A partir del año 2011 la Organización Panamericana de Mercadeo Social (PASMO, por sus siglas en inglés) iniciará por primera vez en Costa Rica un programa de prevención combinada para la atención del VIH y de las infecciones de transmisión sexual (ITS) que incluye un componente de comunicación para el cambio de comportamiento, el cual pretende brindar conocimientos a las poblaciones en mayor riesgo (PEMAR) que lleven a una disminución general de la incidencia de estas afecciones.
En Costa Rica no ha existido un programa similar al de PASMO, ya que el gobierno solamente ha hecho campañas aisladas y esporádicas de información; además, el componente educación de la estrategia de información, educación y comunicación (IEC) se ha dejado en manos del Ministerio correspondiente, el cual tiene un contenido muy básico que se ejecuta con escaso impacto. Por otro lado, algunas organizaciones de la sociedad civil realizan acciones en la línea del cambio de comportamiento, pero son puntuales y desarticuladas.
La PASMO, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, del Banco Alemán para el Desarrollo y de fundaciones privadas, desarrollará una estrategia denominada “prevención combinada” en alianza con otras organizaciones de la sociedad civil locales, que busca educar a estas poblaciones para que identifiquen cuáles son las conductas que implican un mayor riesgo para su persona, de manera que obtengan las herramientas necesarias para protegerse, prevenir una infección o evitar el empeoramiento de una situación ya dada. De acuerdo con Hellen Cordero, psicóloga que trabaja con este organismo, la prevención combinada intenta ayudar a que la persona “conozca dónde buscar ayuda y obtenerla de manera amigable y sensible, pero que además tenga allí los instrumentos y servicios necesarios para prevenir y tratar estas enfermedades”.
Cordero indicó además que la estrategia de prevención combinada se desarrolla “desde un enfoque de derechos y con perspectiva de género”, con una visión que pretende integrar tanto la prevención como la atención, el tratamiento y el seguimiento. Prevención combinada, según menciona Cordero, “quiere convertirse en un proceso donde la población sea sujeto activo de la participación y de la recepción de un conjunto de acciones que, todas juntas, le darán herramientas para prevenir y cuidar su salud”. Esta estrategia se desarrolla mediante tres componentes: el elemental, que corresponde con la promoción de comportamientos saludables y el acceso a condones; el biomédico, que involucra las pruebas, exámenes posteriores y el tratamiento; y el complementario, que brindará productos y servicios con base en las necesidades específicas de cada población, como la referencia a grupos de apoyo y centros de atención.
PASMO es una entidad que desde el año 1997 realiza labores similares a esta iniciativa en todos los países de América Central y Belice para mejorar la disponibilidad, el acceso y el uso de la información, así como de productos y servicios claves de salud.
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