La tuberculosis es una de las enfermedades menos financiada en el mundo, por lo que ha habido poca innovación en su tratamiento y prevención. Partiendo de esto, Leonid Lecca, director ejecutivo de Socios en Salud, expuso un modelo de intervención comunitaria, financiado por el Fondo Global, que ha mostrado ser efectivo.
Se cree que la tuberculosis (TB) es una enfermedad superada y esto tiene implicaciones mortales en el mundo, en general, y en América Latina, en particular. Algunos de los efectos de esta creencia es la falta de inversión en innovación. La vacuna que hoy usamos para prevenir la TB es la misma desde hace 100 años, los métodos de diagnóstico y el tratamiento también son antiguos. “Esta enfermedad es una de las más olvidadas y poco financiadas a nivel global”, mencionó Leonid Lecca, director ejecutivo de Socios en Salud en un webinario que llevó adelante Corresponsales Clave, el pasado 18 de noviembre.
La TB está lejos de ser una infección del pasado. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el año 2019, a nivel mundial, se estimaron que 10 millones de casos (1.4 millones de muertes por esta infección, de ellas, 208.000 personas tenían VIH). En las Américas, se estimaron 289.000 casos y la mortalidad calculada fue de 22.900, de los cuales el 26% (5.900) corresponde a la co-infección por TB/VIH. Este panorama empeoró en la región a causa de las medidas sanitarias impulsadas por el COVID-19 que generaron un aumento de las muertes por tuberculosis, una disminución de los diagnósticos y el corte de diferentes servicios de atención.
Frente a este panorama, Lecca expone un modelo de intervención comunitaria “integral y comprensivo” que consisten en buscar, tratar y prevenir. Buscar de manera activa en las comunidades casos de TB, realizar diagnósticos rápidos con pruebas modernas y formalizar el acompañamiento por medio de estrategias presenciales o de telemedicina. Una de las estrategias que han impulsado en Perú, en este sentido, es el TB Móvil, que consiste en el acondicionamiento de un camión que acerca a las personas, sobre todo a las que viven en condiciones de vulnerabilidad, las radiografías de tórax, pruebas moleculares, GeneXpert y evaluaciones clínicas focalizadas, con el objetivo de incrementar la detección de casos de tuberculosis y desarrollar acciones comunicacionales orientadas al diagnóstico precoz de TB pulmonar y otras medidas de prevención.
Otro aspecto importante tiene que ver con las tareas de vigilancia a los estados para que establezcan y cumplan proyectos en respuesta a la TB. En este sentido la organización Socios en Salud lleva adelante, con el patrocinio de Fondo Mundial, el proyecto multipais OBSERVA TB que tiene como objetivo robustecer a la sociedad civil en América Latina y el Caribe, de al menos 11 países, para ayudar en la respuesta contra la TB, por medio del fortalecimiento de los sistemas de acompañamiento y monitoreo comunitario con un enfoque de derechos humanos, igualdad de género y poblaciones clave.
Esta iniciativa considera el enfoque ENGAGE-TB, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tienen indicadores de seguimiento con los que se puede medir el impacto de las actividades realizadas. Un aspecto novedoso es que se centra en la sociedad civil como una manera de fortalecer el desempeño de los estados. Por medio de mesas de trabajo que favorecen las tareas de vigilancia en la implementación de los planes nacionales de TB y el respeto de los derechos humanos.
Mucho hay por hacer para acabar con la epidemia de tuberculosis en el 2030, que es una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionadas con la salud. Se requieren recursos y vigilancia a los presupuestos e implementación de los programas nacionales. Un primer paso es entender que la TB es una enfermedad que está vigente y que debemos atender.
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