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Mujeres en Chile: ¿las dejamos atrás en la respuesta al VIH?

En el Día Internacional de la Mujer, Corresponsales Clave hizo una radiografía a las principales brechas en la respuesta al VIH, junto a dirigentes de los colectivos más invisibilizados de Chile: lesbianas, trabajadoras sexuales y mujeres indígenas; como también de la Plataforma Social en VIH y Derechos Humanos.

En el Día Internacional de la Mujer, la Plataforma Social en VIH y Derechos Humanos, que reúne a 14 organizaciones de la sociedad civil de Chile en respuesta a la pandemia, sacaron una campaña en redes sociales, cuyos mensajes centrales fueron: educación sexual y acceso a condón femenino para prevenir el VIH/SIDA; la violencia de género hace vulnerable al VIH/SIDA; y respeto y dignidad para las trabajadoras sexuales.

Corresponsales Clave habló con dirigentes de la Plataforma y también con líderes chilenas de los colectivos lésbico y bisexual; así como de las trabajadoras sexuales y las mujeres indígenas, para indagar sobre las brechas en la respuesta al VIH que aún persisten para las niñas, jóvenes y mujeres del país.

Ruth Antipichún, dirigente mapuche; Erika Montecino, dirigente de colectivo lésbico; y Herminda González, dirigente de trabajadoras sexuales.

“No seas pastel”

También tomamos contacto con Erika Montecinos, de la agrupación lésbica “Rompiendo el Silencio”, quien, desde Santiago, manifestó a Corresponsales Clave que el colectivo lésbico y bisexual, en Chile, ha estado completamente al margen de las políticas y campañas de prevención de VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS), con la excusa que son un grupo de bajo riesgo o de baja prevalencia dentro de la pandemia.

Sin embargo, enfatizó que sí existen lesbianas que viven con VIH, lo que las ha motivado a tomar la iniciativa. En 2015, realizaron la campaña “Torta, no seas pastel (que hizo referencia a los chilenismos para referirse a las lesbianas y a las personas que no hacen nada bien), con el fin de enseñar técnicas de autocuidado como el uso y confección de barreras de látex, las que no están disponibles en el mercado ni en el sistema público de salud.

Ya en 2016, iniciaron la formación de matronas y profesionales de salud para la atención en salud sexual de lesbianas y mujeres bisexuales, y la conformación de una mesa de trabajo con el Ministerio de Salud para tener políticas de atención en este ámbito, aún inexistentes en el país. Esto último se complementará con una encuesta exploratoria a lesbianas y bisexuales para conocer la realidad local, a realizarse en abril próximo, a través de la red de contactos de la agrupación “Rompiendo el Silencio”.

A pesar de este trabajo, Montecinos comentó que “no estamos involucradas con organizaciones que trabajan con VIH-SIDA, porque creemos que, si bien es muy importante el tema del VIH para todas las personas y según las prácticas, sí vemos una especie de resistencia a que nosotras nos incorporemos, porque hay hartas miradas: nosotras, ¿para qué? Si tenemos baja probabilidad… Por eso decidimos hacer nuestras propias campañas”.

Sin nombre ni rostro

Víctor Hugo Robles de Fundación Savia, periodista y dirigente histórico de la diversidad sexual, conocido como el “Ché de los Gay”, desde Santiago, manifestó que, en el contexto del Día de la Mujer, entregaron preliminarmente los resultados de un estudio, que pueden leer en este vínculo, de larga data, sobre la situación de las mujeres que viven con VIH en Chile.

Colectivo lésbico “Rompiendo el Silencio” en la marcha nacional de la coordinadora #Niunamenos

Dijo que una de las principales recomendaciones que emana de ese trabajo, que busca dar visibilidad a dicho colectivo desde la voz de ellas mismas, es la necesidad de mejorar la atención de cánceres en el sistema público de salud que no hace diferencias entre mujeres positivas y negativas, a pesar que las primeras tienen una vulnerabilidad mayor a los tumores ginecológicos.

“Son mujeres invisibles, que no tienen rostro ni nombre, pero son mujeres que son jefas de familia, son madres, son niñas y son personas que contribuyen al desarrollo de la sociedad; pero por el miedo al estigma y a la discriminación, en su gran mayoría, no se organizan”, comentó Robles.

Por lo mismo, afirmó que una de las recomendaciones del estudio de Fundación Savia es que se organicen, participen y protesten para resolver sus demandas, como el acceso al condón femenino como política pública y la dignidad del trabajo sexual.

Campaña nacional

Víctor Campillay de la ONG Gente en Positivo, organización integrante de la Plataforma Social en VIH, declaró a Corresponsales Clave desde Puerto Montt, que están muy atentos a situaciones que agravan la brecha de la respuesta al VIH en mujeres, como las recientes denuncias de mujeres trans, en al menos tres ciudades de Chile, que estarían recibiendo del Estado condones vencidos para el ejercicio del trabajo sexual.

Por lo mismo, aclaró que están confirmando estas denuncias con la Red de organizaciones de la plataforma para tramitar formalmente los reclamos ante el Ministerio de Salud, en el marco de la mesa nacional de VIH y derechos humanos que debería sesionar a fines de marzo.

Mujeres de Fundación Margen en la marcha de la sociedad civil del Día de la Mujer.

Respecto a las políticas públicas sobre VIH y mujeres, agregó que están pendientes, por un lado, la distribución del condón femenino y, ahora, coyunturalmente, la campaña nacional de prevención que debió haberse lanzado en enero pasado, “hay toda una problemática burocrática que no ha permitido sacarla con más agilidad”, acotó Campillay,

Al margen

Herminda González de Fundación Margen, afiliada a la Redtrasex, habló por el colectivo de las trabajadoras sexuales y reclamó una mejor atención para sus compañeras en el sistema público de salud: mejor trato del personal, en especial de los administrativos; más entrega de condones; y la realización del test de ELISA en el momento que lo solicitan y no con citaciones para 10 o 15 días más.

A esto sumó el imperativo de contención y consejería al momento del testeo, la entrega del preservativo femenino; y la inclusión de su colectivo en las campañas nacionales de prevención.

Agregó que deben enfrentar día a día la discriminación y la segregación social que las pone en situación de vulnerabilidad frente al VIH.

“Queremos una regulación del trabajo sexual para que no se nos siga discriminando, para que no nos segreguen, para tener una jubilación y que se nos tome como mujeres sujetas de derechos: Nuestro trabajo es tan digno como cualquier otro. Indigno es no reconocerlo, no quererlo ver, que es un oficio más; porque independiente que esté trabajando con mi cuerpo, no quiere decir que lo esté vendiendo. Es mi cuerpo y yo decido. Ya no son las trabajadoras sexuales de antaño, pobres, que las metían en los prostíbulos obligadas. Son mujeres que han decidido trabajar en este oficio, como opción de vida”, dijo González.

Mujeres indígenas

En esta radiografía a la situación de la mujer y el VIH, Ruth Antipichún, dirigente mapuche de la Asociación Adkuin Tulen, en la comuna de Lampa, Región Metropolitana, declaró a Corresponsales Clave que están trabajando activamente, en el centro de salud Melilawen Lawentuchefe, para informar a las mujeres indígenas sobre la prevención del VIH a través del uso del condón y del fortalecimiento de las tradiciones comunitarias de la pareja única.

Recalcó que, en el sistema público de salud, las mujeres de pueblos originarios deben tener un trato especial y distinto al de los winka (personas no indígenas), ya que se debe dar pertinencia cultural a la atención e inclusión a la medicina ancestral. En esto, pidió un especial involucramiento de las matronas, quienes deberían ser capacitadas en estas materias; el resguardo de la confidencialidad; “y no tapar el tema y entregar cifras sobre el problema del VIH”.

Anunció próximos talleres con las pu lamguien (mujeres) para que la pandemia deje de ser un tabú ya que, en la comuna de Lampa, el VIH tiene una alta incidencia en las mujeres.

Acerca del autor

Francisco Olivares Antezana

Periodista. | Chile.
Organización: Corresponsales Clave

Periodista chileno. Reside en Arica, ciudad en la frontera con Perú y Bolivia. Estudió periodismo en Antofagasta en la Universidad Católica del Norte. Hace una década trabaja como encargado de comunicaciones del Servicio de Salud Arica. Sus áreas de interés son la interculturalidad en salud, la comunicación intercultural, los derechos humanos, los derechos indígenas y la respuesta al VIH y a la tuberculosis (acTBista).

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