En la tarde de ayer, 28 de julio, en el “Latina and Inter Regional Forum on emerging topics” in HIV en Montreal, Canadá, expertos científicos hablaron de avances en los estudios que analizan la importancia de una terapia dual (o biterapia) de antirretrovirales para la infección del VIH en la reducción de potenciales efectos negativos para la salud. “Menos es más”, y los expertos no se refieren a la dosificación de un fármaco, sino a que es suficiente con bloquear la replicación en una de las 4 fases de reproducción del virus para lograr una carga viral indetectable sin comprometer la salud; con algunas observaciones que deben ser atendidas en cada caso.

“Si no se necesita tomar un fármaco por qué se usan tres”, dijo a modo de pregunta Bobafemi Taiwo, de la Northwestern University en los Estados Unidos; desafiante ante una audiencia llena de médicos y médicas, la mayoría con especialidad en infectología que se dedican a la atención de personas con VIH y que usan, en su práctica diaria, la triterapia o, a veces, cuatro medicamentos, de acuerdo a las recomendaciones clínicas y las normas de los países de América Latina.
Taiwo señala que cada droga tiene efectos potenciales, sean etiquetados como efectos secundarios o adversos, que impactan en los reservorios del virus, la resistencia y la inflamación del organismo. Los potenciales riesgos de la terapia antirretroviral son aumentados cuando hay la necesidad de tomar otros medicamentos para tratar otra infección o situación de salud, como es el caso de la hepatitis C, lo cual no debe prestarse para ensayo y error. Pensemos aquí no solo en los esquemas triples de antirretrovirales, sino en la historia clínica de poblaciones con comorbilidades o en la población trans con VIH que toma tratamientos de reemplazo hormonal y terapia antirretroviral. El mensaje de la exposición fue claro: el futuro del tratamiento antirretroviral es la biterapia.
Otro tema abordado durante la tarde fue la resistencia a los medicamentos. Es cierto que cada organismo es diferente y cada caso debe ser evaluado por un profesional de la salud; sin embargo, en términos de la atención a la salud de un grueso de la población diagnosticada con VIH, es necesario que los sistemas de salud inviertan en estudios de resistencias al VIH para conocer cuáles son los medicamentos a los que es resistente una persona por el contexto en el que es adquirido el virus. Al respecto, José Luis Blanco, consultor de la Unidad de VIH/sida del Hospital Clinic de Barcelona subrayó que en el contexto actual de mayor acceso a PrEP, es imprescindible un estudio de resistencia en aquellos casos en los que la profilaxis falle.
Recordemos que la PrEP es un esquema medicamentoso de prevención, entonces, en caso exista una infección durante su uso, aunque es poco probable, deben hacerse exámenes de resistencia para evaluar si se desarrolló alguna por el tiempo de exposición al fármaco.
El hecho es que estos estudios suelen ser caros en la mayoría de los países y poco accesibles y los médicos tratantes tienen que ser selectivos respectos a quienes son candidatos para tales estudios porque no es requisito tener un estudio de tal naturaleza para iniciar un tratamiento, sino que el tratante conozca la historia clínica del paciente.
Finalmente, Brenda Crabtree, miembro de la IAS, presentó información sobre el impacto de la epidemia del covid en el acceso a medicamentos antirretrovirales y la interrupción del mismo. Una situación que compartieron todos los países de la región y que, probablemente, tenga un impacto en el curso de la salud de las personas con VIH, las resistencias y el tratamiento a seguir.
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