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Perú: persiste discriminación a personas con VIH en hospitales y espacios laborales

Denuncias por discriminación se triplicaron en un año. Experto en temas de discriminación, Wilfredo Ardito Vega, nos responde sobre esta situación que afecta seriamente a la salud de las personas con VIH en el Perú.

El Ministerio de Salud (MINSA) del Perú acaba de aprobar (18 de junio) la Norma Técnica de salud sobre “Prevención Combinada del VIH para poblaciones en alto riesgo”, es decir para personas con VIH, hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), mujeres trans y trabajadores sexuales.

En lo que va del año, Givar ha recibido 12 denuncias por discriminación. Una de ellas por la solicitud de compra de lejía y bolsas de basura para la cesárea de una mujer con VIH.

Esta nueva política estatal comprende un componente socio cultural en donde el MINSA señala que realizará todos los esfuerzos para la reducción del estigma y discriminación en los establecimientos de salud. Un problema más serio de lo que se cree y, que en los últimos años ha ido en incremento, de acuerdo con las estadísticas del Grupo Impulsor de Vigilancia del Abastecimiento de Antirretrovirales (GIVAR), que en el 2022 registró 4 casos y en lo que va del año 2023 ya contabiliza 12 denuncias.

Los actos de discriminación y maltrato van desde solicitar bolsas negras para basura y lejía para realizar cesáreas en una clara ignorancia a las formas de transmisión del VIH hasta negar atenciones en salud por la condición de VIH. En el ámbito laboral, el despido arbitrario es el mayor problema ante la falta de supervisión y sanción del ente fiscalizador del Ministerio de Trabajo.

Wilfredo Ardito Vega, abogado, profesor universitario de la Pontificia Universidad Católica del Perú y experto en temas de discriminación, desmigaja lo que hay detrás de los casos de discriminación hacia las personas con VIH.

“La sociedad peruana tiene muchos prejuicios y estereotipos hacia diversos grupos de personas. Tenemos una sociedad de racistas, homofóbicos y, ahora, xenofóbicos. Pero también existe la noción que hay personas inferiores y que se les puede maltratar, es un problema de baja autoestima, porque lo hago para sentirme mejor y en gran parte existe mucha ignorancia”, refiere Ardito.

La autoestima de la persona influye mucho en este campo. “Si yo estoy contento con mi color de piel, con mi apellido, por el lugar donde nací, con mis rasgos, con mi familia, con mi entorno, entonces no tendría por qué discriminar a otros para sentirme mejor”, añade.

La identificación pública en las camas o habitaciones de las personas con VIH es una denuncia frecuente.

Para explicar el incremento de casos de discriminación, desde GIVAR ensayan la teoría que podría existir un efecto post-pandemia Covid-19, por el que el personal de salud tiene miedo del VIH, pese a conocer del tema, o también habría la posibilidad que ahora más usuarios se animen a denunciar problemas en el sector salud que antes callaban.

“Yo creo que la pandemia y la cuarentena han disparado los problemas de ansiedad no sólo con relación al Covid-19. Comenzó un temor a los alimentos que podían consumir y al cuidado para no contraer otras enfermedades. Ante tanta ansiedad, el personal de salud pudo ver a las personas con VIH como una amenaza mayor, aunque no fuera real. Es una especie de paranoia y traumas”, explica el también activista contra la discriminación.

En ese sentido recuerda que los casos presentados últimamente son tal cual sucedieron hace unos 40 años donde había el miedo de atender a una persona con VIH por el riesgo de transmisión.

Para Wilfredo Ardito, el Estado debería iniciar una campaña de sensibilización para evitar el estigma y discriminación hacia las personas con VIH. En tanto, la sociedad civil debe estar atenta en identificar el problema. “La discriminación se puede acabar, cuando los discriminados denuncien”, aclara.

La discriminación en los establecimientos de salud pone en riesgo la vida

Desde el año 2000, en el Perú los actos de discriminación configuran delito, de conformidad con el artículo 323 del Código Penal, y las sanciones son más drásticas si la persona que comete el acto es un funcionario público.  La pena será prestación de servicios a la comunidad de sesenta a ciento veinte jornadas e inhabilitación por tres años.

Pese a la medida, los establecimientos de salud son los espacios donde más discriminación se registra contra las personas con VIH y ello genera abandonos al tratamiento, problemas de salud mental, violencia y aislamiento del usuario con el proveedor de salud.

“Si te discriminan en un cine, tienes la opción de ir a otro, pero si lo hacen en un hospital, se pone en juego tu vida, ya que vas a dejar de ir por temor al maltrato, la humillación y ese tipo de acciones”, indica el docente universitario.

La discriminación en los centros de salud, muchas veces son cometidos desde el personal de seguridad, por lo que se requieren lineamientos claros para disminuir prácticas discriminatorias que en algunos casos han sido normalizados.

Doble o triple discriminación

En el caso de las personas con VIH, la discriminación no sólo se experimenta por el diagnóstico, sino muchas veces se tiene un componente por orientación sexual e identidad de género, racial, género o incluso por condición económica.

En este tipo de casos se puede dar doble o triple discriminación, lo que incrementa la probabilidad de recibir un trato desigual que afecta la dignidad de la persona.

Las denuncias por falta de confidencialidad del diagnóstico tanto en el ámbito social, laboral o el propio establecimiento de salud, presenta en cierto grado una discriminación encubierta, ya que propicia que otros cuestionen a la persona.

Wilfredo Ardito, concluye la entrevista concedida a Corresponsales Clave, animando a las personas con VIH discriminadas a generar denuncias y utilizar no sólo los mecanismos conocidos como el libro de reclamaciones, Susalud o la Defensoría del Pueblo, sino acudir a los municipios.

“Yo invocaría a las personas que acudan al municipio e ir al área de fiscalización municipal y no denuncien al médico, sino al establecimiento de salud, amparados en las ordenanzas municipales contra la discriminación”.

Los actos de discriminación hacia personas con VIH también pueden ser denunciadas en GIVAR en el portal www.givarperu.org

Acerca del autor

Marlon Castillo Castro

Periodista | Perú

Me apasiona informar y más aún cuando dicha información educa e intenta hacer cambios sociales a favor de los derechos humanos.

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