El 2023 se caracterizó por energizar el análisis, debate y sobre todo acciones tendientes a llevar la cobertura de la Profilaxis Pre-exposición del VIH (PrEP) a niveles de implementación y una cobertura creciente que pueda reducir el número de nuevas infecciones.
La PrEP ha tenido un claro protagonismo, desde los webinarios organizados por el Equipo de Corresponsales y la Plataforma VIH 2025, las capacitaciones en salud sexual y prevención combinada, las reuniones virtuales de OPS y ONUSIDA, además del evento regional en Río de la Sociedad Internacional sobre sida y los talleres del Fondo Mundial. A excepción de uno, todos los países elegibles para el Fondo Mundial han expresado una demanda de PrEP o acciones conexas, por lo que se espera que en los próximo tres años se incremente significativamente la cobertura en más países. Tanto el Fondo Mundial como PEPFAR son los principales financiadores de la PrEP, dentro y fuera de nuestra región.
México, Brasil y Argentina -que no son elegibles para el Fondo Mundial-, en los últimos años han avanzado en ofrecer una mejor cobertura de la PrEP. Es importante mencionar que Brasil lleva años liderando la oferta de la PrEP.
La pregunta que surge es: ¿Existe el compromiso en los países que hoy se benefician del Fondo Mundial para asumir la inversión de la PrEP en sus presupuestos nacionales de VIH y de salud? Como el tratamiento antirretroviral (y otras intervenciones), la provisión de la PrEP para todas aquellas personas elegibles y que lo soliciten puede ser interrumpida si no existe una responsabilidad clara y concreta de nuestros gobiernos; todas las ganancias se perderán.
¿Estamos a los niveles de oferta y demanda de la PrEP que necesitamos?
La respuesta es negativa; aún nuestros países no están en los niveles de cobertura que se necesitan para impactar en la reducción de las nuevas infecciones. Pero a juzgar por las expresiones de demanda al Fondo Mundial y a PEPFAR, como un proxy, podemos acordar que hoy estamos en un mejor lugar que hace unos años, y esto se verá reflejado en las inversión, las intervenciones y la epidemiología del VIH.
El Panel Técnico Revisor y los equipos de país de la Secretaría del Fondo Mundial ya no dejan pasar propuestas que omiten la implementación de la PrEP. Ahora, el país implementador y su Mecanismo Coordinador de País deben justificar con claridad porque no solicitan recursos para la PrEP o presentan estimaciones muy bajas o poco realistas. Se suma a esto el apoyo técnico de la OPS y ONUSIDA, así como la agenda para la región de la Sociedad Internacional sobre sida (IAS).
Sobre la oferta y la demanda
Es responsabilidad de los Estados, usando la inversión doméstica y de los donantes internacionales, asegurar una oferta de servicios integrados de salud sexual y prevención combinada que incluyan la PrEP y otras intervenciones. No podemos perder la oportunidad de realizar pruebas de ITS y tratarlas, vacunar y asegurar un diagnóstico oportuno de complicaciones oncológicas para las y los usuarios. Estamos claros que la PrEP no es sólo dar pastillas. Y en el otro extremo del espectro, se encuentra la generación de la demanda, muchas organizaciones LGTBIQ+ han lanzado campañas nacionales para visibilizar y educar a las comunidades sobre la PrEP, como también, dónde y cómo acceder a ella.
La OPS desarrolló una herramienta para estimar la demanda de la PrEP, la dificultad no está en la herramienta, sino en la información que los programas necesitan para alimentarla y tener buenas estimaciones. Otro desafío que necesitamos superar, la carencia de datos de la epidemia actualizados y de calidad, que incluyan información comportamental, tallas poblacionales, etc.
Mientras tanto, a la pregunta ¿cuánta PrEP se necesita? Hoy la respuesta sería: toda la que se pueda y deba ofertar. La oferta de PrEP llegará a su punto de equilibrio en el futuro. Mientras tanto todos los esfuerzos tendientes a ampliar la cobertura son muy necesarios.
¿Es posible poner fin al sida?
En la teoría, la respuesta es que potencialmente sí se puede. Si todas las personas con VIH tienen un diagnóstico temprano y el tratamiento inmediato que los lleve a indetectabilidad de su carga viral, se terminaría con la posible transmisión del VIH. Si todas las personas que son elegibles para la PrEP o se consideran elegibles reciben en forma ininterrumpida la Profilaxis, estas personas sin VIH permanecerán VIH negativos.
Además de lo arriba detallado, debemos asegurar el acceso a la Educación Sexual Integral, la distribución de preservativos y lubricantes, el trabajo para la reducción del estigma y la discriminación, entre otros. Todo lo de arriba supone que, por causa y efecto, se podría reducir significativamente la circulación del virus y por ende caer el número de nuevas infecciones.
No debemos olvidar que para lograr esto debemos seguir invirtiendo en una respuesta liderada por la comunidad, que venga acompañada por una inversión en las ONG, OBC, y redes. Más que nunca, la participación de las organizaciones y líderes de las Personas con VIH, como las de las poblaciones clave y vulnerable, necesitan seguir participando activamente en los esfuerzos de la prevención.
Mas acciones que retórica combativa
En relación con consultas sobre el rol que el Fondo Mundial jugaría en la inclusión de la PrEP, ¿Qué sabemos?[1]
El Fondo Mundial está comprometido y colabora estrechamente con los MCP y otras partes interesadas de los países elegibles para apoyar la inclusión de la PrEP como intervención prioritaria, de las siguientes maneras:
- Ampliar la cobertura de la PrEP es una prioridad estratégica para la región de América Latina y el Caribe, en el marco de la Estrategia 2023-2028 del Fondo Mundial.
- Apoyar a los países en el desarrollo de la capacidad organizativa, la sostenibilidad y las estrategias específicas de generación de demanda.
- La política de sostenibilidad, cofinanciamiento y transición del Fondo Mundial también aboga por compromisos explícitos sobre el aumento del financiamiento nacional para la expansión de la PrEP.
- Las cartas de asignación a los países mencionan la necesidad de aumentar la proporción de la PrEP en los casos en que esta intervención se encuentra todavía en una fase incipiente.
Los informes de las subvenciones del Fondo Mundial nos dicen que:
- En 2022, solo cinco de los países elegibles para el Fondo Mundial no habían informado de personas que tomaran la PrEP. Sin embargo, todos ellos, a finales de 2023, tenían un plan para introducir o ampliar la PrEP o ya habían empezado a proporcionarla en sus programas nacionales para poblaciones clave, con el apoyo de la subvención de país del Fondo Mundial.
- El Fondo Mundial apoya actualmente programas de PrEP en 15 países de la región.
- En los últimos cuatro años, el presupuesto asignado a las intervenciones de PrEP ha aumentado de forma constante cada año, pasando de menos de US$ 200.000 en 2021 a US$ 2,8 millones en 2024.
- Para 2026, el Fondo Mundial prevé un aumento significativo de la financiación para ampliar el acceso a la PrEP de las poblaciones destinatarias.
- Los informes muestran un aumento significativo en el número absoluto de poblaciones clave y vulnerables que han recibido la PrEP desde 2021, aunque los logros en términos de cobertura siguen siendo bajos; esto también se refleja en los datos comunicados por ONUSIDA para el mismo periodo, especialmente en los países en los que el Fondo Mundial invirtió en 2022 en comparación con 2021.
Hoy hemos superado los debates sobre PrEP sí o PrEP no, y las acciones anti-PrEP pasaron a ser parte de la historia. Es el momento del mayor consenso sobre la urgencia de asegurar el acceso a todas las intervenciones de prevención combinada. Las vacilaciones y titubeos de algunos profesionales de la salud y tomadores de decisión están desapareciendo, en parte por la saturación de acciones pro-PrEP en la región y en cada país. Hoy existen esfuerzos coordinados entre las organizaciones de Poblaciones Clave, Vulnerables y el movimiento de Personas con VIH para que la PrEP sea una realidad, sin descuidar la inversión necesaria en otras acciones de la respuesta al VIH. Debemos aprovechar esta oportunidad única, del viento de cola, para apalancar todos nuestros esfuerzos que se traduzcan en más presupuesto y servicios.
[1] Información provista por Giulia Perrone, responsable del equipo LAC del Fondo Mundial
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