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Institucionalización de la sociedad civil: ¿Qué será eso?

La sostenibilidad de las organizaciones de sociedad civil y la definición de su rol son retos cada vez mayores para la eficaz respuesta al VIH. Frente a ello, y ante la necesidad de consolidar el trabajo coordinado con el Estado, se introdujo en una última discusión regional, la importancia de “institucionalizar” a la sociedad civil. ¿Qué quiere decir esto? ¿Hasta dónde llegó la discusión?

Durante el Primer Foro Latinoamericano y del Caribe sobre el continuo de la atención del VIH, realizado la semana pasada en Ciudad de México, que tuvo como finalidad generar estrategias regionales conjuntas para el 2020, se discutieron las diversas barreras que limitan el alcance de las metas del acceso universal.

En esta discusión, surgió un tema clave, el rol de las organizaciones de sociedad civil en el continuo de la atención del VIH y el riesgo en la sostenibilidad de estas y de las acciones que realizan, debido a los recortes en el financiamiento internacional.

El diagnóstico oportuno de VIH, el tratamiento temprano en personas con VIH y la mejor adherencia a la terapia antirretroviral, son ejes básicos para alcanzar las metas propuestas y revertir el impacto de la epidemia. Las ONG junto organizaciones de hombres gay, otros hombres que tienen sexo con hombres y personas trans, han acercado las pruebas a las poblaciones más vulnerables, las organizaciones de personas con VIH se han organizado para proveer tratamiento, y entre todas han acompañado acciones para fortalecer la adherencia al tratamiento. Todas estas, según Giovani Romero Infante, un activista de la diversidad sexual en Perú, acciones que el Estado debiera estar cumpliendo, pero que no lo hace.

Las organizaciones de sociedad civil también han venido abogando con mucha fuerza por la sostenibilidad financiera de la respuesta, presionando lo más posible a los gobiernos y estados a asumir el costo de los tratamientos antirretrovirales y otras acciones.

Pero las estimaciones tan prometedoras de las Agencias del Sistema de Naciones Unidas y los indicadores macroeconómicos del Banco Mundial, que invisibilizan las reales desigualdades –principalmente de la región sur y región andina- , nos catalogan como países de ingresos medios y altos, y han traído como consecuencia que los recursos se direccionen hacia otros continentes, limitando significativamente el financiamiento a las organizaciones de sociedad civil.

En este contexto, durante el Foro se planteó la necesidad de “institucionalizar a las ONG”; sin embargo, se avanzó poco en una discusión profunda que contribuya a definir los objetivos de la SC: “El tema de institucionalización de la SC ha sido prácticamente manoseado en este evento, es importante observar como los gobiernos y otros actores reconocen nuestro trabajo, sin embargo, no están seguros de querer tenernos cerca y no saben cómo justificar nuestra presencia.”, comentó Enrique Chávez, director de Advocacy de AID FOR AIDS” a Corresponsales Clave.

Y parece ser que se trataría de su formalización ante las instancias correspondientes en cada país. Pero no hay ningún consenso al respecto. También podría referirse al reconocimiento de la sociedad civil por los gobiernos como actores claves para atender las necesidades nacionales. Esta “institucionalización” podría traducirse en diversos mecanismos de asocio que traerían consigo una mejor y más intensa respuesta a la epidemia, además de nuevas políticas para el financiamiento de algunas de las OSC de parte incluso del Estado.

Pero otros podrían asociar la “institucionalización” a la conversión de activistas en funcionarios públicos y de la “adscripción de las organizaciones al Estado”, lo cual sería sumamente peligroso pues se perdería el significado de lo “no gubernamental” y el activismo se encontraría a merced de los gobiernos, pues en ocasiones, “institucionalizar las ONG es una forma de callarlas”, según palabras de Carlos Falistocco – Jefe del Programa Nacional de VIH de Argentina.

La sociedad civil, si bien coopera con los gobiernos en la respuesta al VIH, no es ésta la razón principal de su existencia, pues son las deficiencias y debilidades del sistema público gubernamental para atender las necesidades de la población las que constituyen el “big bang” de las OSC.

La discusión quedó corta y no alcanzó a aclarar los conceptos, pero no se trataba de eso el Foro. Lo que sí quedó claro es que tanto gobiernos como OSC deben trabajar de manera colaborativa eficiente, respetando la agenda de sociedad civil. Llámesele institucionalización o mecanismos de asocio, deben quedar claros los términos que le otorgan a las OSC su carácter de independientes.

Así como los estudiantes en diversos países de la región se han movilizado para defender la autonomía de sus universidades, las OSC deben velar por la suya, de lo contrario, perderían su razón de ser.

La discusión debe continuar y hacerse más profunda. Queda en las manos de las organizaciones de sociedad civil seguir conversando y definiendo su rol.

Acerca del autor

Carlos Araque

Venezuela

Carlos Araque, es un joven activista de Venezuela, estudiante de Arquitectura y trabajador social en la temática de Derechos Humanos, con énfasis en juventud, salud sexual y reproductiva y en la respuesta frente al VIH/Sida, el hecho de ser activista va más allá de su condición como joven con VIH, se trata de entender el pensamiento colectivo que debido a múltiples causas, nubla el juicio de lo que significa el “buen vivir” y nos aleja de ideas equitativas, sostenibles y sustentables, es por esta circunstancia, que trabaja directamente con actividades encaminadas a la educación, a la incidencia pública y política.

Manifiesta que los jóvenes constituyen la generación de relevo y, por lo tanto, tienen un gran papel en todas las áreas de desarrollo.

Actualmente es miembro de la Red Latinoamericana y del Caribe de Jóvenes Positivos, y a nivel nacional forma parte del equipo del Instituto de Juventud del Estado Mérida y de la Sociedad Wills Wilde

1 Comentario

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  • Creo que no hay que confundir la noción de institucionalizar el rol de la sociedad civil en la respuesta por ejemplo teniendo líneas de financiamiento anual para ONGs con trabajo en SIDA que podría accederse en forma competitiva y transparente, con el termino cooptación. Esta ultima muy de moda tiende a beneficiar a las organizaciones amigas del Gobierno de turno.
    Hay personas y personajes que acceden a cargos públicos pero no dejan la ONG que dirigian en VIH y en otros temas, esto es éticamente incorrecto.
    Es importante que nuestros países se discuta la institucionalización de la respuesta, blindar los presupuesto y tener leyes y normas que aseguren que no perdamos lo logrado si cambia un gobierno. Pero esto da para otro artículo…