Por Octavio López.-
Tras tres meses desde su apertura en Santa Cruz, la oficina de la Asociación Un Nuevo Camino – ASUNCAMI ha enfrentado el desafío común de toda organización nueva: alcanzar a la comunidad local; a pesar de ello, ha logrado posicionarse notablemente entre la población LGBTIQ+ con la preparación de la próxima Marcha del Orgullo a realizarse este viernes 28 de junio (Marcha Política) y sábado 29 de junio (Marcha Alegórica) en Santa Cruz, Bolivia, y en otras ciudades del país.
Previo a la movilización, ASUNCAMI celebra el éxito de atraer a una gran cantidad de personas LGBTIQ+ para participar en la creación de artesanías que expresen su identidad, así como ofrecer servicios y actividades que promuevan un espacio inclusivo y libre de prejuicios para que todos puedan ser ellos mismos.
“Las autoridades deberían colaborar más con el Movimiento de las diversidades y disidencias sexuales y de género LGBTIQ+ de Santa Cruz. En otros departamentos, existe un presupuesto destinado a la marcha anual, pero en Santa Cruz no es así. Esta marcha, que se celebra una vez al año, es una oportunidad para que la población LGBTIQ+ proteste contra la vulneración de sus derechos”, comenta Daniel Cabrera, responsable de las oficinas de ASUNCAMI Regional Santa Cruz.
En las últimas décadas, el movimiento por los derechos LGBTQ+ ha logrado avances significativos en términos de visibilidad y derechos civiles, pero es crucial recordar y reconocer la continua lucha contra el VIH y el apoyo esencial a las personas que viven con esta condición de salud. El lema «No hay Orgullo, no hay Pride, sin hablar de VIH, sin los positivos”, originalmente anunciado por Red Somos de Colombia, es parte de la propuesta de la asociación, teniendo en consideración lo que realizan otros países.
Cabrera retoma la frase del grupo colombiano para insistir en la visibilidad de las personas con VIH: “El orgullo es de colores, el orgullo es rojo, el orgullo es positivo subraya la importancia de incluir a las personas viviendo con VIH en estas festividades. Este recordatorio nos transporta a los primeros años del movimiento LGBTQ+, cuando la epidemia del VIH estaba en su apogeo y afectaba profundamente a la comunidad”.
Desde sus inicios, la lucha contra el VIH ha sido crucial para el movimiento LGBTQ+. Los primeros activistas enfrentaron el estigma y la discriminación, luchando por tratamientos y derechos. A pesar de los avances en tratamiento y conocimiento del virus, persisten el estigma y la discriminación. La visibilidad de las personas con VIH es esencial para avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva.
Es fundamental combatir la desinformación sobre el VIH y desmitificar conceptos erróneos. La educación no solo previene, sino que fomenta una comprensión empática de vivir con VIH. El apoyo y la solidaridad son imperativos dentro de la comunidad LGBTQ+ y más allá. El Orgullo debe ser una celebración de la diversidad y un compromiso renovado de apoyar a todos, especialmente a aquellos enfrentando desafíos adicionales como el VIH.
Daniel invita a todos a conocer y participar en las actividades. «La Marcha del Orgullo es una celebración de la población LGBTIQ+ y de todos los que luchan por la igualdad y el respeto de derechos».
Nota.- Esta nota es el artículo de graduación de Octavio López en el Curso de Corresponsales Clave 2024.
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