En el Hospital Pereira Rossell, principal hospital pediátrico de Uruguay, no se realiza el estudio para detectar el virus del VIH en los bebés de madres que viven con VIH. Esta situación ocurre desde hace aproximadamente 45 días, según declaraciones de Lionel Briozzo, Subsecretario de Salud.
En bebés hijos de mujeres viviendo con VIH el test es realizado en tres oportunidades para descartar que el bebé haya contraído el virus: al nacer, a los dos meses y a los cuatro meses de vida. La prueba se realiza a partir de la extracción de sangre y permite detectar también la existencia de otro tipo de infecciones. El VIH es detectado por una técnica de reacción en cadena de la polimerasa, también conocida como PCR, para la cual se requiere un reactivo específico. En caso de dar positivo en los primeros dos exámenes, el diagnóstico es confirmado y se inicia un tratamiento. El examen se realiza en el Departamento de Laboratorios de Salud Pública del Ministerio de Salud Pública (MSP).
La causa del faltante de reactivos es simple: problemas burocráticos. Como es costumbre, a la burocracia poco le importan las necesidades sanitarias de la población. El sistema de compra de reactivos se hace a través de una licitación en la que se presentan proveedores, se analizan las ofertas y a partir de ahí se selecciona a quién se le comprará. La situación irregular se debió a la falta de entrega de los kits de reactivos por parte del proveedor.
«Surgió un tema administrativo dentro del MSP porque los pasos no fueron realizados en forma rápida como tendrían que haber sido, y se nos escaparon los días… A veces los mecanismos burocráticos trancan», señaló el director de Salud, Yamandú Bermúdez, a Subrayado, uno de los medios informativos del país.
Tras 45 días de espera, finalmente el Ministerio de Salud Pública realizó esta semana una compra directa de los reactivos necesarios para la realización del test. Resulta inconcebible que la burocracia haya condicionado de alguna manera la salud de estos lactantes.
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