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Perú: homofobia y transfobia de Estado

El último sábado, activistas de la diversidad sexual fueron fuertemente reprimidas y desalojadas por la policía de espacios públicos de Lima y Cuzco. La homofobia de Estado se encarnó nuevamente en la Policía Nacional, responsable de velar por la seguridad de ciudadanos y ciudadanas

En la noche del sábado 17 de setiembre, activistas y miembros de la comunidad LGTBI se reunieron en la Plaza de Armas de Lima (o Plaza Mayor) en una vigilia. Con velas en mano, las personas reunidas buscaban recordar a sus muertos y muertas víctimas de la homofobia.
Aunque se trataba, a todas luces, de una actividad pacífica, la Policía Nacional, con escudos y gases desalojaron de manera violenta a las personas reunidas, ocasionando incluso lesiones en la cabeza de uno de los asistentes.
La actividad fue convocada por la Plataforma de Organizaciones y Activistas LTGBI de Lima, que al día siguiente, en un comunicado, señalaron que la manifestación pacífica se realizó “al amparo de la Constitución Política y los diferentes instrumentos internacionales de derechos humanos que protegen la libertad de expresión y el derecho a reunión de las personas.”
La actividad, además, se realizó a pocos días en que partidarios del ahora preso ex presidente Alberto Fujimori, realizaron una vigilia solicitando su libertad. “Al parecer la manera de proceder no es igual para todos, pues hace unos días simpatizantes fujimoristas realizaron una vigilia muy parecida y no fueron tratados de la misma manera ni reprimidos”, señaló el MHOL en sus redes sociales, exigiendo un trato igualitario para todos y todas.

Las artistas travestis fueron detenidas y agredidas por no estar vestidas "como machos".
El mismo sábado, en el Cuzco, ciudad conocida a nivel mundial, dos ciudadanas ecuatorianas travestis que realizaban una intervención artística en la plaza principal fueron detenidas por la policía. Inicialmente solo les solicitaron la identificación, pero luego fueron llevadas a la dependencia policial y amenazadas por los agentes de la policía. “Nos han dicho, ahora que entramos (a la comisaría), que deberían meternos al calabozo y bañarnos con agua fría por no estar vestidas como machos”, señalaron las Pacha Queer, como se hacen llamar en su denuncia que difundieron a través de Facebook y que rápidamente se viralizó y recibió el apoyo de muchos seguidores en distintas partes del país y la región. Horas más tarde fueron liberadas.
Estos dos casos han movilizado a la comunidad LGTBI de Perú. Muchos líderes comunitarios han exigido al Ministerio del Interior, del cual depende la Policía Nacional, que revise sus políticas de seguridad ciudadana y derechos humanos y respete a la comunidad LGTBI y sus actividades. A través del Twitter, se exigieron explicaciones al ministro Carlos Basombrío sobre el accionar de la Policía, quien luego de algunos días señaló, también a través de Twitter que “Muchas veces la Plaza de Armas es zona rígida”, que “El problema fue permitir la previa”, en referencia a la vigilia de simpatizantes fujimoristas, y termina diciendo que “Las reglas deben ser para todos”.
Ante la respuesta del ministro del Interior, el conocido activista gay, Gio Infante, publicó un artículo en el que aclara que el Tribunal Constitucional, en el 2005 -hace ya once años-, determinó que la declaración de zona rígida de la Plaza de Armas era inconstitucional. Además, tomando el caso del Cuzco y evidenciado lo débil del argumento sobre la zona rígida, señaló que: “Lo único rígido que veo acá es la homofobia policial, homofobia que parece usted encubrir sin ningún empacho”.
Infante aprovechó también para sugerir algunas medidas que podrían beneficiar a todos los ciudadanos y ciudadanas. “Si realmente quiere frenar la homofobia policial, deslinde enérgicamente, ordene una investigación inmediata, sancione ejemplarmente a los culpables, emprenda medidas que eviten la repetición de estos hechos. Por ejemplo, incorpore los derechos humanos LTGBI en la currícula de formación y actualización policial, dicte un protocolo de actuación respetuoso de nuestra dignidad y derechos, modifique el Régimen Disciplinario de la Policía para que la violencia homofóbica sea considerada falta grave sancionable con el pase al retiro”, escribió.
La violencia hacia la comunidad LGTBI sigue cobrando muchas víctimas. La transfobia y la homofobia se llevó la vida de ocho personas en el último año, según el Informe Anual de derechos humanos de personas trans, lesbianas, gais y bisexuales en el Perú, 2015-2016, y 43 fueron agredidas por agentes de seguridad.
Es necesario que las autoridades responsables de garantizar el respeto de los derechos de las personas ejerzan sus funciones en el pleno respeto de la ley , de la igualdad y no discriminación para acabar así con la homofobia y la transfobia.

País: Perú

Acerca del autor

Lídice López Tocón

VIH y Derechos Humanos | Perú
Organización: Corresponsales Clave

Licenciada en Psicología Social y con una fuerte vocación de comunicar la situación de la respuesta al VIH y en derechos humanos de las personas más marginalizadas en América Latina y el Caribe.

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