Noticias

“La salud pública y los derechos humanos tienen que ser el eje de una política de drogas”

En el marco de la VII Conferencia Nacional sobre Políticas de Drogas, Graciela Touzé, Presidenta de la Asociación Intercambios, analizó los avances, desafíos y problemáticas actuales vinculadas al uso de drogas en Argentina.

Como cada año desde 2003, se llevó a cabo la Conferencia Nacional sobre Políticas de Drogas en Buenos Aires, Argentina, con las expectativas centradas en la sanción de dos proyectos de ley que permitan dar un marco legislativo más adecuado al uso de drogas en el país. “Deseamos que los proyectos no terminen siendo papeles que se duermen en un cajón”, advirtió Graciela Touzé, Presidenta de la Asociación Civil Intercambios.

Es que en Argentina, a pesar de algunos avances ocurridos en los últimos años,  el consumo de drogas está penalizado desde 1926. Por eso es hora de un cambio. En 2009, la Cámara de Diputados aprobó dos proyectos que pueden representar dos grandes pasos hacia una mejor legislación, que deben ahora ser tratados en el Senado de la Nación. Se trata de la Ley Nacional de Salud Mental y el proyecto de creación del Programa Nacional de Asistencia Pública e Integral en Adicciones. “Esta conferencia se está realizando con mucha expectativa de que podamos llegar a fin de este año con esos dos proyectos convertidos en ley. Es lo que venimos apoyando”, expresó Touzé, quien además mencionó como otro importante desafío la reforma de la actual Ley de Drogas (23737). Al respecto, informó que fueron presentados distintos proyectos de ley con diferentes propuestas, pero con una coincidencia fundamental: eliminar de la ley penal de drogas la figura de la criminalización de la tenencia de drogas para consumo personal.

Claro que con leyes y proyectos de ley no alcanza. “Sin lugar a dudas, además de las leyes, se necesita hacer un trabajo de sensibilización muy grande”, opinó Touzé. “La aprobación de las leyes nos daría un marco jurídico adecuado, lo cual es muy importante, pero no nos garantiza la efectiva aplicación de este nuevo enfoque que las leyes plantean. Su sanción es una condición necesaria pero no suficiente para revertir la actual situación. Esto tiene que ser acompañado de una política muy activa de llegada a los servicios de atención, de capacitación de profesionales, de recursos y de trabajo con la opinión pública en general para lograr reducir el estigma y la discriminación que el uso y los usuarios de drogas continúan padeciendo”, agregó.

En relación directa con la temática del VIH/SIDA, la presidenta de Intercambios consideró que la Conferencia Internacional de Sida, que se desarrolló en julio en Viena, fue un importante avance en el tratamiento a la problemática del uso de drogas, por el espacio que se le dio en la agenda y por los resultados de la Declaración de Viena. “Si uno lo piensa a nivel global, sin duda la Declaración de Viena ha sido y es un elemento sumamente importante que deberíamos usar más y mejor en América Latina y en nuestro país en particular”, consideró y agregó que este documento sintetiza que, “en definitiva, el centro, el eje, el corazón de la política de drogas tiene que ser la salud pública y los derechos humanos”. De todos modos admitió la importancia de que esta declaración, como muchas otras, no quede sólo plasmada en un papel: “Hay que tratar de reducir la brecha que existe –y que es muy grande- entre los discursos, con los que podemos coincidir mucho, y las prácticas concretas de intervención, que a veces están muy alejadas de lo que los discursos plantean”.

En un país que lleva 84 años persiguiendo el uso de drogas, es hora de que las legislaciones ayuden a crear el marco necesario para que deje de penalizarse el consumo. Luego vendrá otro paso, el de la sensibilización, para que estigma y discriminación dejen de ser dos palabras tan usadas en nuestro vocabulario. La voluntad, las expectativas y el trabajo ya están. Ahora es hora de que, desde los ámbitos político y judicial, exista el compromiso para cambiar los proyectos por leyes, las palabras por acciones.

País: Argentina

Acerca del autor

Alejandra Ruffo

Buenos Aires

Alejandra Ruffo es periodista y fue Coordinadora del Equipo de Corresponsales Clave para América Latina y el Caribe durante el 2010. Nació y vive en Buenos Aires, Argentina, tiene 27 años y desde 2003 se especializa en la temática del VIH/SIDA.

Trabajó en el área de Comunicación de Fundación Huésped, una organización no gubernamental argentina que trabaja en la respuesta al VIH/SIDA y participó de la Iniciativa de Medios Latinoamericanos sobre Sida (IMLAS), una propuesta que busca comprometer a los medios de comunicación con la temática del VIH/SIDA. Como Coordinadora del Equipo de Corresponsales Clave de América Latina y el Caribe es responsable de moderar las actividades del grupo, sus publicaciones, comunicaciones y de apoyar la formación y capacitación de los corresponsales.

Alejandra desea una sociedad en la que vivir con VIH, la orientación sexual o la identidad de género no sean causa de discriminación ni estigma; en la que no exista la violencia hacia mujeres y trabajadoras sexuales, ni los crímenes de odio hacia las poblaciones de gays y personas trans. Una sociedad en la que sean respetados con igualdad los derechos humanos de todas las mujeres y todos los hombres.

Añadir comentario

Click aquí para publicar un comentario

Responder a “La salud pública y los derechos humanos tienen que ser el eje de una política de drogas” « LINTAVO Cancelar respuesta