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Reunión de Alto Nivel sobre la Cobertura Universal Sanitaria

El 21 de septiembres tuvo lugar la Reunión de Alto Nivel sobre Cobertura Universal Sanitaria o CUS por las siglas en español. El pleno de la Asamblea General aprobó la Declaración Política de reunión de alto nivel sobre CUS en la primera hora de iniciadas las sesiones.

En la semana del 18 al 22 de septiembre se desarrolló en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) y tres Reuniones de Alto Nivel, sobre preparación, prevención y respuesta a las pandemias (PPR), la siguiente sobre Cobertura Universal Sanitaria y el último día sobre la Tuberculosis (sobre la que profundizaremos más adelante). La ruta hacia las tres reuniones de alto nivel estuvo plagada de incertidumbre e intrigas versallescas propias de la ciencia ficción. No está claro cuál ha sido el beneficio secundario de esto cuando cada declaración política fuera aprobada en forma inmediata y mecánica. Al momento de publicar este artículo no concluyó la reunión sobre la Tuberculosis.

Cuatro por el precio de una

Nadie ha ocultado las críticas y el malestar frente a esta serie de reuniones, sobre todo por el efecto de dilución que ha tenido. Algunos jefes de Estado y muchos (si no todos) los ministros de salud o similar empezaron la semana con los ODS, seguido por las tres reuniones de alto nivel, lo que se tradujo en salas vacías de estas autoridades y discursos mecánicos preparados para que el mismo burócrata hablar en una semana de cuatro temas diferentes y no menos importantes. Es claro que los discurso en la Naciones Unidas no cambian mucho la realidad, como tampoco la reflejan, pues todos hablan de las maravillas que logran sus países. Debemos recordar que CUS y TB han tenido hace unos años sus reuniones de alto nivel separadas y antes del COVID, y algunos debates parecían que no hubieran pasado los últimos cuatro años.

Cobertura Universal Sanitaria

Quizás uno de los temas de la agenda global sanitaria que más se paralizo entorno a la pandemia fue la agenda de la CUS, como resultado de esto, poco y nada se avanzó desde el 2019.

El Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil para la CSU2030 desea subrayar la importancia de la atención primaria de salud para garantizar la equidad y no dejar a nadie atrás.

Las labores globales en torno a la CUS se trabajan con una secretaría a cargo de la OMS y el Banco Mundial, un comité directivo CUS 2030, una red de “amigos de la CUS” y en el caso de la sociedad civil, un Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil (CSEM por sus siglas en inglés). Una de las agendas prioritarias de CSEM sigue siendo incidir para que nadie quede atrás, entendiendo como la necesidad que cualquier formato o modelo de CUS no promueva un acceso a la salud para las elites sino por el contrario trabaje proactivamente por la inclusión transversal.

En otras palabras, demasiadas personas en todo el mundo -en particular los pobres y las poblaciones marginadas y vulnerables- siguen enfrentándose a importantes obstáculos para acceder a los servicios sanitarios esenciales, sean estos temas de salud por enfermedades transmisibles o no (NCD, por las siglas en inglés).

Un preocupante síntoma de las deficiencias en la agenda de CUS quedo evidenciado en el Informe de Seguimiento de la Salud Mundial publicado recientemente por la OMS y el Banco Mundial. Publicación del 2023, que muestra claramente que el progreso hacia el aumento del acceso a los servicios sanitarios esenciales y la reducción del gasto sanitario de bolsillo y catastrófico, según lo establecido en la Declaración Política sobre la CUS de 2019, se ha estancado o se ha detenido por completo.

A propósito de esta reunión de alto nivel el CSEM ha hecho un llamado a los gobiernos para:

  • Dar prioridad a los sistemas de salud de calidad, integrales y equitativos basados en la atención primaria de salud, entendiendo que urge fortalecer este nivel más cercano a la gente, la comunidad, y dejar de concentrar los servicios en hospitales en las ciudades.
  • Se preste especial atención al personal sanitario y asistencial, incluidos los trabajadores sanitarios de la comunidad, que cuenten con los recursos, la formación y la protección adecuados. En el mundo, el setenta por ciento de los profesionales de la salud (de todo tipo) son mujeres y las trabajadoras de la salud tiene una paga menor y una contratación más precaria respecto de un colega varón.
  • Garantizar que las políticas de financiación sanitaria amplíen la cobertura sanitaria de calidad y mejoren la asequibilidad. Para asegurar un sistema de salud sea sostenible, los recursos necesarios deben ser internacionales y nacionales, según sea el caso. Curiosamente, y después de la pandemia, debemos reconocer que la inversión en salud se ha aplanado.
  • Eliminar los pagos directos, de bolsillo por parte de los usuarios de los servicios, incluyendo toda forma de copago. Cualquier pago de un servicio sanitario puede representar un gasto muy difícil de costear por los usuarios y sus familias. Esto una barrera de acceso a los servicios para más de dos mil millones de personas cuya situación socioeconómica no les permitirá afrontar costo alguno. La gratuidad no solo tiene que ver con consultas médicas, estudios diagnósticos y medicamentos, sino incluye la oferta por ejemplo de nutrición, salud mental, odontológica, rehabilitación, cuidados paliativos, por mencionar algunos de aquellos que normalmente los sistemas sanitarios no cubren.

Esta agenda de incidencia, expectativas de la sociedad civil para que una cobertura sanitaria sea considerada universal, es urgente y necesaria. Quizás por este contexto de reuniones ómnibus, como con la reunión de alto nivel del 2019, en cuatro años veamos que la retórica diplomática con pocos compromisos y casi sin metas nos vuelva a confrontar con la realidad que no hemos avanzado.

Sólo podremos alcanzar la cobertura universal sanitaria cuando en nuestros país sea realidad que la salud es un derecho, un derecho humano, un derecho humano para todos.

Nota aclaratoria sobre el futuro de las declaraciones políticas:

Es importante comprender en detalle de lo que ha pasado en las plenarias de las tres Reuniones de alto nivel (HLM). La anunciada aprobación de la Declaración Política no significa que ha sido adoptada; todavía debe ser introducida formalmente a la Asamblea General para su adopción. Se espera que esto suceda en octubre y algunos expertos consideran que alguna o todas las declaraciones políticas por un lado están cerradas ya que los facilitadores han terminado su tarea, pero formalmente pudieran algunos Estados Miembros sugerir la introducción de cambios, y esto a su vez podría desencadenar una vez más negociaciones. Se estima también que los países más resistentes a algunas partes de las declaraciones políticas aprovechen esta oportunidad para proponer nuevos cambios volviendo su aprobación más larga y burocrática. Ver la carta que algunos países enviaron al presidente de la Asamblea General, incluyendo varios de nuestra región. Por ejemplo, sabemos que el lenguaje sobre sanciones ha sido y será resistido en los próximas semanas. El juego de poder y diplomacia no ha terminado y pudiera afectar aún más las Declaraciones Políticas por aprobarse. Hay que darle seguimiento y estar atentos, continuar un diálogo abierto con los funcionarios de salud, relaciones externas y las misiones en NYC. Los mantendremos informados e invitamos a las y los colegas a hacer lo propio por los canales de las HLM.

País: Internacional

Acerca del autor

Javier Hourcade Bellocq

Editor responsable de Corresponsales Clave y Representante Regional de América Latina y el Caribe | Argentina
Organización:International HIV/AIDS Alliance

Javier Hourcade Bellocq es el Editor Responsable de Corresponsales Clave y trabaja en VIH desde 1987. Fue uno de los fundadores y el primer Secretario Regional de la Red Latinoamericana de Personas Viviendo con VIH (RedLa+). Desde 2003, Javier trabajó para la International HIV/AIDS Alliance (Frontline AIDS), primero como Oficial de Programas Senior a cargo del programa de la Alianza en Ecuador, y desde 2005 como Representante Regional para América Latina y el Caribe. Javier es miembro de la Delegación de las Comunidades de la Junta del Fondo Mundial y fue Miembro de la Junta del Fondo Mundial entre 2006 y 2009. Está basado en Buenos Aires, Argentina.

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