Vía libre -Plataforma LAC, la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/SIDA (ICW) y la Women 4 Global Fund (W4GF) organizaron un necesario espacio de encuentro para hablar sobre las necesidades y experiencias de las redes de mujeres que viven con VIH dentro del contexto de las subvenciones del Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria (Fondo Mundial).
Thea Willis, consejera sobre igualdad en el departamento de igualdad de género del Fondo Mundial, mencionó que el objetivo de la organización que representa es “maximizar la igualdad de género en el aspecto médico y los derechos humanos” que se traduce en que los requerimiento de igualdad estén alineados a las estrategias y abordajes técnicos que se planteen en los diferentes proyectos y programas.
La ponente mencionó que el panel de revisión técnica del Fondo Mundial revisa cada solicitud asegurándose que se tenga una visión amplia sobre el enfoque de género. Si bien afirmó que un 67% de los proyectos planteados toma en cuenta esta perspectiva, y que eso representa un avance en contraposición de las experiencias anteriores (antes era el 58%), “tenemos mucho que hacer por delante”, debido a que la mayoría solo se está enfocando en el ámbito laboral y disminución de la violencia, aspectos necesarios pero que no son suficientes para la inclusión de las mujeres, niñas y poblaciones LGBTQI+ dentro de los proyectos y programas. En este sentido resaltó algunas recomendaciones como llevar a cabo evaluaciones de la inclusión de la mirada de género con la participación significativa de las mujeres y las niñas; “muchas actividades básicas asociadas con el tema están reflejadas en el presupuesto pero se asignan en la parte de financiamiento extra, es importante que sean parte del presupuesto principal”, dijo Willis. Igualmente, rescató la relevancia de considerar las guías que se han elaborado (como la que se encuentra disponible aquí) en las que se resalta la importancia de la interseccionalidad y la desagregación de los datos por sexo y género.
“Cuando se considera género se relaciona con acceso a servicios pero tenemos una menor consideración cuando hablamos del riesgo, la vulnerabilidad y los resultados de servicio y atención médica. (…) debemos considerar como impacta esto en el acceso real a servicios (…) buscar que se tenga un enfoque formativo de género que contemplen las causas subyacentes de la desigualdad para maximizar la igualdad de género”, aseveró la ponente.
Por su parte, Sita Shahi, Coordinadora Regional de la Comunidad Internacional de Mujeres que Viven con el VIH en Asia y el Pacífico (ICWAP), comenzó su participación con la pregunta «¿por qué se inició el movimiento actual?» y señaló que “el movimiento de mujeres viviendo con VIH viene después del COVID buscando proporcionar cuidado y apoyo a largo plazo a estas mujeres, debido a que sus necesidades en el área médica se han ignorado (…) las redes de mujeres tienen desafíos para involucrarse en financiamiento globales”.
En esta línea Shahi mencionó la importancia del apoyo técnico en el involucramiento de las mujeres que viven con VIH para el acceso a fondos globales, en todas las fases del proceso de financiamiento a nivel de los países.
Olena Stryzhak, de la organización Mujer Positiva, desde Ucrania, destacó que la inclusión de la perspectiva de género en la propuesta para el Fondo Mundial han sido procesos largos que se siguen pensando y renovando hasta ahora; destacando que las iniciativas estratégicas regionales deben incluir a las mujeres dentro de los grupos de trabajo, así como en la asignación presupuestaria principal y secundaria.
Stryzhak nos habla desde un país invadido y en guerra donde hay necesidades de todo tipo para las mujeres refugiadas. En este contexto, mencionó que para la construcción de la subvención “fueron 5 meses de escucha a las mujeres dentro de un proceso muy complejo pero pudo realizarse (…) pudimos alzar la voz y mostrar las necesidades”. Igualmente, mencionó nuevamente el tema de la interseccionalidad para la inclusión mayor de personas con discapacidad y otras características o condiciones.
Igualmente, Sveta Moroz, Red de mujeres lesbianas sobre el sida en Ucrania, destacó las actividades lideradas por mujeres para el acceso a la documentación y la sistematización de “las violaciones a los derechos humanos por parte de la Federación rusa”. En este sentido, de manera general, mencionó la relevancia de la recolección de datos desagregados y el registro de la discriminación por tener VIH, especialmente en las mujeres y la sistematización del impacto que el estigma tiene sobre sus vidas.
Otro aspecto que ha resultado clave, mencionado por Moroz, fue la creación de mesas redondas para identificar personas clave en la toma de decisiones. Resaltó investigaciones encabezadas por mujeres en cuanto a derechos sexuales y reproductivos, y la evaluación de riesgo a gran escala enfocada en las mujeres que viven con VIH, trabajadoras sexuales y usuarias de sustancias que cubrió 15 países en el sureste de Europa y Asia central. Así mismo, destacó la poca participación de las mujeres trabajadoras sexuales en los diferentes espacios, haciendo un llamado a la visibilización.
Ángela León Cáceres, coordinadora W4GF, afirmó que “las cosas principales que queremos trabajar es la compresión y defensa de las mujeres que abogan en cuanto a los procesos de Fondo Mundial y el apoyo de las políticas y la inversión, con un enfoque especial en las acciones transformativas de género y estrategias de defensa para una participación significativa”. Esto involucra a las mujeres adolescentes y jóvenes que tienen poca participación en las redes.
Así mismo, León hizo énfasis en la necesidad de hacer foco en “las prácticas de monitoreo para que tengamos una participación significativa en el diseño, implementación y el proceso completo de solicitud de subsidios así como en la fase de implementación”.
Dentro de las recomendaciones clave, la ponente argumentó que “los proyectos deben estar basados en datos y evaluaciones”; para las subvenciones del Fondo Mundial “la preparación es esencial para que estemos involucradas con los socios (…) así como tener claridad de las fechas clave para (la) ventana de solicitud”. Igualmente, mencionó la necesidad de mapear los actores clave y las partes interesadas “para saber quién puede apoyar y fortalecer la capacidad de defensa en los diferentes niveles (…) preguntar a los mecanismos de coordinación de país sobre los grupos de trabajo técnicos para continuar con la estrategia de defensa”.
Para desarrollar las solicitudes hay dos puntos esenciales, según León Cáceres, primero tener presente que el ciclo de subsidio 7 da lugar a puntos de intervención para multilaterales y a asociaciones como STOP TB, que pueden apoyar a las redes en la inclusión de directrices globales. En segundo lugar, incluir los marcadores de igualdad de género “usar la información para tener poder, esta información está en la redes”.
Para finalizar Helen Aphan, de ICW África Occidental, hizo hincapié en la residencia de las mujeres “no hemos tenido la oportunidad de financiamiento que nos ayude a lidiar con las tres enfermedades TB, VIH y malaria” por lo que la búsqueda de las mujeres para mejorar su atención ha sido constante.
El evento liderado y desarrollado por mujeres con el fin de crear lazos y generar información de importancia para todos los actores involucrados en las subvenciones del Fondo Global resultó esclarecedor y necesario. El involucramiento de las poblaciones más vulnerables y más presentes en el cuidado de quienes viven con, o están afectadas por el VIH, la malaria y la tuberculosis a nivel global es definitivamente una prioridad.
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