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Trans en Guatemala: Violencia, acoso policial e impunidad

La comunidad trans de Guatemala enfrenta –además del estigma y la discriminación asociados a su identidad de género– asesinatos, violencia en todas sus expresiones, desapariciones forzadas e, inclusive, ejecuciones extrajudiciales.

Hace aproximadamente dos años desapareció Katherine Michelle, una mujer trans trabajadora sexual de quien aún no se tiene el menor indicio sobre su paradero, pese a que el caso ha sido movilizado por la Procuraduría de Derechos Humanos que realizó acciones de búsqueda a nivel nacional. Hace un par de meses, tres chicas trans fueron secuestradas en el barrio que habitaban, y aparecieron luego de varios días con graves muestras de tortura y mutilación. El caso no tuvo más cobertura que la habitual información amarillista de algunos medios y los colectivos sociales no pudieron ahondar en el seguimiento debido al peligro que suponía señalar a los presuntos responsables, ligados a pandillas y redes de extorsión.

En Xela –la segunda ciudad del país- se ha implementado recientemente un “plan de seguridad” que incluye redadas y acoso a mujeres trans, quienes han sido agredidas físicamente por las fuerzas de seguridad e incluso maltratadas en el reclusorio de hombres, donde les cortaron el cabello y las despojaron de su ropa. Hace alrededor de un año, Cinthya –una mujer trans trabajadora sexual- se salvó de ser quemada viva en su comunidad por el solo hecho de ser trans. Sin embargo, unas semanas después le dispararon en su lugar de trabajo, sin que hasta la fecha las autoridades hayan dado el menor seguimiento al caso pese a las demandas de los colectivos locales.

Recientemente Johana Ramírez (secretaria ejecutiva de la Organización Trans Reinas de la Noche – OTRANS) estuvo de visita en Xela para acompañar las denuncias y acciones de los colectivos trans. Allí fue detenida por la policía nacional y pasó una noche en prisión, donde recibió fuertes agresiones por parte de otros internos, quienes incluso le cortaron el cabello, como ya viene siendo costumbre. A esto se suma una serie de amenazas y acosos que sufre desde hace algunos meses, pero que se han incrementado en los últimos días. Ella ha denunciado públicamente la persecución de la que es objeto pues teme por su vida e integridad.

Pese al hostil entorno los colectivos de mujeres trans que forman parte de la REDTRANS de Guatemala están impulsando acciones para la consecución de cambios sustantivos, como la reciente consulta nacional sobre trabajo sexual y derechos humanos y el diagnóstico nacional de necesidades en salud. Pero aún hacen faltan acciones políticas que garanticen la sostenibilidad de los procesos y, en especial, consolidar una red de apoyo que garantice la integridad de las activistas y lideresas.

Actualmente Guatemala está inmersa en una coyuntura social y política en la que la agenda nacional de derechos humanos ha quedado relegada a un segundo plano, y acciones atroces como el genocidio perpetrado contra las comunidades indígenas durante el conflicto armado interno ha sido negado, lo que brinda una muestra de la perspectiva estatal en materia de derechos.

Pese a ello y a otros matices adversos que complejizan el contexto, la red social y legal que garantice la integridad de las activistas y mujeres trabajadoras sexuales trans aún es frágil. Hoy más que nunca se hace necesaria la veeduría y accionar de todas y todos los actores que pueden incidir en los y las responsables del sistema nacional de justicia. Mientras escribo esta nota me confirman que otra reconocida activista nacional, Bibi Valle, lleva diez días desaparecida, y probablemente su caso sea una estadística más que nutra la impunidad, la indiferencia y la transfobia tan enraizada en Guatemala.

Ojalá esta sea la última activista trans agredida y desaparecida en el país. Ojalá las agencias de cooperación, el sistema nacional de justicia, los movimientos sociales y otros actores de la escena social y política asuman activamente que no hay ni habrá equidad ni justicia mientras sigamos omitiendo e ignorando una de las realidades más olvidadas y envilecidas del contexto nacional. Ojalá el llamado de Johana Ramírez surta efecto y llegue a los oídos de quien debe llegar, y se le brinde la protección necesaria. Ojalá Johana y sus compañeras puedan seguir ejerciendo su activismo, su liderazgo y, especialmente, su derecho a la vida.

País: Guatemala

Acerca del autor

Carlos Romero Prieto

Corresponsal Clave | Guatemala
Organización: Red Nacional de Diversidad Sexual y VIH de Guatemala

Carlos Romero Prieto representa al Equipo de Corresponsales Clave en Venezuela desde 2009 y trabaja por los derechos de las poblaciones de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.

Carlos es Cofundador y Secretario Ejecutivo para la Red Nacional de Diversidad Sexual y VIH de Guatemala –REDNADS-, a la cual representa en el Mecanismo Coordinador de País, la Red Legal de Derechos Humanos y VIH, y en la formulación del Plan Estratégico Nacional de Salud y Derechos Humanos de las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.

Además, colabora desde hace diez años con grupos de base comunitaria para la gestión de proyectos de prevención y atención en VIH/SIDA para comunidades LGBT, en proyectos de cultura e iniciativas para la defensa y promoción de los derechos humanos. Carlos es también co-gestor de la 1ª Campaña Nacional contra la Homofobia.

6 Commentarios

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  • Mi paìs, mi querido paìs, como siempre gana la impunidad, siento un largo escalofrìo al leer el artìculo tan certero de mi buen amigo Carlos Romero, realmente es la verdad en mi comunidad trans, no podemos pedir derechos porque no los tenemos y si los pedimos a puerta abierta, nos hacen desaparecer, solo asi nos callan, Cobardes!!! porque no aceptar que somos una sociedad diversa y somos parte de la poblaciòn economicamente activa, es fàcil decir que somos unas revoltosas y caprichosas que solo queremos hacernos notar y hacer escàndalos, pues si asì llamamos su atenciòn, entonces, habràn màs caprichosas en el movimiento pro derechos TRANS. Mi màs ferviente admiraciòn y me solidarizo con Johana Ramìrez a quien conozco y lucha por todas nosotras. Oraciones al creador por Bibi y que asì sea.

  • Es inaceptable la situacion que viven nuestras amigas y colegas en Guatemala, las vulneraciones de derechos, las violencias, desapariciones, detenciones arbitrarias deben terminar, no mas transfobia y crimenes de estados en ese pais hacia nuestras hermanas latinas, ellas merecen su derecho pleno a la vida, a la seguridad, a la no violencia, unamos nuestra voz en protesta, hagamos una accion latinoamericana de protesta y denuncia, amigas de ILGA-LAC, REDLACTRANS, todos los grupos, organizaciones redes de la region hagamos un llamado al gobierno de Guatemala y una Denuncia frente a las organizaciones internacionales de Derechos Humanos.

  • Como puede ser posible tanta intolerancia de parte de este gobierno, hasta cuando, nos asesinan, quedando impune todas las atrocidades que somos objetos la mujer tras, siento una enorme tristeza por mis compañeras, que están en peligro sus vidas, toda mi solidaridad para ellas.

  • Mi solidaridad para Otrans de Guatemala, quienes vienen reinvidicando sus derechos, desde hace algunos años. Así como existe el derecho de disentir debe respetarse el ser diferente. No hay razón para discriminar por ningún motivo y si estamos luchando por una sociedad más justa, debemos comprender que los seres humanos no son hechos con un molde y cada una(o) tiene sus propias caracteristicas y eso es suficiente para que puedan vivir con dignidad y sin que sean atropelladadas.

  • Queridas compañeras trans pienso que lamentablemente estos casos son y quedaran impunes en toda Latino y Centroamerica, me he dado cuenta que somos ciudadanas de segunda o mejor dicho de tercera clase, aqui en mi pais Chile solamente se hace presion para investigar agresiones y asesinatos a personas gays o lesbianas (las cuales son minimas) pero cuando se trata de alguna compañera transgenera esta no causa ningun impacto ya que se nos estigmatiza en el mundo delictual y de drogas ademas de vivir el machismo y misogenismo de la comunidad homosexual gay. Debemos ser lideres de nuestras propias luchas sociales y politicas, para asi algun dia encontrar esa tranquilidad y seguridad que todas esperamos.

  • Que terrible. Soy una mujer trans de Uruguay y doy gracias a que en este hermoso pais no pasen estas cosas tan a flor de piel. Pese a que son muy pocas las salidas laborales para la población trans se esta pudiendo de a poquito.
    La educación es lo primero.
    Yo tengo la bendición de crecer día a día y aunque sea a tropezones y con mucho esfuerzo tengo una vida bastante «normal», pero al ver a las otras mujeres como yo que estan paradas en una esquina soportando cualquier barbarie. uf. que tristeza.
    Les mando mi apoyo.
    Fuerza.