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Luego de la Declaración Política, seguimos aprendiendo como sociedad civil

A menos de un mes de haberse realizado la Reunión de Alto Nivel, la sociedad civil sigue hablando y analizando el antes, el durante y el después de la declaración aprobada por los Estados miembro, muchos de ellos con reservas en cuanto a la protección de las poblaciones clave. Corresponsales Clave recogió las impresiones de Erika Castellanos, activista trans centroamericana.

Erika Castellanos ocupa actualmente el cargo de directora de la Red de personas que viven con VIH en Belice; además, es Asesora de la REDCA y miembro de la Delegación de Comunidades ante el Fondo Mundial. Castellanos participó activamente en el desarrollo de las audiencias de sociedad civil y durante la Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre sida. Y, aunque fue designada como parte de la delegación nacional de su país, esta designación la tomó por sorpresa en Nueva York, cuando visitó la misión permanente de Belice, en medio de sus labores de advocacy.

Erika Castellanos como parte de la Delegación Oficial de Belice.

Para Castellanos la reunión estuvo llena de protocolos y burocracias, “como todo lo que pasa en Naciones Unidas”, dijo. Pero añadió que “algunos discursos fueron muy inspiradores, muy conmovedores,  lo cual representa la pasión de sociedad civil”. Para ella, la distancia entre los discursos se debe a que “muchas veces las personas de  las misiones permanentes tienen una desconexión total con lo que pasa en la realidad, el de las personas con VIH, de las trabajadoras sexuales, de las personas trans y quienes somos las personas afectadas en esta situación.”

La activista contó sobre el intenso trabajo que hicieron con las misiones permanentes para que la declaración fuese aceptada y contenga los puntos que defiende la sociedad civil, en cuanto a inclusión de las poblaciones clave, derechos sexuales y reproductivos, entre otros.  Sin embargo, la aprobación del documento, sumamente débil, sorprendió. “En primer lugar, fue una sorpresa que haya sido aprobada en la apertura esta Declaración política, ya que estábamos en la incertidumbre de lo que pasaría con este documento, si algún país rompería el silencio. (…) Pienso que el Borrador 0 fue un muy buen  documento, pero en estos temas existen muchos intereses, y llegar a consensos es difícil por las realidades distintas de los países; y son los gobiernos quienes tomas estas decisiones”, dijo Erika.

 

Según la activista, la versión final del documento “evidencia el poco impacto que tuvo el trabajo de lobby de sociedad civil (…). ¿Por qué? Porque no tenemos la posibilidad de realizar las intervenciones, añadir cosas, quitar, hacer observaciones directamente, sino que la tenemos que hacer a través de nuestras misiones, y al final son los gobiernos los que deciden qué decir o qué no decir”. Asimismo, manifestó que “los términos de la Declaración aprobada podrían ser mejores; en lo relacionado a poblaciones claves el lenguaje utilizado podría estar libre de estigma y discriminación, pero también (se debe) reconocer que por primera vez la población trans es mencionado en una declaración política”.

 

En coincidencia con otros activistas involucrados en el proceso de la Reunión de Alto Nivel, Castellanos señaló que “Lamentablemente, el texto no quedó como nosotros hubiéramos querido,  el texto está muy enfocado en la prevalencia de las poblaciones, y pienso que  se podría haber mejorado muchísimo; (…) hay una declaración de sociedad civil  en forma paralela, en donde ha manifestado su sentir sobre la Declaración y ha expresado cual sería el texto idóneo para las poblaciones claves”.

¿Cuál sería el rumbo como sociedad civil?

 

Entre las reflexiones que compartió Erika, se rescata que como sociedad civil se debe dar pasos y aprovechar la apertura que se ha tenido en el marco de la Reunión de Alto Nivel para hacer abogacía en nuestros países.

 

“Que Belice haya ratificado una declaración política que contiene este tipo de cosas sobre poblaciones claves y compromisos de llegar a eliminar el sida, para  nosotros tiene grandes implicaciones y se vuelve una buena herramienta, crucial  para la abogacía, ya que en mi país (…) se criminaliza la relación sexual anal, indistintamente si es entre personas del mismo sexo o una relación anal entre personas de distintos sexos, hasta la masturbación está penada”, señaló Castellanos, en alusión a la Sección 53 del Capítulo 101 del Código Penal de Belice que dice que “Cualquier persona que tenga una relación sexual contra el orden de la naturaleza, con cualquier persona o animal, será sujeto de un castigado de prisión por diez años”.

La activista añadió que “También se criminaliza y castiga con condena a cárcel la transmisión del VIH. Que el gobierno ratifique este documento para nosotros se vuelve un documento importante para así erradicar estas leyes discriminatorias. (…) La declaración pudo estar mucho mejor, pero lo poco que podamos encontrar en ella, lo usaremos al máximo para trabajar por la no discriminación y el respeto de los Derechos Humanos en nuestro país.”

Una lección que se resume de las declaraciones de la líder centroamericana para sociedad civil es que no podemos pretender ni esperar que nuestros estados tengan la misma conciencia ni enfoque, y mucho menos el mismo interés que tenemos nosotros en especial sobre ciertos temas sensibles. Para algunos gobernantes, en especial de los países donde la religión tiene mucho poder, hablar de derechos humanos, de poblaciones claves, de salud sexual y reproductiva y otros temas, es muy difícil; pero desde las organizaciones de sociedad civil se mantendrá el compromiso de no desistir, de continuar trabajando unidos y articulados en redes para incidir por el respeto pleno de los derechos humanos.

#HLM2016AIDS