El domingo 21 de julio, la Red Latinoamericana y del Caribe de personas trans (REDLACTRANS) y la Fundación Huésped desarrollaron un importante panel de discusión sobre los avances y retos pendientes para mejorar la atención de salud de personas transgénero en América Latina, en particular en Argentina.
Marcela Romero, coordinadora regional de la REDLACTRANS, en sus palabras de bienvenida dijo que vienen “exigiendo a nivel regional y mundial que las personas trans puedan acceder a una salud integral y, como ustedes saben, el tema del VIH en la población trans es de especial atención, la prevalencia es del 35% y la expectativa de vida de una persona trans en Latinoamérica es de 30 años”
En el panel se abordó la situación epidemiológica del VIH en mujeres trans en Latinoamérica, las vulnerabilidades y factores de riesgo y los compromisos internacionales, leyes afirmativas, políticas y servicios de salud para personas trans en la región. Asimismo, dos de los panelistas, médicos de profesión, mostraron los hallazgos de estudios sobre el impacto metabólico del tratamiento hormonal y la interacción entre el tratamiento antirretroviral y las hormonas, lo cual puede influir en la decisión de las personas trans de tomar o no los medicamentos antirretrovirales.
Maeve Britto de Mello, representante de OPP, presentó la situación de los países en términos de protección jurídica de las mujeres trans y el acceso a servicios diferenciados. Ciertamente, las mujeres trans son desproporcionadamente afectadas por el VIH y subsiste una disparidad relacionada a la identidad de género que son impulsadas por la intersección de múltiples vulnerabilidades y necesitan ser abordados en esa perspectiva. A nivel latinoamericano, hay un bajo número de países con marcos legales afirmativos y con medidas que promueven la inclusión de las personas trans.

En la experiencia particular de Argentina, Virginia Zalazar de la Fundación Huésped, presentó algunas reflexiones sobre el impacto de Ley de identidad de género y otros cambios estructurales, culturales y sociales en la salud de las mujeres trans. A partir de la experiencia de educadores o acompañantes pares se mejoró el cuidado en el contexto de VIH de las mujeres trans. Asimismo, se evidenció que el mejoramiento del contexto social, potenciado por la Ley de Identidad de Género, la afirmación de género a través del nombre y de los tratamientos hormonales disponibles en los servicios sociales, el acceso a la educación, salud, trabajo, seguridad y todos los derechos civiles, impactó positivamente en la salud mental de las personas trans, y en tanto en su autocuidado y su calidad de vida en general, aun cuando existan barreras internas subjetivas como la edad y el estigma internalizado.

A pesar de los avances, la falta de profesionales y funcionarios públicos capacitados, sobre todo en provincias más conservadoras del país, y también las personas trans se enfrentan a provincias más conservadoras. Por ello, señaló Claudia Frola, médica del Hospital Juan A. Fernández, insistió claramente en que las y los prestadores de salud deben aprender de las personas trans, trabajar en respuesta a lo que les pasa, a lo que ellas y ellos necesitan, así como tener en cuenta el contexto de la identidad de género. “Empiecen por preguntarle el nombre y el motivo de consulta”, recomendó Frola, ya que no siempre las personas han logrado cambiar su identificación y no se debe asumir que las personas trans solo buscan atención médica vinculada al VIH. La profesional de salud también hizo hincapié en la importancia de comunicar a las usuarias el porqué de la información que se registra en la historia clínica, como la genitalidad de nacimiento, que servirá para un seguimiento integral a la salud.
La salud de las mujeres trans se está redimensionando. Ellas tienen voz y un cuerpo integral que no se reduce a la infección por VIH. Así de claro lo dejó Nadir Cardozo, de ATTTA y Fundación Huésped, quien además insistió en que tienen mucho que enseñarle a la comunidad médica. “No les vamos a enseñar sobre lo que ellos saben, de medicina, les vamos a enseñar lo que nosotras sabemos, lo que vivimos, lo que nos pasa”, dijo.
La población trans se ve todavía fuertemente afectada por el VIH y enfrentan barreras estructurales, sociales e individuales que interfieren en la prevención y atención al VIH. La afirmación del género y su involucramiento en la atención es el camino a seguir para aprovechar las fortalezas y prioridades de la comunidad y así garantizar el máximo beneficio de los avances científicos y mejorar la cascada de la atención.
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