los países. En otras palabras, un gay, una persona trans o una trabajadora sexual tienen derechos dependiendo del país en el que hayan nacido y vivan. Hay algo en este aspecto de las Naciones Unidas que está esencialmente fallido. Es peligroso también hablar de ajustar la respuesta a cada país porque trae implícita la afirmación incorrecta de que en países con epidemias generalizadas no habría que trabajar y proteger a las poblaciones en mayor riesgo, como si no existieran.

La crisis del SIDA no ha terminado:

Párrafo 7: «Reconocemos que el VIH y el SIDA constituyen una emergencia mundial, plantean uno de los retos más formidables para el desarrollo, el progreso y la estabilidad de cada una de nuestras sociedades y del mundo en su conjunto y requieren una respuesta mundial, amplia y excepcional que tenga en cuenta que la propagación del VIH suele ser consecuencia y causa de la pobreza;«

Párrafo 13: «Reconocemos que el compromiso del mundo entero con la epidemia mundial de VIH desde que se aprobaron la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA de 2001 y la Declaración Política sobre el VIH/SIDA de 2006 no tiene precedentes, como pone de manifiesto que se haya multiplicado por ocho la financiación, pues ha pasado de los 1.800 millones dólares americanos a que ascendía en 2001 a los 16.000 millones de dólares de 2010, que es el monto más grande jamás destinado a luchar contra una sola enfermedad en la historia

Párrafo 33: «Expresamos grave preocupación por que la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos no hayan alcanzado sus metas de acceso universal a servicios de tratamiento del VIH a pesar de que se ha logrado un hito importante al ampliar el acceso al tratamiento antirretroviral a más de 6 millones de personas que viven con el VIH en países de ingresos bajos y medianos, que al menos 10 millones de personas que viven con el VIH tienen derecho, en base a consideraciones médicas, a iniciar el tratamiento antirretroviral ahora,«

Comentario sobre esta sección: Esta parte de la Declaración es muy importante porque se reconoce fuertemente que la crisis del SIDA no ha terminado, y si se lee entre líneas prácticamente se dice que la respuesta a la crisis global ha sido casi superficial. Es una enfermedad única que necesita de una respuesta excepcional, por ende no se la puede ni debe comparar con otras. Es muy oportuno el reconocimiento de que el SIDA es una enfermedad de la pobreza. La respuesta, aunque no alcance, ha sido excepcional. Por ejemplo, en cinco años el financiamiento se ha incrementado ocho veces. También los Estados miembros ponen con tinta que no han alcanzado las metas de Acceso Universal y que hay en el mundo 10 millones de personas que debieran hoy estar tomando tratamiento antirretroviral. Estas afirmaciones son el punto de partida para mucho trabajo de incidencia política.

Financiamiento de la respuesta:

Párrafo 14: «Expresamos profunda preocupación porque la financiación dedicada a las respuestas al VIH y el SIDA todavía no está en consonancia con la magnitud de la epidemia, ya sea nacional o internacionalmente, y porque la crisis económica y financiera mundial sigue teniendo un efecto negativo en la respuesta al VIH y el SIDA a todos los niveles, incluido el hecho de que, por primera vez, la asistencia internacional no ha aumentado en relación con los niveles de 2008 y 2009,«

Párrafo 17: «Encomiamos al Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria por la función vital que está desempeñando en la movilización y el suministro de financiación para las respuestas nacionales y regionales al VIH y el SIDA, y en la mejora de la previsibilidad de la financiación a largo plazo, y acogemos con beneplácito que hasta la fecha los donantes se hayan comprometido a proporcionar más de 30.000 millones de dólares, incluidas las significativas promesas realizadas por los donantes en la reunión de reposición del Fondo Mundial que se celebró en 2010; observamos con preocupación que, si bien estas promesas representaron un aumento de la financiación, no alcanzan los montos fijados por el Fondo Mundial para seguir acelerando el progreso hacia el acceso universal, y reconocemos que para cumplir ese objetivo es indispensable que se apoye la labor del Fondo Mundial y que se financie suficientemente.«

Párrafo 45: «Reconocemos que la evolución actual de los costos de los programas relacionados con el VIH no es sostenible y que los programas deben ser más económicos y basados en datos empíricos y tener un mayor rendimiento económico, y que la falta de coordinación y el exceso de transacciones en las respuestas, así como la falta de buena gobernanza y rendición de cuentas en materia de finanzas, dificultan los progresos;«

Comentario sobre esta sección: Aquí se hace un reconocimiento de que la inversión no está a la altura de la crisis: desde la crisis financiera global es la primera vez que el financiamiento internacional en salud no se ha incrementado. Otra sección clave del documento que nos permitirá seguir incidiendo para que tanto los países desarrollados como aquellos en vías de desarrollo continúen aumentando su inversión en la respuesta al SIDA. A la vez que se reconoce la valiosa contribución del Fondo Mundial, se admite que los fondos comprometidos recientemente no alcanzarán para lograr las metas de acceso universal. Este lenguaje ha sido posible con la inclusión del último párrafo que expresa, sobre todo, la preocupación de los donantes en el sentido de la poco probable sostenibilidad de los programas y la baja eficiencia de los programas financiados. Temas como rentabilidad (costo-eficiencia), supervisión y rendición de cuentas deberán mejorar dramáticamente si esperamos que las contribuciones financieras continúen y se incrementen.

Poblaciones más vulnerables:

Párrafo 29: «Observamos que muchas de las estrategias nacionales de prevención del VIH se centran de manera inadecuada en grupos de población clasificados de mayor riesgo en base a las pruebas epidemiológicas, específicamente los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que consumen drogas por vía intravenosa y los trabajadores del sexo, y observamos además, no obstante, que cada país debe definir los grupos de población específicos que son la clave de su epidemia y su respuesta, en base al contexto epidemiológico y nacional;«

Párrafo 40: «Reconocemos que una estrecha cooperación con las personas que viven con el VIH y los grupos de población con mayor riesgo de infección por el VIH facilitará el logro de una respuesta más eficaz al VIH y SIDA…»

Comentario sobre esta sección: Por un lado celebramos que las Naciones Unidas acuerden un documento con la mayoría de las poblaciones nombradas y que además se destaque su rol clave en la respuesta y la necesidad de mayor participación y cooperación. Por el otro, lamentamos que no haya una mención a las personas transgénero y que se siga invisibilizando y subsumiendo a esta población dentro de la categoría de hombres que tienen sexo con hombres. Y por último, se deja la puerta abierta para que cada país defina cuáles son sus poblaciones clave basándose en las evidencias epidemiológicas. Lamentablemente el documento no menciona que en los países donde estas poblaciones sufren mayor violencia y discriminación curiosamente no aparecen en los estudios epidemiológicos de prevalencia, en la construcción de una realidad moral paralela.

Próximamente:

En los próximos días publicaremos una serie de artículos con un análisis de la sección de la declaración donde se listan los compromisos, y esperamos entonces también que se encuentre disponible una versión oficial en español. Este y los que siguen serán artículos largos y densos pero son de alguna forma la hoja de ruta para nuestro trabajo en los próximos años.

La parte de los compromisos está ordenada por temas, y éstos son:

1. Liderazgo – Unidos para terminar con la epidemia
2. Prevención – expandir la cobertura, diversificar los abordajes e intensificar los esfuerzos para terminar con las nuevas infecciones
3. Tratamiento, cuidados y apoyo – Eliminando las enfermedades y muertes relacionadas con el SIDA
4. Financiando la respuesta al SIDA
5. Fortalecimiento de los Sistemas de Salud y su integración con temas más amplios de salud y el desarrollo
6. Investigación y desarrollo – La clave para prevenir, tratar y curar el VIH
7. Coordinación, Monitoreo y Rendición de Cuentas – Maximizando la respuesta
8. Seguimiento – Sosteniendo los progresos

Para leer la declaración completa visite este vínculo

Acerca del autor

Javier Hourcade Bellocq

Editor responsable de Corresponsales Clave y Representante Regional de América Latina y el Caribe | Argentina
Organización:International HIV/AIDS Alliance

Javier Hourcade Bellocq es el Editor Responsable de Corresponsales Clave y trabaja en VIH desde 1987. Fue uno de los fundadores y el primer Secretario Regional de la Red Latinoamericana de Personas Viviendo con VIH (RedLa+). Desde 2003, Javier trabajó para la International HIV/AIDS Alliance (Frontline AIDS), primero como Oficial de Programas Senior a cargo del programa de la Alianza en Ecuador, y desde 2005 como Representante Regional para América Latina y el Caribe. Javier es miembro de la Delegación de las Comunidades de la Junta del Fondo Mundial y fue Miembro de la Junta del Fondo Mundial entre 2006 y 2009. Está basado en Buenos Aires, Argentina.

3 Commentarios

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  • Gracias, me alegro.
    Hay un equipo de gente trabajando, leyendo, editando y traduciendo para que la información llegue precisa y fresca

  • Felicitaciones a todo el equipo. Excelente trabajo que nos demuestra que muchas de las cosas por las que luchamos hace 10 anhos no han sido atendidos y quedaron como letra muerta. Como activista, tendremos que renovar nuestro compromiso de defender los derechos humanos.