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VIH quedó rezagado en medio de crisis en Honduras

Entre manifestaciones y movilizaciones debido a una crisis política generada por la presidencia del país, el Día Mundial a la respuesta al VIH quedó invisibilizado entre la comunidad hondureña y la región.

Las organizaciones de derechos humanos que trabajan en la respuesta al VIH y poblaciones clave habían planificado actividades en diferentes ciudades de Honduras para brindar información y pronunciarse abiertamente, como lo hacen desde hace muchos años a través del arte y de actos simbólicos.

El gobierno decretó estado de sitio y toque de queda desde el 1 de diciembre. (Foto: La Prensa)

No obstante, a un día del 1 de diciembre, anunciaban que las actividades quedaban canceladas por la crisis en la que se sumió el país y la incertidumbre de no saber oficialmente quién era el presidente. Además, había que tener en cuenta que en días anteriores se reportaron manifestaciones que habían sido reprimidas violentamente.

El país entero fue puesto en Estado de Sitio, las garantías constitucionales fueron suspendidas y se estableció un toque de queda por diez días, desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la mañana (que luego fue modificado de 8pm a 5am).

Corresponsales Clave intentó comunicarse con algunas de las organizaciones que trabajan en derechos humanos y que cuentan con una plataforma digital para denuncias desde las personas con VIH y poblaciones clave, pero no se obtuvo respuesta.  Sin embargo, se pudo conversar con la Karen Erazo, médica y coordinadora del Servicio de Atención Integral (SAI), respecto de cómo se estaba respondiendo en este contexto: “Estamos brindado las recetas de quienes logran llegar, pero no atención médica, quedando solo atención a los que presentan alguna condición emergente”, dijo

Por otra parte, Keren Dunaway, conocida joven líder en la lucha por los derechos humanos de las personas con VIH expresó a través de sus redes sociales: “Hoy es el Día Mundial de la Respuesta al VIH/Sida y hoy es un día muy triste en Honduras (…)”, en referencia a los acontecimientos recientes, para luego resaltar los problemas que atraviesa la juventud que vive con VIH: “… los jóvenes que vivimos con VIH sufrimos grandes violencia de derechos humanos, sexuales y reproductivos, falta de una Ley Especial de VIH, falta de educación sexual, falta de concientización y falta de empoderamiento (…).”

En Honduras se registraron represiones violentas a manifestantes.

Las elecciones del domingo 26 de noviembre sitúan a Honduras en un momento histórico, ya que por primera vez se reelegía un presidente, cuya candidatura era ilegal y a quien se le ha vinculado con el narcotráfico y con el robo de más de 15 millones de dólares del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), institución que brinda atención médica a personas asalariadas del país.

A una semana de haberse realizado las elecciones, el Tribunal Supremo Electoral no ha brindado declaraciones oficiales de quién es el ganador y Honduras se encuentra entre dos discursos presidenciales de los dos candidatos más fuertes: Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional y gobierno de turno, y Salvador Nasralla, un outsider que surgió de la Alianza Opositora Contra la Dictadura (Partido Libre y Pinu); ambos declaran ser los presidentes electos de esta contienda.

En medio de la crisis, el estado de sitio y el toque de queda, las violaciones de derechos humanos (D.D.H.H.) aumentan y vulneran aún más a las poblaciones clave, tal cual lo expresó Viena Ávila, defensora de D.D.H.H. y feminista transgénero: “Esta crisis nos está afectando a todas y todos, pero en especial a las mujeres trans que ejercen trabajo sexual; ellas, que de por sí viven en constante acoso y un entorno violento, ahora la violencia incrementará como en años anteriores, tal cual en el Golpe de Estado y ahora con el toque de queda; las compañeras ni siquiera pueden salir a trabajar”.

En un informe realizado por Cattrachas se registró que luego del Golpe de Estado en el 2009, la magnitud de la violencia se desproporcionó; los indicadores mostraron las atrocidades cometidas sobre los cuerpos de personas LGBTI, con una media de cuatro a cinco (4 a 5) muertes violentas por mes en los últimos seis meses de ese año; mientras que de 2010 a 2015 la media indica dos a tres (2 a 3) muertes de personas LGBTI por mes.

Las instancias a cargo de proveer atención en salud no cuentan con un proceso claro respecto de que hacer en este tipo de situaciones. La crisis hondureña nos pone ante un escenario de total vulnerabilidad en la protección de derechos humanos y en el acceso a atención integral de las personas con VIH y poblaciones clave. En un contexto así, las conmemoraciones del Día Mundial de la respuesta al sida quedaron rezagadas.

País: Honduras

Acerca del autor

Catherine Aurora Calderón

Comunicadora Social | Honduras
Organización: Fundación Llaves

Catherine Aurora Calderón es una joven hondureña, quien trabaja en la respuesta al VIH desde los 17 años, se enamoró de ella y siguió trabajando en ella como voluntaria a través de la Organización Llanto, Valor y Esfuerzo (Llaves). Ha trabajado como periodista de la Revista LLAVES Informativa en Honduras y colaborado en la Revista IMPACTO, ambas enfocadas a dar información clave sobre el VIH y temas relacionados, además trabaja en una agencia de publicidad tradicional y digital. Actualmente es la oficial de comunicaciones de Llaves y es Corresponsal Clave.

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  • La vulneración a los Derechos Humanos se recrudecio con el Golpe de Estado que vivío Honduras en el 2009 donde los asesinatos estaban a la vuelta de la esquina, una catastrofe económica en un pais casi destruido y carcomido por la corrupción en las instituciones del Estado, vino a dar el golpe de gracia el fraude electoral en las elecciones del año 2017 el cuál por medio de las armas se ha mantenido sometiendo a la población, situación que a afectado en peor manera a las poblaciones clave, donde el gobierno aumentó en 300% el presupuesto militar pero redujo el presupuesto del sistema sanitario, afectando directamente los centros de atención integral para las personas infectadas por VIH ya que no pueden accesar a un tratamiento antirretroviral en forma y la reducción del personal para atenderles, este contexto económico, político y social ha venido a poner en precario la salud de los más necesitados.