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“Mientras no se combata la homofobia, no se va a detener la epidemia del VIH/SIDA”

Hay quienes son asesinados y su voz es callada. Hay quienes viven y desean hacer algo para que no quede impune el crimen, para que no mueran otros más por el odio a lo diferente. Alejandro Brito Lemus, director de la organización civil “Letra S” ha trabajado por más de una década para exigir justicia por quienes murieron por la homofobia.

Alejandro Brito

Periodista de formación, Alejandro inició como activista por la pandemia del SIDA. Se dio cuenta que el principal obstáculo para combatir la epidemia era la homofobia y conjugó su espíritu de reportero con su perspectiva de activista. Así creó el suplemento Letra S, Salud, Sexualidad y Sida, publicado en un diario nacional, con el fin de eliminar estigmas sobre la población gay y el VIH. Alejandro Brito era consciente de que “mientras no se combatiera la homofobia no se iba a detener la epidemia”.

En 1997, junto a madres de víctimas de crímenes por homofobia, crearon la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia, que nació por el brutal asesinato de varios homosexuales, entre ellos su amigo Francisco Estrada Valle, activista fundador de la organización civil Ave de México, dedicada a la lucha contra el SIDA.

Alejandro Brito transformó la indignación en acción. Con pocos recursos pero con mucha voluntad, él y los familiares de las víctimas monitorearon los medios de comunicación, especialmente en la sección policíaca. Antes no existía ni siquiera el concepto de “crímenes de odio” y se los catalogaba como “crímenes pasionales”.

Consultando la hemeroteca recabaron información sobre los crímenes de odio por homofobia en las notas periodísticas y también pidieron datos a organizaciones de otras ciudades de México. En algunos casos contaron con el apoyo de un abogado, si la familia lo permitía, para ayudar en la investigación. Según Alejandro, “en general la actitud de la familia es negarse, es querer sepultar doblemente el cuerpo, por vergüenza; no quieren remover más el asunto porque muchas familias se enteran de que la víctima era homosexual en el momento del asesinato”.

Este trabajo permitió generar cambios importantes en la lucha contra la homofobia, y aunque Alejandro Brito señala que aún es grave la situación de crímenes de odio por homofobia en México, no deja de reconocer los logros alcanzados por la Comisión Ciudadana que él integra y fundó. Cada año se publica un informe de situación en Letra S y en los medios de comunicación. Instituciones públicas como la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación, legisladores, activistas y la prensa se apropian de la información, lo cual constituye un gran avance.

En el plano regional, Brasil fue el primer país en América Latina en crear un órgano investigativo de este tipo. La Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia en México sirvió de ejemplo para la conformación una acción conjunta entre Honduras, Costa Rica y Nicaragua

La Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (D.F) creó unidades especiales para investigar los feminicidios y crímenes de odio por homofobia. También hay un ministerio público especializado en atender a la comunidad lésbica, gay y trans. Incluso en la asamblea legislativa los diputados modificaron el código penal del D.F y ahora “el odio es una agravante en los homicidios; es el único código penal de México que tiene esta modificación”, destaca Alejandro.

Alejandro Brito

Sin embargo, reconoce que “todavía falta avanzar; hay que capacitar al personal y que se acepte que las organizaciones civiles interesadas coadyuven en la investigación, porque creemos que no se puede hacer justicia sin ayuda de la misma comunidad”.

A partir del año 2000 los crímenes aumentaron. Esto se debe a que “desde esa década la visibilidad de la comunidad lésbico-gay ha ido en aumento en México porque han vencido la vergüenza y la culpa. Y esto, a su vez, se manifiesta con acciones de grupos conservadores”, explica Brito. El Distrito Federal, Jalisco y Nuevo León son los tres estados con más casos de asesinatos por homofobia. El 80% son hombres; el 20% restante se trata de mujeres y personas transgénero.

Alejandro sabe que “falta mucho por hacer, porque todavía en las procuradurías de los diferentes estados de México se sigue diciendo que son crímenes pasionales y por eso no se investigan: casi el 99% de los crímenes contra homosexuales quedan impunes”. Pero también recuerda los logros: gracias a la comisión que él integra y a la investigación de amigos, la policía detuvo al asesino de un joven de 18 años. Su madre ahora vive con la serenidad que da la justicia.

Alejandro Brito Lemus es un activista que no guarda silencio. Es la voz de muchos que murieron víctimas del odio a lo distinto. La mayor satisfacción la tiene cuando la madre de una víctima de homofobia está tranquila, “cuando se encuentran los asesinos y las madres nos agradecen la ayuda nos sentimos muy satisfechos, aunque por la gran impunidad que impera nos sentimos profundamente insatisfechos”. Lo lamentable es que en pocos casos los asesinos son detenidos.

Esto no hace que Alejandro pare. Él, junto a los integrantes de la Comisión ciudadana contra crímenes de odio por homofobia, documentan y siguen los casos que para muchos son solo estadísticas de la morgue, pero para los familiares y amigos son una persona por la cual luchar y no callar.

Información de Letra S:

• México es el segundo país con mayor índice de crímenes por homofobia en América Latina, sólo superado por Brasil.

• En México se registraron 640 homicidios por homofobia entre 1995 y 2009 en 11 estados

• El uso de arma blanca fue el más común para cometer este tipo de delito

• La Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio por Homofobia documentó que el número de asesinatos por ese motivo se duplicó en los últimos años. De 28 homicidios de personas homosexuales al año (entre 1995 y 2000), se registraron 59 a partir de 2001.

País: México

Acerca del autor

Priscila Hernández Flores

Derechos humanos, diversidad sexual, personas con discapacidad | México
Organización: Universidad de Guadalajara. Medios UdG.

Es reportera en la Universidad de Guadalajara especializada en derechos humanos, personas con discapacidad, diversidad, VIH y Sida. Sus reportajes se centran en temas de inclusión y no discriminación. Cree que es primordial darle voz a la sociedad civil organizada e informar con una perspectiva comunitaria. En Marzo de 2009 recibió el Premio Rey de España por el trabajo “La Discriminación viaja por Avianca”. Fue Nominada en el Premio de la Fundación Nuevo Periodismo de Gabriel García Márquez en la categoría de radio en el 2009. Ha recibido distintos reconocimientos por Organizaciones CIviles de Guadalajara por su trabajo informativo incluyente y en pro del respeto a los derechos humanos.

3 Commentarios

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  • Buenas noches estoy realizando un trabajo y me gustaria obtener información acerca de la Comisión Cuidadana Contra los Crimenes de Odio por Homofobia, podrian indicarme en q lugar puedo localizarlos o llamarles de favor
    Por su atención Gracias

  • Pienso que la mejor manera de combatir la homofobia es comenzar por eliminar el estereotipo equivocado hacia el gay en el mundo de que es un hombre afeminado que hace oficios y profesiones de mujer que tanto nos ridiculiza y coloca en una situacion de burla. Y hacer ver la realidad de que la mayoría de los homosexuales somos hombres recios de actitudes masculinas que hacemos oficios y profesiones de hombres. Y que la confusión que existe entre homosexualidad y transexualidad también perjudica a este último grupo por atribuirles equivoca y despectivamente una indefinición en su vida. Cuando en realidad ellos estan muy claros de que su mente es de mujer, pero que esta atrapada en un cuerpo equivocado que desean cambiar

  • Es totalmente reprobable y condenable cualquier acto de violencia en contra de cualquier persona, sin importar su inclinación sexual, su condición étnica, la profesión de fe que practique, etc., pero de ahí a afirmar que la homofobia es la causa del sida es una vil falacia. Es un verdadero despropósito afirmar que acabándose la homofobia la epidemia del sida se va a detener. La homofobia es detestable por el lado que se le quiera ver y aunque es sumamente dañino a nivel social es inocua a nivel biológico. Aceptar lo que dice el Sr. Brito, sería tanto como decir que para acabar con la obesidad tendríamos que terminar con todos los que se burlan de los obesos, cuando los que hacen escarnio de los gorditos no son los causantes de su sobrepeso, sino la vida sedentaria, la mala alimentación y la ingesta abusiva de comida chatarra que tanto daño nos hace. Fuera de toda connotación religiosa, la causa del sida es originada por la práctica contranatura de nuestra sexualidad, el uso de jeringas hipodérmicas para el suministro de algunas drogas como la heroína. No confundamos los efectos con las causas. Aceptar el sofisma del Sr. Brito, es seguirle el juego a una comunidad infantilizada que le gusta revolcarse dentro de una zahúrda y luego pide a gritos la elimminación de los puercos.No, nos confundamos, la comunidad LGBTI no quiere hacerse responsable de la vida licenciosa que lleva, por lo que resulta más cómodo buscar a quien echarle la culpa.