Una reunión clave para el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria se desarrolló del 15 al 17 de noviembre en la ciudad de Ginebra. El nuevo marco estratégico y la metodología de asignación de recursos fueron temas centrales en la discusión de estos días. También fue una oportunidad para discutir los escenarios sobre reaprovisionamiento de fondos y el rol que deberá jugar la Junta en este sentido.
Gobernándose el ombligo
La Junta del Fondo Mundial padece de un problema sistémico que se podría caracterizar como una excesiva atención a los procesos internos de la misma y de auto servicio, que muchas veces conspiran con el tiempo, la energía y el espíritu de consenso para cosas más importantes, aquellas que afectan la vida de millones de personas. Esto debe cambiar urgentemente.
La junta del Fondo Mundial se encuentra en un espiral hacia abajo en prácticas de mala gobernabilidad, agudizadas por una pobre presidencia y el deterioro del trabajo de la oficina de asuntos de la junta. Si uno da un paso atrás y mira las cosas que suceden en la Junta, nota que hay un excesivo espíritu de cuerpo y una recurrente tendencia por centrarse en lo micro. A modo de ejemplo, se emplearon casi 3 horas en discutir la reconfiguración de los comités de la junta que dejó solo unos minutos para discutir la nueva estrategia o la forma en que el Fondo puede impactar en los mercados, en los precios de medicamentos y otros insumos de salud.
Hace años que la mayoría de los miembros de la junta se conocen, la mayoría de las personas llevan años en el mismo rol, se auto-religen o reciclan para no dejar ese espacio. Hay poca renovación y alternancia que impide romper el efecto de “grupo de amigos” que se puede apreciar. Este fuerte sentido de pertenencia y colegiatura hace muy difícil estar en desacuerdo y discutir las cosas hasta las últimas consecuencias. Un espíritu de cuerpo endogámico que pone a distancia los programas y la gente por estar más interesados en el consenso del claustro que en el debate.
Un ejemplo, son las dinámicas del Grupo de Implementadores, un bloque de miembros de la junta conformado por las 10 delegaciones de países que reciben recursos y las tres de sociedad civil. En una reunión, que ocupó un valioso tiempo de cinco horas, se dedicaron muchas de ellas para discutir cuanto dinero reciben las delegaciones y el bloque mismo, dejando poco tiempo para los grandes temas. Tradicionalmente es un espacio “dominado” por las tres delegaciones de Sociedad Civil, con una fuerte influencia de las delegaciones gubernamentales de Europa del Este y LAC. En esta dinámica, los gobiernos africanos y asiáticos se sientan a observar la discusion entre aquellos que siempre tienen mucho que decir. Así, los representantes de muchos gobiernos claves para la vida del Fondo Mundial no se involucran, no se hacen responsables, no participan. Ni siquiera hablan. Todo esto a pesar de que se invierte una suma importante en retiros y reuniones de los bloques. Así como la gente, hay cosas que no cambian en el Fondo Mundial.
La delegación de América Latina y el Caribe continúa su proceso de fortalecimiento, recientemente asumió el rol de Miembro Titular el Ministro de Salud de Granada, Nickolas Steele y la Doctora Mirta Roses continuará pero en el rol de suplente. Cabe destacar que la delegación ha formalizado la participación de la Sociedad Civil y de los y las jóvenes.
La nueva estrategia
Este año se desarrolló el proceso de consulta global sobre la nueva estrategia del Fondo Mundial que comentó con un retiro de la junta, seguido por consultas virtuales y tres foros de asociados (Addis Abeba, Bangkok y Buenos Aires). Esta semana la junta reviso y aprobó el marco estratégico 2017-2022, que detallamos a continuación:
Visión: «Un mundo libre de la carga del VIH / sida, la tuberculosis y la malaria con una mejor salud para todos.»
Misión: «Para atraer, gestionar y desembolsar recursos adicionales para hacer una contribución sostenible y significativa en la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria en los países necesitados, y contribuyendo a la reducción de la pobreza como parte de los Objetivos de Desarrollo Sustentable».
Las direcciones estratégicas en este periodo serán las siguientes:
Maximizar el Impacto contra el VIH, la Tuberculosis y la Malaria
Enfoques innovadores para satisfacer las necesidades de los países son esenciales para acelerar el final de la epidemia por medio de:
– Ampliación intervenciones basadas en la evidencia con un enfoque en los países con mayor carga de la epidemia, una capacidad económica más baja y poblaciones clave vulnerables desproporcionadamente afectadas por las tres enfermedades
– Desarrollo del modelo de asignación de recursos y procesos de mayor impacto, incluyendo enfoques innovadores diferenciados a las necesidades del país
– Incremento del éxito en la ejecución de la subvención basado en el impacto, la eficacia, el análisis de riesgos y la relación valor-precio
– Mejora de la eficacia de funcionamiento en los países con desafíos operativos a través de la innovación, una mayor flexibilidad y asociaciones
– Apoyo de las respuestas sostenibles para el control de epidemias y las transiciones exitosas
Construir Sistemas de Salud resilientes y sostenibles
El fortalecimiento de los sistemas de salud es fundamental para alcanzar la cobertura universal de salud y acelerar el final de la epidemia por medio de:
– Fortalecer las respuestas y los sistemas comunitarios
– Apoyar la salud reproductiva de mujeres, niñas, y adolescentes, por medio de plataformas de prestación de servicios integrados
– Fortalecer los sistemas mundiales y nacionales de adquisiciones y suministros
– Aprovechar las inversiones críticas en recursos humanos para la salud
– Fortalecer los sistemas de datos para la salud y la capacidad de los países para el análisis y el uso de estos
– Fortalecer y alinear sólidas estrategias nacionales de salud y planes nacionales de enfermedades específicas
– Fortalecer la gestión financiera y la supervisión
Promover y Proteger los Derechos Humanos y Equidad de Género
Se requiere la promoción y protección de los derechos humanos y la igualdad de género para acelerar el final de la epidemia por medio de:
– Incrementar la escala de programas de apoyo a las mujeres y las niñas, incluidos los programas para promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos
– Invertir para reducir las inequidades en salud, incluyendo el género y las diferencias relacionadas con la edad
– Introducir intervenciones para superar las barreras vinculadas a los derechos humanos para el acceso a servicios de VIH, tuberculosis y la malaria
– Integrar los derechos humanos en todo el ciclo de las subvenciones y en las políticas y los procesos del Fondo
– Apoyar la participación significativa de las poblaciones clave y vulnerables en los procesos relacionados con el Fondo Mundial
Movilizar más recursos
Se necesitan mayores recursos programáticos y financieros de diversas fuentes para acelerar el final de la epidemia por medio de:
– Atraer de fuentes públicas y privadas recursos financieros y programáticos adicionales para la salud
– Apoyar a los países a utilizar los recursos existentes de manera más eficiente y aumentar la movilización de recursos internos
– Poner en práctica esfuerzos para la conformación de un mercado que favorezca el acceso a medicamentos esenciales y las tecnologías, de calidad garantizada y asequibles
– Apoyar los esfuerzos para estimular la innovación y facilitar la rápida introducción y ampliación de tecnologías sanitarias y modelos de implementación rentables
Estamos frente a un marco estratégico muy ambicioso que en los próximos meses se terminará de desarrollar y que requerirá de movilizar más recursos financieros, lo que en el actual escenario de donantes parece algo complicado. En diciembre comenzará el ciclo de reaprovisionamiento de dinero y sabremos pronto si existen compromisos de los donantes para llevar estas aspiraciones a la práctica.
En un próximo artículo cubriremos otros aspectos de la reunión.
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