La I Cumbre Centroamericana de Organizaciones de la Diversidad Sexual fue inaugurada por la Defensora de los Habitantes de Costa Rica, Ofelia Taitelbaum Yoselewich, una abanderada de la defensa y promoción de las comunidades LGBTI en la región, y por la congresista María Eugenia Venegas Renault, feroz promotora del estado laico en Costa Rica.
Con el desarrollo de este evento, se quiere visibilizar ante las y los mandatarios, la agenda LGBTI, postergada en los foros políticos de la región. Además, los colectivos pretenden problematizar y proponer, sobre las vías y mecanismos existentes, reconstruir la identidad ideológica y política del movimiento social de lucha por los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual en Centroamérica, mediante el reforzamiento de los lazos de solidaridad, fraternidad, cooperación y denuncia social ante todas las instancias políticas y jurídicas atinentes.
Dentro de los planteamientos a presentar a las y los presidentes, se incluye la promulgación de una convención Centroamericana de Derechos Humanos LGBTI, que permita, a mediano y largo plazo, el desarrollo de políticas públicas incluyentes y el respeto irrestricto a los Derechos Humanos y la participación ciudadana.
Pese a la conocida civilidad y corrección tica, el ambiente en las calles está matizado por una tensa calma debido a la visita de Barack Obama, quien ha sido invitado a la Cumbre de Presidentes. El recién pasado 1 de mayo, luego del desfile de las y los trabajadores, hubo manifestaciones en las afueras del Congreso de la República que fueron reprimidas por la fuerza pública. Al hotel sede de este encuentro se han acercado funcionarios del Ministerio del interior, para verificar la naturaleza de nuestro encuentro y para garantizar la distancia de los colectivos de los espacios seleccionados para los diversos actos.
Ese mismo día, la Presidenta Laura Chinchilla manifestó en la sesión solemne del congreso su disposición para atender temas pendientes en Costa Rica, entre los que destacan la fecundación in vitro y el respeto e inclusión de las comunidades LGBTI, sentando un precedente importantísimo en la región.
¿Quién será el próximo presidente que asumirá públicamente la deuda con las comunidades LGBTI? ¿Harán los presidentes –una vez más- oídos sordos a nuestros planteamientos? Una cosa es cierta, los movimientos LGBTI en la región han afinado sus estrategias y planteamientos y actualmente construyen una alianza centroamericana que inicie, de inmediato, un cambio estructural frente a la histórica postergación.
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