La Iniciativa de Fortalecimiento por la Respuesta Nacional ante el VIH había realizado en el año 2009 el I Congreso Nacional sobre VIH, con el objetivo principal de crear un espacio para compartir información científica, experiencias exitosas y lecciones aprendidas para aportar al análisis de la situación del VIH/SIDA en Nicaragua. Han pasado 9 meses desde dicho acontecimiento y, por tal motivo, se invitó a la sociedad civil e instituciones del Estado a la exposición de la sistematización de los resultados de este congreso.
Uno de los grandes logros es que se evidenció el compromiso, unidad y esfuerzo de las diferentes organizaciones en Nicaragua. Además, se abordaron temas novedosos como el Encuentro de masculinidades y VIH, en el cual miembros de la policía, transportistas, taxistas y personal del ejército estuvieron presentes, fueron informados sobre la epidemia y debatieron su rol frente a la sociedad. De igual manera fue un excelente espacio para el análisis de la situación de la diversidad sexual en Nicaragua, con sus retos y limitantes. Es que, a pesar de ser una sociedad en la que la discriminación está penada, la homofobia está latente.
Más de mil personas de toda Nicaragua (incluyendo la costa Caribe, que generalmente queda excluida en sesiones de tanta importancia) participaron de este encuentro, en el que se destacó una fuerte presencia juvenil, tanto de estudiantes universitarios como de jóvenes organizados y no organizados.
Los grandes ausentes
Fue una pena que, ante un desafío que no es sólo de salud sino de desarrollo humano, los grandes ausentes fueron los directivos del Instituto de Seguridad Social, el Ministerio del Trabajo, los sindicatos nacionales y las empresas privadas. Ante esta debilidad, para el siguiente congreso se iniciará una ardua labor de incidencia para sensibilizar al sector estatal y privado sobre su responsabilidad social ante la pandemia.
Las lecciones aprendidas
Las evaluaciones deben ser comprendidas como procesos que contribuyen a valorar el trabajo realizado, así como evidencias que sirvan para mejorar en futuras acciones y no como una guillotina que desautoriza el esfuerzo. La principal lección es el tiempo de planificación y ejecución, por lo cual el Congreso del 2011 se conceptualizará desde septiembre del presente año. Otro aspecto es lograr que las organizaciones involucradas presenten a tiempo sus ponencias, talleres y encuentros, para lograr un compromiso homogéneo entre todos los involucrados.
Los retos
El 2011 representará, al mismo tiempo, un reto y una oportunidad, ya que en Nicaragua será un año electoral y la experiencia ha demostrado que durante ese periodo los medios de comunicación y toda la sociedad giran entorno a dicho proceso. Es un oportunidad de posicionar la problemática y exigir compromiso por parte de los candidatos para lograr que presenten sus propuestas sobre la respuesta integral ante el VIH en el congreso. Por último, será necesario el compromiso de todas y todos, ya que, como expuso el Dr. Adrián Zelaya, presidente de la iniciativa, “es importante eliminar el déficit de ciudadanía, es decir, que la sociedad reconozca y demande sus derechos, que haya incidencia para que el Estado asuma su papel de garante de la salud y estabilidad nacional”.
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