En América Latina, casi el 50% de las nuevas infecciones por el VIH se atribuyen a los hombres gais, otros HSH y a las mujeres transgénero; por ello, es necesario monitorear las necesidades y las intervenciones dirigidas a estos grupos, crucial para lograr el compromiso de poner fin al sida en el 2030.

En ese contexto, diversos actores de la región unieron esfuerzos para dar respuesta no solo a conocer la situación de la prevención en estas poblaciones, sino para incidir en mejores servicios, acompañarlos y monitorearlos.
En ese contexto, Sergio Montealegre, director de programa para América latina de HIVOS, dijo que en el 2017, el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria hizo un pre-llamado, único para la región, para que las redes regionales presentaran propuestas de trabajo y desde ahí las redes comenzaron a trabajar y miraron hacia adentro: cómo estaban haciendo sus intervenciones de prevención, promoción, abogacía e incidencia política.
En cuanto a las acciones de prevención en Latinoamérica, se discutió en este espacio que la mayoría de países no están haciendo campañas de prevención, y donde hay, las campañas son subliminares y no llega directamente a las poblaciones, algo que preocupa frente a los escenarios políticos en la región, que están poniendo en riesgo los avances en derechos humanos, fuertemente vinculados a temas de prevención de VIH.

Ricardo Baruch, activista, consultor e investigador en temas de salud y derechos sexuales y reproductivos cuestionó lo que está pasando con la epidemia en México: “probablemente ya hayan escuchado, pero la verdad es que estamos en un momento de crisis, quizás la crisis más relevante en tema de VIH en los últimos 15 años debido a diversas decisiones que se han venido tomando por parte del nuevo gobierno en cuanto a prevención a tratamiento, entonces la cosa no va tan bien”, dijo.
En el espacio se presentó también un estudio de caso de Ecuador, el trabajo de Corporación Kimirina, donde han realizado pruebas de detección del VIH, han realizado un tamizaje previo brindando información a personas que recibieron asesoramiento pre-prueba y post-resultado. El impacto en el acercamiento de los hombres a la prevención y en el oportuno acceso a atención integral en caso tengan diagnóstico positivo, es destacable; se redujo en más de 50 días el tiempo de espera entre el diagnóstico positivo el el acceso a medicamentos.
En este satélite se abordaron algunos supuestos que se deben de trabajar en los servicios de prevención en HSH y mujeres trans, y tener en cuenta la percepción de las poblaciones respecto de los servicios, además de conocer sus prácticas, expectativas y conocimiento.
También se mencionó que el aumento socioeconómico y la inclusión resultante de las acciones de organizaciones de sociedad civil de personas GBT conducirá –eventualmente- a un mayor bienestar, menos pobreza, más libertad y menos violencia en la sociedad; aspectos que deben tomarse en consideración para la adaptación de los servicios de salud a las poblaciones.
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