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VIH en Venezuela: ¿Cuántas personas más morirán a causa de la corrupción del Estado?

Múltiples organizaciones que trabajan en el área de los derechos humanos alertan sobre la precaria, y potencialmente mortal, situación de las personas con VIH en Venezuela. En este contexto, responsabilizan al Estado por los enormes actos de corrupción alrededor de la compra y venta de antirretrovirales y las políticas deficientes del sector salud que afectan a millones de personas en el país.

Desde el año 2016, Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH, viene denunciando que funcionarios públicos del Programa de VIH del gobierno venezolano están utilizando recursos públicos para su propio enriquecimiento, cobrando para agilizar citas, para la realización de pruebas de CD4 y carga viral y vendiendo los antirretrovirales de manera ilegal.

Otras organizaciones y activistas también han hecho eco de estas denuncias de hechos que violan a los derechos humanos y ponen en jaque la vida de miles de personas que viven con el virus. En medio de este desolador escenario, Rodríguez concedió una entrevista exclusiva para Corresponsales Clave en la que explicó algunos actos de corrupción del gobierno venezolano (uno de los más corruptos de America Latina y el Caribe), el temor de las personas y activistas a denunciar por las represalias que pueden tomar los organismos de seguridad del Estado y comparte también algunas sugerencias para salir de esta crisis apenas haya voluntad política y transparencia de los organismos públicos en el país.

 

Corresponsales Clave: Se han hecho varias denuncias sobre la situación de corrupción en torno al VIH ¿qué nos puede comentar sobre esto?

Jhonatan Rodríguez: La situación que tenemos ahora con el VIH es que el gobierno ha pervertido el sistema público de salud. Muchos ministros, viceministros y otros funcionarios han creado empresas proveedoras junto a sus círculos más cercanos de amistades. Han convertido la salud en un monopolio del Estado, es decir, es el gobierno quien decide quien toma el medicamento y quien no, quien vive y quien muere.

En el área de VIH, no se trata nada más de los fármacos antirretrovirales para controlar la infección, sino también de la escasez de reactivos para las pruebas de detección (ELISA), para las pruebas de control (CD4 y carga viral), para las pruebas de resistencia. No hay fórmulas lácteas para alimentar a niños y niñas nacidas de mujeres con VIH. Además, no hay fármacos para tratar citomegalovirus, herpes, sarcoma de Kaposi, sífilis, toxoplasmosis, tuberculosis, etc.

C.C.: En su opinión ¿Qué otros factores asociados a la corrupción inciden en la profundización de la crisis?

J.R.: La situación que vivimos es causa de la falta de voluntad política para atender las necesidades reales del pueblo, déficit presupuestario, la falta de planificación estratégica, que estamos polarizados y vemos a quienes piensan distinto como enemigos que no tienen los mismos derechos, que el objetivo del Gobierno pareciera ser poder y dinero para ellos [cúpula gubernamental] en vez de ser bienestar y desarrollo para la población; se han enriquecido los que están en el poder y han empobrecido al pueblo. No se respetan los derechos de las personas y no se aplican las leyes si no es para beneficio de alguien con poder.

Nosotros, en StopVIH trabajamos sin preguntarle a las personas por quién vota. Nosotros atendemos a las personas vengan de donde vengan porque si llegan a nuestra sede es porque están en la búsqueda de una alternativa de solución para algún inconveniente que se le puede haber presentado. Nosotros no respondemos a intereses partidistas [partidos políticos] ni a intereses capitalistas ni de la industria farmacéutica ni de ningún gobierno. Nosotros tratamos en la medida humanamente posible de responder a los intereses del pueblo. Alzamos la voz por quienes -por pánico a la discriminación- no lo hacen, pero nos solicitan que lo hagamos.

 

C.C.: ¿A que le temen las personas por las que ustedes hablan?

J.R.: A la discriminación, sienten temor a ser identificados, miedo a que no les den más sus medicamentos, miedo a que los boten de sus empleos, miedo a que sus comunidades los señalen. Todo esos son factores de discriminación causados por estigma, el estigma se elimina con Educación y la educación en Venezuela ha disminuido su nivel.

C.C.: En el área de sociedad civil que trabaja con este tema existe temor, ¿usted cree que las personas que trabajan en ONGs y denuncian corren algún peligro?

J.R.: Todas las personas que trabajamos por los demás, (…) que hacemos vida en organizaciones no gubernamentales independientes, somos señaladas de alguna manera y en muchos casos criminalizadas. Pareciera que al gobierno le incomodan las ONG, le incomoda que le digan lo que está ocurriendo.

C.C.: ¿Cuál es la propuesta de StopVIH para superar esta situación?

J.R.: 1) Realizar un estudio epidemiológico robusto que permita conocer la situación y el comportamiento de la epidemia en Venezuela.

2) Identificar los factores de vulnerabilidad más importantes (ej: pobreza, violencia, consumo de sustancias ilícitas, homofobia, etc.).

3) Saldar la deuda con los laboratorios de la industria farmacéutica para que estos regresen al país y garanticen la estabilidad en el suministro de fármacos vitales.

4) Crear una Comisión Nacional de Sida que sea mixta y que involucre Gobierno + Agencias Multilaterales + ONG + Personas con VIH.

5) Motivar a los médicos y estudiantes de medicina para que realicen especialidad en infectología y de esta manera reducir el déficit de galenos.

La respuesta es que no hay recursos. Este año no compraron condones para los programas públicos de prevención. Ni el Ministerio de Salud ni las Agencias de Cooperación.

C.C.: ¿Que están haciendo las Agencias de Naciones Unidas?

J.R.: Nada. La Organización Panamericana de la Salud donó hace un par de meses 300 frascos de Viraday (tenofovir+emtricitabina+efavirenz). UNICEF donó hace un mes dos fármacos para 1600 niños con VIH por 6 meses. (Pero) No abastece la demanda de la población. Pañitos de agua tibia para calmar a las ONG. Aquí hay más de 2.500 niños con VIH.

Hace algunos años, diferentes organizaciones de la sociedad civil alertaban sobre el peligro que representaban los crecientes tentáculos que el gobierno chavista, y ahora madurista, colocaba alrededor de las organizaciones sociales en Venezuela. Hoy estamos viviendo el resultado de varios años de la destrucción sistemática de la institucionalidad, de acciones despóticas y de los actos de corrupción más grotescos de nuestra historia republicana.

Hasta ahora, el apoyo que ha recibido el país ha sido modesto, insuficiente y servil al Estado, mientras miles de personas mueren o son silenciadas por un gobierno con ínfulas autoritarias.  A pesar de esto, organizaciones y personas valientes siguen denunciando, trabajando y proponiendo alternativas para mejorar nuestra debilitada realidad. Desde nuestro lugar, los podemos apoyar haciendo eco de la situación, haciendo donaciones y oponiéndonos a la muerte, tanto simbólica como concreta, que nos regala como única opción el gobierno bolivariano.

Puede seguir la información de StopVIH en su web (StopVIH.org), en Instagram y Twitter, como @StopVIH y en Facebook como Organización StopVIH.

País: Venezuela

Acerca del autor

Constanza Armas

Psicóloga | Argentina
Organización:

Soy venezolana, migrante, feminista. Creo que la participación en los temas públicos de la sociedad civil organizada son la clave para una democracia verdadera. Creo en la libertad, por eso soy activista por los derechos humanos. Creo que todxs merecemos ser nombradxs, por eso intento tener mirada de género. Soy una indignada por los crímenes de lesa humanidad que ocurren desde hace años en Venezuela. Desde estos lugares escribo.

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