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Editorial: PrEP, ¿diez años perdidos?

El viernes 27 de agosto la Asociación Ciclo Positivo organizó un panel sobre la Profilaxis Pre-exposición o PrEP con participantes de todos los sectores incluyendo el Ministerio de salud. Aunque se nota un mayor grado de aceptabilidad en la organizaciones y líderes, incluyendo la cartera de salud de Argentina que inició su primer proyecto de acceso, aún se escuchan discursos anti-PrEP que en una década no han cambiado.

La Asociación Ciclo Positivo de Argentina, es una novel organización de la sociedad civil que en su corta existencia ya se ha posicionado como un espacio que ofrece una intersección interesante entre ciencia, evidencia, reflexión y política, formada eminentemente por jóvenes que nos ofrecen la posibilidad de hacer cosas diferentes y nuevas.

Me tocó participar como audiencia de un panel virtual que me permitió ser testigo sobre las narrativas y acciones en torno a la PrEP en Argentina. Los representantes del Ministerio de Salud, el doctor Jorge Barleta, experto de la Dirección Nacional, acompañado por el nuevo director de Enfermedades Transmisibles, Hugo Feraud, presentaron la estrategia Prevención Combinada e hicieron eje en el nuevo programa de acceso a la PrEP, liderado por la cartera sanitaria. Aun cuando uno podría objetar la pequeña escala del programa, es una excelente noticia que la Dirección haya avanzado en la implementación de todas las intervenciones de prevención combinada, en un contexto donde todos pensamos que hace más de un año solo se responde a la pandemia de COVID – 19.

Estela Carrizo presentó los servicios que brindan en la ciudad de Mar del Plata a las poblaciones clave y a las personas con VIH, razón por la cuál fueron elegidos Centro Comunitario para ejecutar estas intervenciones incluyendo el acceso a la PrEP. Luego, Nadir Cardozo, de la Asociación ATTTA compartió los desafíos del acceso a la prevención para las personas trans, en particular las trabajadoras sexuales, y se explayó en la experiencia de un protocolo sobre PrEP, liderado por la Fundación Huésped, en el que participó. En las presentaciones y en la discusión en el chat se podía notar una mayor apertura frente a la PrEP como una opción, como una herramienta de la caja diversa de la prevención combinada.

Sin embargo, aún persisten algunas dicotomías algo abstractas como, por ejemplo, que ofrecer los ARV que se utilizan en esta estrategia podría ir en desmedro del acceso a los medicamentos de las personas con VIH o que se estaría medicalizando la vida de los usuarios de la PrEP. Pero creo que todos hemos aprendido que hemos perdido mucho tiempo discutiendo PrEP entre las personas con VIH, cuando estaban ausentes en estos debates les potencialmente beneficiarios.

La Dirección de Sida presentó la estrategia Prevención Combinada e hicieron eje en el nuevo programa de acceso a la PrEP.

En este panel hubo un punto de inflexión, con la presentación de uno de los fundadores de Ciclo Positivo, el doctor Franco Bova, en su condición de usuario de la PrEP. Y ahí es cuando debemos ser fieles a la repetida máxima del VIH, que palabras más palabras menos dice “nada sobre o por nosotros sin nosotros”.

Les anti-prep

Antes de Franco hizo la presentación un colega de una organización con una muy notable trayectoria en la discusión e incidencia política de la Propiedad Intelectual y las patentes, su especialidad, que alcanza a una minuciosa tarea de monitorear el uso del presupuesto en la respuesta al VIH. Sin embargo, desde hace casi diez años militan una retórica anti-PrEP en cualquier espacio donde tienen un micrófono. Me tomo la atribución de no presentarlos por su nombre en cumplimiento de la regla número uno cuando toca lidiar con la infodemia y las organizaciones y voceros, en este caso anti-PrEP, pero que podrían ser anti-vacunas. Pues la estrategia de las personas anti-PrEP, ha sido un discurso fanático que tuerce datos y evidencias científicas y azuza intereses espurios de quienes la promovemos con la industria farmacéutica.

Como comunicador, siempre me apasionan estos fenómenos y ante una catarata de información seudocientífica, me tomé el trabajo de tomar imágenes de algunas pantallas. La narrativa es la misma, solo que cambia el tema. Cualquier artículo periodístico o información sin citar fuentes ni otorgarles jerarquía vale. Es difícil identificar cuándo se esta citando información científica o personal y editorial. Hubo un X por ciento de personas que usaban PrEP que se infectaron, citas sobre efectos secundarios y adversos sin aclarar que la fuente es una Persona con VIH con veinte años de tratamiento antiretroviral, una serie de proyecciones de gasto (cuando hablamos de una inversión) que son imposibles de contrastar con datos reales y, por supuesto, que todo esto esta motorizado único y exclusivamente por la industria farmacéutica. Por ende, seguir sugiriendo que aquellos que defienden o promueven la PrEP están financiados por la industria.

Lo primero que hemos aprendido a hacer con los grupos Anti-vacunas, Anti-PrEP, Anti-derechos y Anti-aborto es no caer en la trampa de intentar debatir, pues esto resulta en darles una entidad y un espacio que es dañino. De más está decir que estoy absolutamente seguro de que las huestes de la resistencia contra la PrEP nada tienen que ver con los grupos que listo arriba. Solo comparten las mecánicas y las tácticas comunicacionales. A la larga, pierden espacio e influencia frente a las evidencias científicas, los resultados de las acciones basadas en las evidencias y las intervenciones que promueven un acceso equitativo e igualitario a la salud.

Hace casi diez años que apareció la PrEP en la respuesta del sida y en la mayoría de los países de la región su acceso sigue detenido por Programas y Ministerios que no quieren invertir recursos o tienen un sesgo ideológico y religioso, y en el “mismo lado de la mesa” una mayoría de personas para los que la PrEP les habría llegado un poco tarde. Aún esta demorando el acceso a un método profiláctico para quienes el preservativo no alcanza.

Las personas con VIH nos hemos embanderado en promover el discurso que las personas con carga indetectable no tienen posibilidad de transmitir el virus, conocido como I=I, solo posible en personas que toman antiretrovirales con adherencia (y por el resto de sus vidas), y consideramos que ofrecer la opción del uso de un componente del tratamiento del VIH, es medicalizar la vida, a la vez de hacerle el juego a la industria farmacéutica que los fabrica, sea nacional o internacional.

Así como las personas que viven con VIH tenemos derecho al acceso a los más eficaces y óptimos esquemas de tratamiento por parte del Estado en forma gratuita o bajo cualquier esquema de aseguramiento alternativo, de igual forma el colectivo de personas que viven sin VIH tiene derecho a seguir siendo seronegativas, independientemente si usan o no en forma consistente el condón. Quienes vivimos con VIH sabemos que aunque haya avanzado la ciencia y los tratamientos a casi una sensación de cronicidad, no por vergüenza, sino por calidad de vida, es mejor vivir sin VIH. Y para la industria farmacéutica, si se les pudiera juntar como un todo homogéneo, será siempre mejor negocio una persona con VIH, que sin este (simples matemáticas).

En tiempos de Chemsex y Slamming como prácticas cada vez más generalizadas, sobretodo en el subgrupo de hombres gais de clase media y alta, quizás debiéramos aprovechar las energías en establecer vínculos con quienes disfrutan de estas prácticas para pensar en acciones de reducción del daño. Ya que existen evidencias de una baja adherencia a la PrEP o los ARV (si son personas con VIH), en un contexto de prácticamente cero uso de preservativos, donde el VIH, las ITS y la hepatitis son uno de los problemas, como quedar enganchado en el uso sin control y fuera del espacio recreativo de metanfetaminas, ketaminas, mefedronas, entre otras, incluyendo su uso por vía inyectable. La reducción del daño es parte esencial de la prevención combinada.

Más que nunca debemos ser responsables en el uso de nuestro potencial efecto de influenciar, porque, convencidos que defendemos una noble causa, nos interponemos entre las personas vulnerables al VIH y herramientas excelentes de prevención, incluyendo sus derechos.

La respuesta al covid nos ha demostrado que en la mayoría de los países, cuando entramos en una crisis sanitaria, los recursos para invertir en vacunas aparecen. Y que aquellos con un 35% de riesgo aumentado a enfermar por covid y fallecer por sus complicaciones son las personas con VIH. Y la existencia de grupos de fanáticos Anti-vacunas están causando un daño irreparable en las estrategias de inmunización, en aquellos países donde la preciadas vacunas sobran.

Celebro el surgimiento de nuevas organizaciones y liderazgos, nuevos espacios para el debate en momentos donde parece que el VIH no es prioridad, pero en particular reconozco a las personas que usan PrEP, valientes, que ya empezaron a tomar el micrófono para pelear por sus derechos al acceso. No podemos darnos el lujo de seguir debatiendo PrEP, urge incluirla en los paquetes de prevención combinada en cantidad y forma que responda a la demanda. Y para asegurar no reprimir y moderar la demanda, demos las palabras a las personas que viven sin VIH, dispuestas a tomar pastillas todos los días o por eventos, para seguir viviendo sin el virus. “Es hora de hacer más y hablar menos, pero si aún necesitamos dialogar aseguremos de no hablar por elles”.

País: Argentina

Acerca del autor

Javier Hourcade Bellocq

Editor responsable de Corresponsales Clave y Representante Regional de América Latina y el Caribe | Argentina
Organización:International HIV/AIDS Alliance

Javier Hourcade Bellocq es el Editor Responsable de Corresponsales Clave y trabaja en VIH desde 1987. Fue uno de los fundadores y el primer Secretario Regional de la Red Latinoamericana de Personas Viviendo con VIH (RedLa+). Desde 2003, Javier trabajó para la International HIV/AIDS Alliance (Frontline AIDS), primero como Oficial de Programas Senior a cargo del programa de la Alianza en Ecuador, y desde 2005 como Representante Regional para América Latina y el Caribe. Javier es miembro de la Delegación de las Comunidades de la Junta del Fondo Mundial y fue Miembro de la Junta del Fondo Mundial entre 2006 y 2009. Está basado en Buenos Aires, Argentina.

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