En su discurso, Cartes prometió luchar frontalmente contra la pobreza y garantizar a todos y todas las mismas oportunidades para el acceso a la salud preventiva, la educación y el trabajo. Las expresiones de Cartes hicieron referencia a la falta de oportunidades para los jóvenes, los protagonistas del cambio en nuestro país; un país que cuenta con riquezas naturales, como agua, energía limpia, tierras cultivables, y que lo que único que necesita son los medios económicos para el desarrollo humano.
Los jóvenes hoy tienen la oportunidad de tomar el discurso del presidente de tal manera que pase de “lo dicho a los hechos”, exigiendo políticas públicas que les permitan acceder a una educación integral de la sexualidad y salud, con enfoque de género y basada en derechos humano; respondiendo a los altos índices de embarazos en adolescentes, las infecciones de transmisión sexual, el VIH y las muerte asociadas al aborto.

El acceso a la educación integral de la sexualidad es una materia pendiente del Estado que no puede postergarse, y que enfrentará grandes desafíos frente a un poder legislativo con actores bastante conservadores y fundamentalistas si se trata de los temas de salud sexual y reproductiva, la sexualidad en general y derechos humanos de las poblaciones LGTBI y un presidente que durante su candidatura demostró abiertamente su oposición hacia la comunidad de la diversidad sexual.
Cartes dio un discurso conciliador y esperanzador como todos los que asumen el poder, e integró su gabinete con personas idóneas en los cargos, más allá de las afiliaciones partidarias; todo ello genera una gran expectativa en la población, especialmente en la población que históricamente ha visto limitadas sus oportunidades respecto a la salud integral, la educación y trabajo.
Es sumamente importante que aunemos esfuerzos todos los actores y movimientos sociales, a modo de vigilar este nuevo proceso gubernamental e implementar un plan de incidencia política con objetivo de lograr el derecho a la salud, a la educación y al trabajo que dé respuesta a las verdaderas necesidades de la población LGTBI, a los y las adolescentes y jóvenes paraguayos, pasando del discurso a la acción.
Desde algunas organizaciones de sociedad civil hemos venido preparando una agenda de trabajo conjunta hacia la incidencia política y el advocacy, que buscará garantizar la respuesta al VIH, la protección de los derechos humanos de las personas LGTBI y la educación sexual integral. Que no quepa duda que tendremos sana rebeldía y haremos lío.
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