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El foco sobre el reaprovisionamiento del Fondo Mundial

Hace unos días, la prestigiosa revista médica The Lancet publicó un editorial sobre el proceso de reaprovisionamiento del Fondo Mundial. En él, se destacan los logros alcanzados por el mecanismo internacional, sin dejar de lado la crítica en torno a la especificidad del financiamiento centrado en enfermedad.

Como se sabe, en la próxima semana, del 19 al 22 de setiembre, el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria se reunirá con los donantes internacionales, en Nueva York, para reaprovisionarse de fondos para caminar hacia su misión de lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: Poner fin al sida, la tuberculosis y la malaria y construir sistemas de salud resilientes y sostenibles.

Sin embargo, como lo presenta el editorial, el contexto global de este reaprovisionamiento es distinto a los anteriores, tanto por el impacto de la pandemia de covid, que hizo más frágiles los sistemas de salud y descarriló la respuesta al sida, la tuberculosis y malaria de su rumbo, como por la crisis económica mundial que ha disparado el gasto interno y ha hecho que los donantes aprieten sus billeteras. En este ambiente, el Fondo Mundial, promete, a través de su Marco estratégico 2023-2028, fortalecer sus capacidades frente a las crisis.

La revista reconoce los avances en las tres enfermedades y atribuye al Fondo Mundial el haber salvado al menos 44 millones de vida, a la vez que plantea la pregunta: ¿Podrá la organización alcanzar sus objetivos mientras fortalece su preparación para responder a las pandemias? Una pregunta válida frente a los resultados que muestra la Red de Evaluación del Desempeño de Organizaciones Multilaterales (MOPAN) que evidencia el limitado impacto en la construcción y fortalecimiento de sistemas de salud resilientes y sostenibles.

“Este bajo desempeño es problemático para los esfuerzos en prepararse y responder a las pandemias, lo cual, para el Fondo Mundial, se trata de incrementar el fortalecimiento de los sistemas de salud, pero también continuar con el enfoque específico por enfermedad a nivel de país. Pero ¿podrían los establecimientos construidos para la atención al VIH adaptarse a una demanda por ébola? Eso se espera que suceda en la preparación para las pandemias. En cambio, la estrategia del Fondo Mundial para los próximos 5 años sigue muy inclinada hacia su mandato original del ODS3, en lugar de adoptar por completo un objetivo de respuesta a la crisis. Este enfoque bien podría ser el resultado de la presión de los donantes; de hecho, es más probable que sus gobiernos obtengan la participación de los contribuyentes para obtener resultados tangibles”.

El Fondo Mundial está pidiendo a los donantes al menos 18 mil millones de dólares para salvar la vida de 20 millones de personas más, reducir los índices de muertes en un 64% y prevenir 450 millones de infecciones. Seis mil millones se usarán para fortalecer los sistemas de salud y prepararlos para enfrentar las pandemias.

Algunos países como Estados Unidos, Luxemburgo y Japón ya han comprometido recursos a la iniciativa, aumentando su donación en al menos 30%, que es lo que se requiere para alcanzar la meta, sin embargo, aún se espera los compromisos de Canadá y Reino Unido, importantes donantes históricos de la iniciativa que en los próximos días estarán con la atención puesta en los funerales de la Reina Isabel II. Francia, Alemania y otros donantes europeos importantes también están pendientes de confirmar su donación.

Pero la recaudación de fondos no es la única preocupación del organismo. “A pesar de su modelo de asociación inclusivo a nivel operativo, en el que los gobiernos, la sociedad civil, los socios técnicos y de desarrollo, el sector privado y las comunidades afectadas tienen voz, se expresaron preocupaciones sobre la falta de una estructura de gobernanza democrática a nivel ejecutivo. De hecho, entre los 20 miembros con derecho a voto de la Junta, solo dos representan a toda África, la región donde se realizan las mayores inversiones en proporción a la carga de la enfermedad. La mayoría de los lugares están ocupados por los países donantes.  En esta era de descolonización de la salud global, la Junta debe reconsiderar este nuevo colonialismo reflejado en el desbalance en la representación. La democratización de las estructuras de gobierno, dando a los países receptores una voz equitativa en la toma de decisiones, no es solo una solicitud básica, sino una prioridad necesaria en la preparación para una pandemia”, dice la publicación.

Con la alerta sanitaria de la viruela símica y la reciente preocupación por la aparición de polio en las Américas, la preparación para las pandemias resulta una necesidad urgente y requiere de cooperación entre los distintos actores. Como señala The Lancet, “una base sólida para la preparación y respuesta ante una pandemia exige una fuerte colaboración entre todas las entidades sanitarias mundiales. Pero el panorama mundial de la salud se está volviendo cada vez más complejo. Este mes, el Banco Mundial lanzó el Fondo de Intermediación Financiera (FIF) para la prevención, preparación y respuesta ante pandemias. En colaboración con la OMS y operando dentro del Reglamento Sanitario Internacional, el FIF financiará la capacidad mundial para prepararse y responder a las pandemias y otras amenazas a la seguridad sanitaria mundial. Para algunos, el FIF llena un vacío evidente; para otros, siembra confusión. Queda por ver si el Fondo Mundial será un implementador del FIF. Lo cierto es que la competencia descoordinada por menos recursos de los donantes entre un número creciente de organizaciones hace correr el riesgo de diluir y retrasar su trabajo. Es posible que no exista un modelo perfecto de arquitectura de salud global, pero todas las partes relevantes deben reconocer la complejidad y discutir la coordinación”.

Estamos frente a un desafío para prevenir catástrofes sanitarias en el futuro y es necesario que una instancia con legitimidad tome el liderazgo y otorgue prioridad a la salud global en un mundo post-covid. The Lancet pone este rol en manos del Secretario General de las Naciones Unidas.

Acerca del autor

Lídice López Tocón

VIH y Derechos Humanos | Perú
Organización: Corresponsales Clave

Licenciada en Psicología Social y con una fuerte vocación de comunicar la situación de la respuesta al VIH y en derechos humanos de las personas más marginalizadas en América Latina y el Caribe.

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