La migración es un fenómeno social que están viviendo varios países de Latinoamérica y el Caribe y que en muchas ocasiones desnuda graves violaciones de los derechos humanos y coloca como tema trasversal el VIH. Las personas migrantes con VIH no solo deben pensar en subsistir fuera de sus países sino también sobrevivir a la infección, a la xenofobia, al doble estigma y la discriminación en su proceso de éxodo.
El Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Mujeres Positivas (MLCM+) ha venido abordando este tema brindando ayuda humanitaria en las fronteras, a través de organizaciones que lo integran, junto a ONG y fundaciones locales.

Para motivar una reacción articulada, el Movimiento lanzó un Comunicado urgente, haciendo un llamado a los gobiernos de los países y a las Agencias de Cooperación Internacional para unir esfuerzos y buscar una respuesta conjunta a nivel regional para responder ante la migración y su impacto en la salud, a nivel individual y colectivo. Se espera que en el marco de la reunión sobre VIH que se realiza en la ciudad de Guatemala esta semana, se discuta el tema de migración propuesto por el MLCM+.
Algunas referentes del Movimiento reflexionaron sobre el actual contexto de migración y el impacto que significa en la salud de las personas que migran.
Iris López, referente del MLCM+ de Guatemala, señaló que “las personas del Sur y Centroamérica siempre han utilizado a la región (centroamericana) como puente para lograr el ‘sueño americano’, situación que se ha agudizado con la inestabilidad actual de los Estados; tal es el caso de Nicaragua, Honduras y Guatemala. La corrupción ha vedado la oportunidad de que (la población) opte a empleos dignos y el sistema ha excluido de derechos humanos a las poblaciones más vulnerables como los jóvenes, la niñez y mujeres y las interseccionalidades que las afecta. Ha quedado en el tintero la situación de narcotráfico y la trata de personas. (…) el paso por algunos países, obliga (a migrantes) a buscar trabajos informales para subsistir en su trayecto, en ocasiones ejercen el trabajo sexual para su manutención u otras personas abusan de su condición de vulnerabilidad y se aprovechan de la falta de documentos de identidad y que desconocen el lugar en donde están (…)”.
Desde Honduras, Sandra Zambrano, señala que no se tienen datos claros sobre la migración de su país: “… esta es una crisis humanitaria que se desbordó, ni siquiera el Estado sabe cuántos han salido del país. En cuanto a la solidaridad, hemos construido una plataforma internacional donde hay activistas de España, México, Argentina, Canadá, Costa Rica y hondureños asilados en Suecia, y algunos compañeros de organizaciones de otros países de Europa quienes están pendientes. Se ha presentado notas de apoyo a la Embajada de Suecia, así como solicitud de medidas cautelares a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos para inmigrantes centroamericanos, sin embargo hay un vacío o un silencio de las Agencias de Cooperación Internacional ante dicha situación”.
En la ruta hacia el norte, el país que continúa recibiendo de manera importante migrantes en tránsito es México. Desde allí, Gina Alvarado, referente del MLCM+, señala que “La situación de los migrantes en México está siendo difícil; hay mucha xenofobia, mucho miedo y desinformación en la población, eso polariza la situación. Hay ONG de derechos humanos y de migrantes que les apoyan les dan refugio, albergues y alimentación, además de lo que el gobierno les está proveyendo. (…) En cuanto a la situación del VIH, no hay nada, ninguna estrategia de intervención dirigida a la personas con VIH (migrantes); se les proporciona medicamentos antiretrovirales por tres meses, algunos tienen visa humanitaria. (…) (En cuanto a prevención) no se ha instrumentado nada, no hay campaña, ni provisión de preservativos, en cuanto lleguen al norte, suponemos que las autoridades migratorias (les) van a pedir las visas y los van a deportar”.
Alvarado también nos dice que la caravana que se desplaza hacia el norte es percibida por los mexicanos con miedo, “hasta en los lugares universitarios se escucha la xenofobia”, comenta.
La migración es un fenómeno muy complejo que debe atenderse con la necesaria voluntad política de los gobiernos y un apoyo real de la cooperación internacional. En todo este éxodo masivo se verán muchas muertes por el desabastecimiento de los medicamentos antirretrovirales y los problemas sociales que puede ocasionar esta situación.
Desde las organizaciones de la sociedad civil se está contribuyendo para que las personas con VIH y sida tengan una oportunidad de vida digna, la migración es una realidad que debe recibir respuestas inmediatas de todos los actores para garantizar todos los derechos de las personas migrantes.
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