Representantes del Ministerio de Salud, de la Caja Costarricense de Seguro Social y de algunas organizaciones no gubernamentales compartieron, con la asistencia de personal técnico de USAID|PASCA, el análisis de cada uno de los indicadores propuestos para seguir el proceso de implementación del Plan Estratégico Nacional sobre VIH e ITS, discutiendo acerca de su pertinencia, líneas de base, formas de obtenerlo y responsabilidades para ello.
La Dra. Alejandra Acuña, funcionaria del Ministerio de Salud y coordinadora de CONASIDA, manifestó que la respuesta gubernamental al VIH finalmente ha sido institucionalizada y se encuentra bajo la responsabilidad del Departamento de Planificación Estratégica del Ministerio de Salud, y no como otra de las funciones que cumple el asesor de la Ministra o la Viceministra de Salud. Esto permite diseñar procesos que no dependen de la permanencia personal de un funcionario, sino que se incluyen como política institucional de largo plazo, dando una relativa seguridad acerca de las posibilidades de cumplimiento.
Por su parte Mariela Garrón, responsable de USAID|PASCA en Costa Rica, indicó que dicha entidad ha estado colaborando con los países de la región centroamericana en estas dinámicas de definición de los planes de monitoreo y evaluación, motivando además la participación de la sociedad civil para dar una visión amplia acerca de la efectividad que pueda tener la respuesta a la situación del VIH.
Entre las organizaciones de la sociedad civil que participaron se encontraba la Asociación de Mujeres Esperanza Viva, la Asociación de Bisexuales, Transgéneros y Gays (BITRANSG), la Asociación Demográfica Costarricense (ADC) y la Asociación Humanitas. El representante de BITRANSG, Carlos Alfaro, lamentó que hasta la fecha no haya existido una entidad concreta a quien pedirle cuentas sobre la poca efectividad de la aplicación de políticas, programas y proyectos relacionados con los planes estratégicos. Todos los participantes en estas sesiones de trabajo estuvieron de acuerdo en que, con la institucionalización de estos procesos de monitoreo y evaluación, puede mejorar la expectativa de que haya una respuesta más efectiva a la situación del VIH en el país.
Añadir comentario