Por René Martínez.-
Casi cien días han pasado desde que estudiantes, docentes, empleados y empleadas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), así como personas de la sociedad civil, se instalaron en un plantón afuera de la rectoría de la universidad, por el despido injustificado del maestro Loren Daniel, un docente trans al que la institución educativa ha truncado su actividad profesional y negado su identidad.
En agosto de 2017, Loren Daniel fue despedido como docente de la Universidad Autónoma de Nuevo León después de haber notificado a la universidad sobre su cambio de identidad sexo genérica y de haber solicitado la actualización de su información en la plantilla.
Después de agotar recursos legales sin obtener respuesta, el exdocente decidió finalmente instalarse en un plantón en frente de la rectoría de la UANL, en agosto del 2021.
Las demandas del plantón incluyen que la universidad deje de invisibilizar la violencia de género contra mujeres y personas trans, que se investiguen casos de acoso y hostigamiento contra alumnes y que se deje de proteger al personal directivo con procesos jurídicos en su contra. Para más información sobre este caso, es posible visitar el artículo: Loren Daniel y la UANL: un docente contra la transfobia institucional en México en el portal culturacolectiva.com.
En la toma, siete habitantes y alrededor de 15 personas que no pernoctan en el campamento, han logrado formar una pequeña comunidad. Si bien al principio los sentimientos generales eran de insatisfacción, de injusticia y de falta de apoyo de la misma comunidad sexo divergente, hoy en día se encuentran con el proyecto de establecerse más como comunidad sustentable en vísperas de una larga protesta.
Durante estos casi 100 días, las personas del plantón han tenido que enfrentarse a escenarios de potencial violencia orquestada por parte del personal de vigilancia del campus. ‘’Gente que quiere tomarse una foto en el logo de la universidad viene a pedirnos retirar las manifestaciones, mantas y protestas, lo cual nos confronta y nos expone a situaciones de violencia no solo a nosotros, sino también a esas personas que vienen a reclamarnos’’, comenta Gabriel Morales, empleado de la universidad y habitante de género fluido del plantón, al referir que es el mismo personal de seguridad que pide dirigir las inconveniencias a las personas en el plantón.
Ante la falta de respuesta de la universidad, así como la falta de apoyo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos el plantón no ve una pronta solución y las personas manifestantes buscan prepararse para una permanencia más extendida, a pesar de haberse enfrentado al bloqueo al acceso a energía eléctrica, baños y agua corriente. ‘’Les da coraje que nos vean bien establecidos, y con algunas comodidades, pues les deja ver que no tenemos intención de irnos sin una solución’’ nos cuenta Gabriel.
Actualmente, esta creciente comunidad se encuentra en proyección de expandir sus actividades al organizar talleres que buscan generar un sustento para la protesta como costura, corte de vidrio, historia y defensoría básica. Aunque la protesta está buscando ser autosostenible, hay maneras en las que las personas puedan ayudar a sostener la protesta a través de donaciones en la cuenta de El Closet LGBT A.C. con referencia al Plantón Trans, también pueden visitar con el mismo nombre la cuenta en Instagram, donde se publican necesidades más específicas como enlatados o plásticos para embalaje para resguardar el plantón en la próxima temporada de frío.
‘’Cada día que pasamos aquí, estamos ganando y estamos construyendo un espacio para todes, entonces falta que la gente venga, estamos esperando que este lugar se llene de vida y hace falta más comunidad’’, nos comenta Gabriel al referir que el mayor apoyo que puede haber a la protesta es asistir, conocerles y valorar su lucha.
*Este artículo fue elaborado durante el Curso de Corresponsales Clave 2021.
México 
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