En el contexto de XVIII Simposio Científico de la Fundación Huésped, la intersección del VIH con el covid tuvo su espacio, incluyendo la vacunación. Un mensaje claro y unívoco fue que la Personas con VIH deben ser vacunadas con prioridad, junto a las personas inmuno-comprometidas por trasplantes.
Durante la sesión de COVID y VIH, la conferencia de Jurgen Rockstroh de Alemania fue la que se concentró en la vacunación de Personas con VIH. Un estudio publicado por la OMS en la Conferencia Internacional de la Ciencia del VIH, organizada en julio, presentó los resultados del impacto negativo que la falta de vacunas tiene en las personas con VIH. Los estudios realizados entre 160.000 personas, 15.000 de las cuales vivían con VIH y que no habían completado su vacunación, mostró que un 30% de estas tenían complicaciones en la infección aguda del covid, incluyendo el uso de ventilación mecánica y de mortalidad. Hay otros factores como la edad avanzada, el género masculino, la hipertensión y diabetes que coadyuvan en aumentar la morbilidad y mortalidad de las personas con VIH. También existen evidencias que altas cargas virales y conteos de linfocitos CD4 bajos aumenta el riesgo de enfermedad grave o muerte.

La conclusión es clara y se ha repetido en estos y otros espacios: las personas con VIH deben ser priorizadas en la vacunación por encima de la población en general, como también, la mayoría de las otras afecciones priorizadas en los países. Aun cuando estas evidencias son públicas hace unos meses, poco se ha avanzado en América Latina en acelerar el acceso de las personas con VIH a las vacunas contra el covid. Hoy la comunidad científica afirma que en muchos contextos, el VIH es un predictor de la mortalidad por complicaciones del covid.
Impacto en los servicios
En el transcurso de su presentación, Rockstroh resaltó el significativo impacto que ha tenido la pandemia en los servicios de VIH y citó algunos ejemplos:
Un estudio publicado por Fenway Health de la Ciudad de Boston, en Estados Unidos, señala que entre enero y abril del 2020 hubo una caída del 85% de la demanda de pruebas de VIH, la demora en el retiro de las dosis de PrEP escaló al 191%, el comienzo de PrEP en personas nuevas se redujo al 72,1%, por lo tanto, hubo una caída total de personas usuarias activas de PrEP del 18,3%.
Un estudio de Módena, Italia, que analiza el periodo entre marzo y junio del 2020 demostró que 3,7% de las personas con VIH tuvieron un rebote en sus cargas virales, aun cuando venían de dos análisis de carga viral indetectables.
La mayoría de los estudios se han realizado en países desarrollados pero los profesionales de la salud de países de África han denunciado graves pérdidas en los logros en VIH, tuberculosis y malaria como impacto de la pandemia. Algunos estudios están en camino para analizar el panorama en un espectro más amplio de países. Se estima que aproximadamente un 35% de las personas con VIH en este continente habrán perdido la vida cada año por complicaciones relacionadas por el covid y el VIH.
Los principales causantes de estas interrupciones han sido los cierres y cuarentenas que impidieron que las personas con VIH accedieran a los servicios y a retirar su medicación; la fluctuación en la disponibilidad de pruebas y tratamientos por interrupciones en la compra y distribución y la falta de una respuesta coordinada de los gobiernos y autoridades sanitarias que descuidaron otros temas de salud, abrumados por la crisis sanitaria de la pandemia.
En la sesión, también se compartieron datos sobre estudios de los beneficios de la telemedicina y respecto de poner a los usuarios en el centro de estos abordajes. Sin embargo, estos servicios, como la dispensación multi-mes de antirretrovirales, han estado disponible en pocos países, menos en aquellos de renta media baja y baja, como también ha variado dependiendo de la región del país y las poblaciones objetivo.
Cuando llegue una nueva realidad de la pandemia y veamos que el mundo empieza a superar los estragos del covid, urge analizar el impacto que ha tenido en el aumento del número de nuevas infecciones por VIH, la enfermedad severa y mortalidad de las personas con VIH, todo esto sumado a los desafíos que muchas de ellas, así como poblaciones clave enfrentaron en relación con la violencia, la inseguridad alimentaria, social y económica.
En conclusión
El VIH incrementa la mortalidad por covid entre 1,5 y 3 veces respecto de las personas sin VIH. Estas evidencias deben con urgencia informar a los tomadores de decisión de nuestros países.
- El riesgo baja en personas con VIH más jóvenes y sin comorbilidades.
- Las vacunas para el COVID-19 no tienen ninguna interacción negativa en personas con VIH con un adecuado seguimiento de su infección.
- Se debe incluir el testeo del VIH en las salas de emergencia para pacientes con covid, de manera que se incremente el acceso al diagnóstico por VIH y se prevengan las complicaciones por ambas infecciones.
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