El medicamento cabotegravir inyectable de acción prolongada tiene una mayor eficacia en la prevención que la combinación de tenofovir y emtricitabina (Truvada®), el comprimido más usado hasta ahora, lo que es un importante avance ya que permitiría reducir las consultas médicas de usuarios y reduciría el factor de adherencia; la compañía farmacéutica espera solicitar la aprobación de la FDA a principios de 2021.
El anuncio es una alentadora muestra de esperanza en la respuesta frente al VIH y el sida, además de ser un importante esfuerzo para la prevención, donde según las últimas estimaciones de ONUSIDA, en 2019 alrededor de 1,7 millones de personas se infectaron con el VIH, llevando el total mundial a 38 millones de personas. También se reportaron 690,000 muertes por SIDA en 2019, pero estas muertes han disminuido un 39% desde 2010, según la ONU, en parte, debido al creciente acceso a terapias antirretrovirales, así como a medicamentos que pueden prevenir nuevas infecciones.
El estudio, que aún no ha sido publicado en revistas especializadas, ofrece una alternativa potencialmente más sencilla a la terapia basada en una pastilla al día de otros antirretrovirales. Los resultados actualizados anunciados en la Conferencia Internacional del sida (AIDS2020) muestran que cabotegravir, de la farmacéutica ViiV Healthcare, no solo es igual de efectivo, sino superior, a la Profilaxis pre Exposición de una toma oral diaria.
El ensayo incluyó a casi 4,600 mujeres trans y hombres cisgénero que tienen sexo con hombres. El doce por ciento de los participantes eran mujeres trans. Se realizó en 43 sitios en Argentina, Brasil, Perú, Sudáfrica, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam. Dos tercios de los participantes del estudio eran menores de 30 años y la mitad de los participantes estadounidenses se identificaron como personas afroamericanas.
La prueba comenzó ofreciendo a un grupo de participantes la tableta de tenofovir y emtricitabina y a la otra mitad cabotegravir. Un total de 52 infecciones por VIH ocurrieron durante el ensayo. Treinta y nueve infecciones ocurrieron en el grupo de tableta, mientras que 13 ocurrieron en el grupo de cabotegravir.
Raphael J. Landovitz, MD, presidente del protocolo del ensayo y profesor de medicina en la Universidad de California, Los Ángeles, dijo en un comunicado de prensa que estos resultados «tienen el potencial de transformar el panorama de la prevención del VIH».
Cabe recordar que la profilaxis pre exposición (PrEP), provista en pocos países de América Latina y el Caribe, consiste en un tratamiento para prevenir el VIH en aquellas personas con mayor exposición al riesgo de contraer la infección. Se trata de una combinación de dos fármacos en una sola pastilla, ingerida una vez al día, y que algunos estudios han demostrado que reduce en casi un 90% las infecciones.
PrEP y COVID
Según un reciente estudio del Ministerio de Sanidad de España, efectuado a través del Plan Nacional Sobre el Sida, recoge la incidencia y severidad del COVID-19 en personas que viven con el VIH y que están recibiendo tratamiento antirretroviral.
Según los resultados, las personas VIH positivas en tratamiento con los fármacos tenofovir/emtricitabina (TDF/FTC), el medicamento que se utiliza para la profilaxis pre-exposición (PrEP), tienen un menor riesgo de infección y hospitalización por COVID-19 que otras personas VIH positivas con otros esquemas de tratamiento.
A pesar de que estos hallazgos podrían entusiasmar a la comunidad internacional, el equipo de investigación ha precisado que se requieren estudios rigurosos para determinar su verdadero impacto en el manejo de la infección por COVID-19.
Es de particular importancia contar con opciones terapéuticas y farmacológicas -económicas y complementarias- a las ya existentes dentro de los esquemas sanitarios de prevención de los que disponen los sistemas de Salud en el mundo.
Los nuevos hallazgos en prevención a través de tecnologías farmacológicas, es un llamado a las autoridades gubernamentales para ampliar la oferta de PrEP para las poblaciones claves, así como garantizar que la prestación de servicios esenciales para el VIH como el suministro de terapias antirretrovirales sea entregada sin interrupciones a la comunidad de personas que viven con VIH, no hacerlo implica una vulneración a los derechos fundamentales de cuidado de la salud y la vida de miles de personas en la región.
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