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Inclusión y equidad de género, pilares para el desarrollo

Por Andoni Bello y Michael Díaz. Organizaciones latinoamericanas de la sociedad civil exigieron en México una mayor participación en el proceso de implementación y seguimiento del Consenso de Montevideo. Corresponsales Clave recogió algunas voces sobre las guías aprobadas y el camino a seguir con miras a una verdadera inclusión para el 2030.

Por Andoni Bello y Michael Díaz.

Entre el 06 y el 09 de octubre de 2015, más de 1000 delegados se dieron cita en México, para participar de la II Conferencia de Población y Desarrollo, instancia ideal para analizar el plan de acción regional, un documento con 98 medidas prioritarias para la implementación del consenso de Montevideo aprobado durante la primera reunión de la conferencia efectuada en agosto de 2013 en Uruguay.

Alicia Bárcena, CEPAL.

El encuentro dedicó ocho paneles a analizar la contribución de la Guía operacional a cada una de las áreas prioritarias del Consenso de Montevideo: infancia y adolescencia, envejecimiento, salud sexual y reproductiva, igualdad de género, migración, desigualdad territorial, pueblos indígenas y afrodescendientes.

Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, sostuvo que “el Consenso aborda cuestiones clave para la ejecución de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, aprobada el pasado 25 de septiembre, y constituye un avance civilizatorio porque es integral y pone en el centro las prioridades de los ciudadanos y la búsqueda de la igualdady agregó que “la agenda de población y el Consenso tienen la virtud de visibilizar las múltiples desigualdades que deben atenderse desde las políticas públicas, tomando en cuenta la importancia de fortalecer las instituciones… una agenda que aborda la trama de relaciones entre la población, los procesos de desarrollo sostenible y la búsqueda de la igualdad.

Alejandrina Germán, ministra de la mujer de República Dominicana y presidenta de la Conferencia regional para la mujer, consultada por Corresponsales Clave sobre los obstáculos para la implementación del consenso de Montevideo con equidad de género, explicó que el obstáculo más importante a salvar para la participación en igualdad de condiciones de las mujeres y hacer realidad los objetivos de desarrollo sostenible, es el tema de género, que es un proceso integral, y que no seremos capaces de lograrlos en nuestros países, si estos no se incluyen en todos los programas y planes y no se cruzan con todas las agendas. Respecto a las mujeres trans, Germán agregó que se debe cambiar todo un sistema de valores, los prejuicios, los patrones culturales aprendidos históricamente que les perjudican.

Por su parte, María Antonieta Caballero, de IPPF, explicó que la agenda 2030 es una agenda más amplia, más general y, por tanto, mucho más reducida en temas de derechos sexuales y reproductivos; mientras que la agenda de Montevideo es más específica, mucho más rica y con muchos más elementos, que nos da idea de un conjunto de compromisos de nuestros países para avanzar en materia de derechos sexuales y reproductivos. Para ella, el reto más importante será el acercar las dos agendas y fortalecer el proceso de rendición de cuentas, de seguimiento, sin perder la riqueza de ambos instrumentos.

Respecto al proceso de rendición de cuentas y seguimiento del Consenso de Montevideo María Antonieta comentó que IPPF en conjunto con la Red Latinoamericana por el acceso a los servicios de salud sexual y Católicas por el derecho a decidir, efectuaron un ejercicio muy interesante, de monitoreo social a los componentes relacionados con la  salud sexual y reproductiva contenidos en el consenso de Montevideo, el ejercicio consistió en ordenar los compromisos en áreas temáticas como derechos sexuales y reproductivos, acceso a los servicios de salud, educación integral en sexualidad entre otros, identificando para uno de ellos áreas o componentes temáticos para el análisis, tales como marcos normativos, programas y estrategias, presupuesto, políticas, desarrollando para cada uno de los temas preguntas específicas que permitan conocer la realidad de cada país respecto a estas materias.

La idea es que esta iniciativa se implemente en toda la región, ya que por ahora sólo se hizo en América Latina y se desea ampliar al Caribe, para así poder medir y elaborar un ranking de los países respecto de la implementación del consenso y sus componentes. Según Caballero, en esta etapa se está enriqueciendo el instrumento y los resultados del piloto realizado en Uruguay y México, y posterioremene se invitará a sumarse a redes regionales con la idea de fortalecer el rol  y las capacidades de la sociedad civil para hacer rendición de cuentas y fomentar el diálogo con los gobiernos.

Adolescentes y trans sin derechos

Los países, al asumir su compromiso de avanzar en la agenda del desarrollo, plasmado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la Plataforma de Acción de Beijing, en la Convención sobre los Derechos del Niño, y en la guía operacional del consenso de Montevideo Sobre población y desarrollo, asumieron como propios un conjunto de desafíos de acceso y barreras que obstaculizan el ejercicio pleno de derechos a adolescentes y niñas, así como a mujeres trans.

Existe un conjunto de barreras para el progreso de las adolescentes en la región e impiden que ellas sean reales protagonistas del proceso de desarrollo sostenible con igualdad, tales como, la maternidad adolescente,el trabajo doméstico y de cuidados, sumado  al acceso desigual a las oportunidades de desarrollo personal y al pleno ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, precondición para logar la igualdad y la autonomía física, económica y en la toma de decisiones.

Respecto  de las mujeres Trans, su invisibilidad dentro de la agenda internacional, así como la falta de reconocimiento a su identidad de género, contribuyen de forma progresiva al aumento de  su pobreza y la exclusión.

En este contexto, los países de la región deben adoptar urgentemente políticas públicas sólidas y concretas con un compromiso claro para abordar dichas trabas.

La reciente guía operacional adoptada por los países de la región es una oportunidad para garantizar que toda adolescente pueda vivir plenamente esa etapa, acceder en igualdad de condiciones a la educación de calidad y ejercer sus derechos de forma integral, ello es el mejor seguro para cimentar sociedades bajo la lógica de la igualdad, la inclusión social y el desarrollo sostenible, es de esperar que este y otros temas relevantes para el logro de la igualdad de género serán tratados en la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que se realizará en Montevideo en 2016.

Desde corresponsales clave abogamos por el reconocimiento con integralidad de los derechos para las niñas y adolescentes, así como de las mujeres trans y exhortamos que estos instrumentos internacionales contribuyan a fomentar una cultura del respeto y de inclusión en la región.

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Corresponsales Clave

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