La organización Acción Ciudadana Contra el SIDA (ACCSI) llevo a cabo un interesante conversatorio cuyo objetivo fue hablar sobre La Viruela Símica en Venezuela, este encuentro congregó miradas científicas y la sociales en el complejo contexto que atraviesa el país.
Con la moderación de Emperatriz Nieves, abrió el dialogo Alberto Nieve, director de ACCSI, quien mencionó que la Viruela del Mono esta afectando al mundo, pero que en Venezuela representa un reto diferencial debido a que ocurre en el contexto de una crisis humanitaria compleja que, desde 2015, afecta a todas las esferas del país pero principalmente al sistema sanitario alterando “su capacidad de respuesta”.
Así mismo Omar Sued, asesor técnico de VIH y parte del equipo de gestión de incidencia de la viruela símica de la OPS en Washington, proporcionó un panorama epidemiológico regional y expuso sobre las implicaciones de esta enfermedad.
En este sentido, mencionó que para finales de agosto del presente, en las Américas se habian registrado 27.228 casos confirmados, con lo que se supera a Europa que fue el epicentro del brote (22.363 casos). La mayoría de estos provienen de Estados Unidos y, en la Región, de Brasil y Perú (este último país destaca por su sistema de búsquedas activas de casos). El perfil epidemiológico continúa concentrándose en Hombres jóvenes que tienen sexo con hombres (HSH) y muchos de estos casos presentan alguna ITS(30%) , esta observación puede ser resultado del sesgo propio de que esta población acude de forma más regular a consultas de chequeo médico. Igualmente, se observa que los brotes comienzan en las capitales de los países y luego se diseminan.
Así mismo, Sued afirmó que sigue observando una mayor transmisión en contextos de encuentros sexuales en un subgrupo de hombres gais que tiene múltiples parejas. De estos, solo el 11% ha requerido hospitalización para el manejo del dolor y por la imposibilidad de realizar aislamiento en su domicilio (para conocer más detalles sobre la prevención y características del Monkeypox consultar Actualización sobre Viruela Símica).
Un aspecto relevante, es que algunos estudios demuestran que en ciertos contextos los contagios han bajado, gracias al cambio de comportamiento de las comunidades. El especialista mencionó que igualmente hay que “respetar y trasmitir la información de forma no estigmatizante”.
Por su parte la Dra. Patricia Valenzuela, Internista, infectóloga y vicepresidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, hablo del contexto venezolano, mencionando que en el país solo hay tres casos confirmados provenientes de España, Brasil y Perú, de los que hay “escasa información acerca de sus características (…) las autoridades sanitarias y oficiales han mencionado estos casos por Twitter(…) y el último lo difundió el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y la tecnología”.
En Venezuela solo hay un Centro con capacidad de diagnóstico de la viruela símica que es el Instituto de Higiene Nacional. En la actualidad, el brote en el país se caracteriza por la falta de información oficial, de vigilancia y campañas de prevención. Al respecto Sued puntualizó que el hecho de que hubiera pocos casos se podía deber a que en realidad hay tres casos o a la falta de cobertura y vigilancia epidemiológica.
En esta línea Edgar Carrasco, defensor de los derechos humanos, mencionó las implicaciones éticas en cuanto a las medidas sanitarias dentro del contexto venezolano, partiendo de la premisa de que “la crisis de salud publica afecta constantemente los recursos, la respuesta y la acción de las comunidades” y que está caracterizada por el deterioro del sistema publico de salud y la escases.
El defensor apunta a que las epidemias requieren una “respuesta sobre la marcha” que esta comprometida en el país, sumando la acción de actores externos en redes sociales, el desarrollo de teorías conspirativas que limitan la respuesta y señalan a un grupo. Así mismo, aseguró que en Venezuela se vive una realidad de poca confianza de las comunidades a los organismos e instituciones públicas y la ausencia de campañas de prevención “la poca respuesta que hay es errática y no equitativa”, por lo que se hace urgente la apertura de debates que apunten al equilibrio y puedan fortalecer a la sociedad civil frente a estos desafíos políticos y sociales; a la vez del acceso a servicios eficientes y equitativos, la promoción de la participación de las comunidades, el fortalecimiento de la investigación y la transversalización de los derechos humanos en los documentos y propuestas oficiales.
Por su parte el Dr.José Esparza, científico virólogo miembro de la Academia Nacional de Medicina, abrió su
exposición con la aclaración de que la pregunta que hay que hacerse es “¿Cuál será la intensidad de Monkeypox? Porque ya llegó”.
Al respecto la Academia Nacional de Medicina venezolana, el 24 de Julio, realizó cinco recomendaciones al estado venezolano, la primera declarar una alarma sanitaria con el fin de que haya mayor disponibilidad de recursos “¿alarma sanitaria con tres casos?”, comentó el Dr Esparza, la respuesta es sí, puesto que, el fin no es responder a la epidemia si no prevenirla. En segundo lugar, llama la atención sobre la necesidad de asegurar la transparencia, con el debido respeto a la privacidad. Igualmente, reforzar la capacidad de diagnostico molecular y monitoreo genético del virus porque “no es suficiente con que haya un centro diagnostico en Caracas”. Desarrollar programas de vigilancia epidemiológica activa, incluyendo clínicas de Infecciones de Transmisión Sexual y comenzar las diligencias para asegurar tratamiento antiviral y vacunas contra la viruela Símica.
Así mismo, invita a priorizar las acciones en función de los datos epidemiológicos. Desde su perspectiva la enfermedad puede evolucionar, de una primera fase de contagio de HSH que vienen de viaje, la segunda con casos locales de HSH y en una tercera fase que puede incluir a mujeres y otras demografías. En este momento, aclara, estamos frente a una oportunidad única para frenar el brote porque está contenido en una población y así es más fácil abordarlo.
Esta actividad, contó con una enorme participación de la sociedad civil regional y nacional y mostró la necesidad de afrontar este brote desde diferentes perspectivas y aristas donde la transparencia y la confianza deben ser transversales.
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