Desde noviembre del 2013, cuando el embajador de los Estados Unidos, James Brewster, juramentó en sus funciones en República Dominicana, se generó un dilema que –afortunadamente, por ahora- parece no tener fin. Aun antes de ocupar oficialmente su cargo, diversos grupos y líderes de diferentes comunidades de fe manifestaron abiertamente su oposición a que Brewster fuese recibido en el país.

Por el otro lado, activistas y miembros de la comunidad LGBT mostraron desde el principio su entusiasmo y buena disposición porque entendieron que Brewster vendría a visibilizar a este segmento poblacional y a propiciar cambios que contribuyan a romper las barreras que a diario enfrenta la comunidad de la diversidad sexual en República Dominicana para ejercer plenamente sus derechos. Desde entonces diversos grupos han emprendido acciones a favor y en contra de la agenda del embajador norteamericano.
“Lo que ha hecho el señor embajador es abrir brechas y crear oportunidades para que los maricones dejemos de pasar trabajo y ser explotadas y abusadas sexualmente,” expresó Amaurys, una chica trans trabajadora sexual.
Por su parte, Stephania Hernández, ex directora de Gente Activa Y Participativa (GAYP); entidad que lucha a favor de los derechos de las personas LGBT, expresó a Corresponsales Clave que “el embajador no ha hecho más que visibilizar los conflictos y limitaciones que sufre nuestra comunidad en todos los estratos sociales; apoyarnos, ya que a él, por ser diplomático les abren puertas que a nosotros y nosotras nos son negadas. (…) La gente inventa cosas, como que él fomenta la homosexualidad en las escuelas, pero eso no es cierto, más bien lo que hace es hablar sobre el respeto a la dignidad, la libertad de derechos y la no discriminación bajo ningún argumento”.
En los últimos años, la población LGBT ha dado importantes pasos de avance en materia de derechos, como el acceso a servicios de salud, educación y empleo; no obstante ello, siguen siendo ignorados por los tomadores de decisiones y muchas políticas públicas, situación que los coloca en mayor riesgo de vulnerabilidad a diferentes tipos de violaciones.

Por esta razón, organizaciones que agrupan a la diversidad sexual han sabido aprovechar el ruido que causa la designación de un embajador gay en el país para levantar sus voces, haciendo caso omiso a declaraciones obscenas como la emitida por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, cuando se atrevió a decir que “como esposa que es de un señor, que se ocupe de la casa. Eso es lo que tiene que hacer”, refiriéndose al embajador Brewster y dejando al descubierto más machismo que sensatez.
Diversas personalidades del ámbito político y educativo han expresado en las últimas semanas su rechazo a cualquier acción que realice el embajador, alegando que al presentarse con su esposo atenta contra la moral del pueblo dominicano e induce a niños y niñas a practicar la homosexualidad.
En medio de los conflictos que se han suscitado, podemos decir que la comunidad LGBT se ha fortalecido y la sociedad civil en general comienza a dar muestras de sensibilidad y respeto, principalmente en los grupos de más jóvenes.

Pese a las críticas, el embajador cuenta con el apoyo de Washington y con el de la comunidad LGBT Dominicana. Gracias a su impulso se creó la primera Cámara de Comercio de la Comunidad LGBT dominicana, la cual ofrecerá oportunidades y canales a todas las empresas, grandes y pequeñas, para conectar con algunos de los recursos más poderosos y pujantes del comercio a nivel mundial, según las propias palabras del embajador al diario Acento.Com.
“Es un referente muy positivo. Habrá un antes y (un) después”, dijo en abril a BBC Mundo Leonardo Sánchez de la Red de Voluntarios Amigos Siempre Amigos (ASA), organización que lucha por crear un clima social favorable para la población LGBT.
En los últimos días incluso se ha estado hablando “bajito” de emprender acciones dirigidas a la aprobación del matrimonio igualitario.
El cambio está para quedarse. Y el respeto a la diversidad sexual, también.
Muy interesante como la diversidad se va abriendo camino. Muy positivo que se este abriendo el debate.