Organizaciones de la Sociedad Civil se reunieron en Montreal esta semana para plantear estrategias de visibilidad del trabajo comunitario en VIH durante las próximas seis semanas y luego de la Conferencia de Reaprovisionamiento del Fondo Mundial, que tendrá lugar en la ciudad de Nueva York. Las crisis no deben de ser el imperativo categórico que medie la respuesta global al VIH, sentencian integrantes de la Plataforma VIH 2025 en una interrogante: ¿Qué papel juega América latina en el reaprovisionamiento de fondos del Fondo Mundial?
Hablar de reaprovisionamiento de recursos económicos del Fondo Mundial nos lleva a plantear un recorrido histórico del papel que ha tenido en la respuesta al VIH. Durante muchos años, las discusiones han estado centradas en los conflictos entre las instancias administradoras de los recursos, las comunidades, los ministerios de Salud y los Mecanismos de Coordinación de País. Pero poco se ha mostrado el impacto positivo del financiamiento del Fondo Mundial en la región, el avance en el tratamiento antirretroviral, las políticas de prevención de la infección y protección de derechos humanos. Ciertamente, hay brechas, muchas, por cerrar, pero es importante dar a conocer los avances mientras se corrige el rumbo de aquello que puede mejorar.
Uno de los impactos que destacó Lídice López Tocón, de la Plataforma VIH2025 y Corresponsales Clave, al mostrar los resultados de un trabajo previo de mapeo de la inversión de cinco países de la región en la respuesta al VIH, es el incremento de la misma en las últimas dos décadas, aunque es importante señalar que, en el marco de la crisis sanitaria producida por el covid, ha habido un retroceso.
Hoy, una vez más la sociedad civil organizada está en la encrucijada de construir una narrativa de la participación de América Latina en la prevención del VIH que refleje la esencia de las necesidades en la región, ante un discurso de crisis económica como justificación de la precaria inversión de la respuesta al VIH, la tuberculosis y la malaria, en particular, la comunitaria.
López hizo énfasis en “El rol que debe jugar la sociedad civil en la construcción de un discurso que ayude a las comunidades a visibilizar los logros y las brechas para alcanzar una respuesta integral en la región; y cómo los gobiernos pueden poner más recursos y usar los recursos del Fondo Mundial para mejorar la respuesta comunitarias y avanzar hacia una respuesta integral al VIH, la tuberculosis y la malaria”.
El mapeo de la situación actual del financiamiento de la respuesta del VIH en América Latina es resultado de la información oficial que transparentan las instituciones públicas y pone en evidencia la ausencia de datos públicos, principalmente en Bolivia y la tendencia reciente de disminución de la inversión.
La información recogida en el mapeo muestra que todos los países absorbieron el financiamiento de la atención sanitaria, incluida la provisión de tratamiento antirretroviral, que inicialmente fue apoyada por el Fondo Mundial. Sin embargo, no ha sucedido lo mismo con el financiamiento de la prevención, el diagnóstico y la participación comunitaria en la provisión de los servicios.
Lídice propone “en el mediano plazo, es necesario mantener el ojo en los presupuestos. Que exista una mayor inversión, y apoyar las campañas de visibilización que proyectan los logros y las áreas de oportunidad en la región”.
Claudia Ahumanda, de la División de Comunicaciones y Relaciones Exteriores del Fondo Mundial, señaló que es importante mantener las acciones que muestren los logros del Fondo en la región, más allá de la campaña por el reaprovisionamiento, ya que pueden tener un gran impacto en los donantes en el futuro.
Las líneas estratégicas para visibilizar una respuesta del VIH resultan del diálogo entre organizaciones pares reunidas en el marco de AIDS2022: No abandonar la abogacía e incidencia política de la sostenibilidad de la respuesta al VIH; enviar cartas a líderes globales y de gobierno porque son quienes principalmente financian al Fondo Mundial; mantener vigente el diálogo entre organizaciones en pro de una reflexión de los aciertos y errores y continuar con capacitaciones de fortalecimiento a las organizaciones de la sociedad civil.
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