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República Dominicana: Trabajadoras sexuales en medio del covid

Por Soranyi Martínez.-

La llegada del Covid-19, fue un golpe fuerte para la humanidad y República Dominicana no estuvo exenta. Un día vivimos en un mundo, que a pesar de sus complejidades, nos permitía seguir con nuestra vida y nuestro trabajo, y al otro, se nos obligada a quedarnos en casa, a distanciarnos de nuestros seres queridos o hasta perder a personas importantes en nuestras vidas.

Esta pandemia afectó a todo el mundo, en particular a las trabajadoras sexuales, que ejercían su trabajo en zonas peligrosas sin ningún tipo de protección por parte de las fuerzas de seguridad y que -una vez más- fueron olvidadas por parte de un sistema que las mantiene en la clandestinidad, al no ser un trabajo reconocido.

Como muchos otros países de la región, República Dominicana fue fuertemente golpeada por el covid-19.

El covid-19 puso en confinamiento a las mujeres trabajadoras sexuales; atadas de pies y manos, no podían salir de sus hogares a trabajar ni contaban con recursos económicos para el sustento propio y el de sus familiares. Las mujeres dedicadas al trabajo sexual no fueron incluidas en los planes del gobierno como el Quédate en casa, que consistía en la provisión de un bono económico que se entregaba a la ciudadanía para la compra de alimentos de primera necesidad.

Para responder en alguna medida a la situación, la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTrasex), orientó algunos recursos del financiamiento internacional para la compra de raciones de alimentos y kits de higiene, con el fin de mitigar la crisis que atravesaban las mujeres. Las raciones y kits eran llevados a las zonas de trabajo donde se ubicaban algunas compañeras que lograban salir de sus hogares para conseguir el sustento, arriesgándose a ser acosadas o detenidas por parte de las fuerzas de seguridad o contraer el covid.

Quédate en casa, trabaja en la clandestinidad

Ese parece haber sido uno de los mensajes desde los gobiernos hacia las personas dedicadas al trabajo informal, incluyendo a las trabajadoras sexuales.

Las trabajadoras sexuales se exponen a persecución policial.

A la llegada a la zona de trabajo, las mujeres se mostraban nerviosas por las temidas represalias de parte de las fuerzas de seguridad, ya que las detenían sin justificación, durante el día, en horario de libre tránsito.

Si eran detenidas, debían pagar multas de hasta dos mil pesos dominicanos (equivalente a 35 dólares), como fue el caso de la compañera Leticia que debió pasar dos días detenida en la dependencia policial por no contar con la suma de dinero que le exigía; fue detenida sin ser procesadas, violando sus derechos humanos.

Quédate en casa, la salud sexual no cuenta

El sistema de salud dominicano, al igual que en la mayoría de los países de la región, colapsó. La atención se limitaba solo a emergencias, las citas periódicas fueron pausadas y las demás áreas estaban para atender situaciones de covid. EN ese contexto, las trabajadoras sexuales debían aguantar sus dolencias por el temor a ir a un hospital y contagiarse del covid, pero también porque se limitó el transporte público y, en tanto, la movilidad hacia los centros de salud, además de que muchas mujeres no contaban con recursos económicos para la compra de alguna medicina o trasladarse al hospital.

En el caso de las mujeres trabajadoras sexuales con VIH, en particular, fue difícil sostener el retiro periódico de sus ARV, ya que los centros de atenciones no están necesariamente en sus comunidades. Para evitar la discriminación, muchas mujeres optan por atenderse en hospitales más distantes de sus viviendas. Hubo casos de trabajadoras sexuales que interrumpieron sus tratamientos por falta de recursos económicos para ir a retirar los medicamentos. Desde la Organización de Trabajadoras Sexuales (OTRASEX) se les entregó dotaciones adicionales de alimentos y un pequeño estipendio que cubriera el transporte hacia el hospital.

Hoy, la vida está volviendo a la normalidad, lejos de ser una nueva normalidad, las mujeres trabajadoras sexuales continúan en la clandestinidad y expuestas a la persecución y la violencia policial. La regulación del trabajo sexual, la garantía del acceso a la atención sanitaria y la seguridad continúan siendo temas de trabajo vigentes para las trabajadoras sexuales.

País: República Dominicana
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Equipo de Corresponsales Clave

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