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Editorial: Luchemos por lo que importa

El Fondo Mundial para el sida, la Tuberculosis y la Malaria (el Fondo) se encuentra en el proceso de recaudar los fondos necesarios para los próximos años. El precio del ticket es no menos que de 18 mil millones de dólares americanos. El último evento alcanzó la cifra récord de 16 mil millones de dólares.

¿Por qué más? Porqué es la única manera que el Fondo Mundial aumente la cobertura de servicios, recupere los daños ocasionados por la pandemia del COVID19 e implemente la estrategia. Esta no es una estimación aproximada, sino que el Fondo encargó a un panel de expertos externos identificar cuál es el monto necesario y esto se realiza por un caso de inversión. Así, los donantes comprenden lo que se logrará si se movilizan los recursos establecidos. Aquí puedes acceder una versión abreviada del caso de inversión: link.

Si se logra la suma solicitada, se salvarían 20 millones de vidas, que representa para las tres enfermedades una reducción del 64%.

Es indiscutible el hecho que el Fondo Mundial y otros donantes han reducido su inversión en países de renta per cápita media y epidemias pequeñas y sobre todo concentradas. Sin embargo, en la mayoría de nuestros países siguen jugando un rol. La inversión catalizadora en tratamiento, por ejemplo, del VIH, obligó a los Estados a poner sus recursos en tratamiento antirretroviral. En muchos países, con funcionarios conservadores, el Fondo continúa invirtiendo prevención combinada y, en particular en PrEP, con el objetivo de aumentar los diagnósticos oportunos y su derivación dentro de los sistemas de salud.

Los países, por medio de sus Mecanismo Coordinadores de País (MCP) y Diálogos Nacionales deciden qué solicitar al Fondo Mundial. Las propuestas que pasan por el Panel Técnico Revisor deben ser técnicamente claras (donde el valor de inversión esta maximizado), basadas en las evidencias y sostenibles. Por eso, en todas las regiones del mundo, muchas solicitudes van y vienen hasta que se hacen los ajustes necesarios.

Durante la peor parte de la pandemia de covid, el Fondo Mundial dio una significativa flexibilidad a los MCP y Receptores Principales en los países de la región para uso exclusivo de la respuesta a la urgencia de covid, seguido por un fondo de emergencia donde todos los proyectos nacionales y regionales pudieron acceder a fondos específicos. Luego, bajo el mecanismo de respuesta al covid-19, conocido en inglés como C19RM, el Fondo Mundial financió intervenciones sobre covid pero alineadas con la respuesta al VIH, la TB y la malaria. Muchos millones de vidas se salvaron por la capacidad del Fondo de actuar con celeridad y poner a disposición los recursos que la pandemia necesitaba.

Mucho de esto se perderá si el Fondo Mundial no logra movilizar al menos 18 mil millones de dólares americanos. No sólo se acelerará la transición de muchos países de renta media en regiones con epidemias concentradas, sino que las iniciativas especiales deberán ser suspendidas, incluyendo los proyectos regionales.

Es por eso que necesitamos cambiar la narrativa de la queja constante sobre lo que el Fondo Mundial no haría en la región, el árbol, para poder ver el bosque, la nueva estrategia del Fondo. Todos aquellos que trabajamos en algún momento o en la actualidad con el Fondo Mundial debemos unirnos para decirle a los países donantes y al sector privado que necesitamos este mecanismo, si queremos poner fin al sida como una amenaza de salud pública para el 2030.

Es posible, pero tiene un costo. Pensemos en un bien común, mayor a nuestra situación particular, e imaginemos como se verá nuestra región sin ninguna inversión del Fondo.

Les invitamos a una serie de campañas que lidera Corresponsales Clave y la Plataforma VIH2020 para apoyar los esfuerzos de incidir en el reaprovisionamiento de fondos. Después de veinte años del Fondo Mundial en América Latina hay muchas historias de éxito que podemos compartir. Tú puedes contar la tuya.

¡Súmate a Luchar por lo importa!

País: Internacional

Acerca del autor

Javier Hourcade Bellocq

Editor responsable de Corresponsales Clave y Representante Regional de América Latina y el Caribe | Argentina
Organización:International HIV/AIDS Alliance

Javier Hourcade Bellocq es el Editor Responsable de Corresponsales Clave y trabaja en VIH desde 1987. Fue uno de los fundadores y el primer Secretario Regional de la Red Latinoamericana de Personas Viviendo con VIH (RedLa+). Desde 2003, Javier trabajó para la International HIV/AIDS Alliance (Frontline AIDS), primero como Oficial de Programas Senior a cargo del programa de la Alianza en Ecuador, y desde 2005 como Representante Regional para América Latina y el Caribe. Javier es miembro de la Delegación de las Comunidades de la Junta del Fondo Mundial y fue Miembro de la Junta del Fondo Mundial entre 2006 y 2009. Está basado en Buenos Aires, Argentina.

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