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Venezuela: fortalecimiento de la participación comunitaria “la oportunidad de pensar”

En el marco de la asistencia técnica brindada por la International Council of AIDS Service Organizations (ICASO) y acompañada por la Plataforma LAC, que tuvo como objetivo mejorar la participación de las comunidades en el Ciclo de Financiamiento siete (CF7) del Fondo Mundial contra el VIH, la Tuberculosis (TB) y la malaria (Fondo Mundial), se realizaron diferentes actividades para facilitar el diálogo entre los diversos actores sociales en Venezuela, permitiendo identificar necesidades prioritarias y alternativas de solución a ser incluidas en las solicitudes de financiamiento del país.

En estos diálogos sociales desarrollados participaron más de 52 organizaciones que centran sus acciones en los derechos humanos de las personas del colectivo LGBTQI+, personas afectadas por el VIH, malaria y TB, asociaciones que trabajan temas de derechos y salud, poblaciones indigenas, entre otros.

Activista Alberto Nieves

Alberto Nieves, director de Acción Ciudadana Contra el sida (ACCSI), mencionó la importancia de las acciones de diálogo desarrolladas dentro del contexto país “teníamos años que eso no ocurría en Venezuela y eso fue un momento bien importante para poder conocer e intercambiar temas tan esenciales… la misma dinámica del país no nos había permitido poder sentarnos, escucharnos y trabajar juntos. Incluso analizar las situaciones que estamos pasando. En este contexto de emergencia humanitaria compleja, donde todo es tan dinámico y rápido, no da chance de sentarnos. Y creo que ha sido una de las mejores oportunidades que hemos tenido, la oportunidad de pensar, en momentos de emergencia nadie piensa”.

Esta experiencia de trabajo conjunto es inédita, debido a que es la primera vez que Venezuela es elegible para una subvención del Fondo Mundial, debido a que se considera que es un país de ingresos altos. Sin embargo, gracias al esfuerzo concertado y sólido de los activistas venezolanos y globales en demostrar el alcance de la crisis generalizada que se vive en Venezuela, esta multilateral viene sensibilizándose; en 2018 comenzó a brindar diversos apoyos económicos y técnicos y ahora le fueron otorgadas al país dos subvenciones, una para VIH y TB y otra para malaria, que se desarrollaran en el lapso 2024 – 2026[1].

En función de lo expuesto en el informe de consultoría realizado por la Plataforma LAC como resultado de los diálogos propuestos se dejó ver como eje central la necesidad de fortalecimiento institucional. En Venezuela no existen datos desagregados y actualizados sobre indicadores sociales y de salud, por lo que tomar decisiones y hacer incidencia resulta cuesta arriba. De ahí que se visibilice la necesidad de fortalecer los sistemas de información para las tres enfermedades y su coinfección, además del desarrollo en investigación.

Otro aspecto asociado es el fortalecimiento de las acciones de prevención de las tres enfermedades, que también fungen como una debilidad institucional en el país. En el caso de Tuberculosis (TB) y VIH se priorizaron dieciocho estrategias que incluyen el acceso a pruebas y el desarrollo de acción en prevención combinada (paquetes de prevención, diagnóstico desde la comunidad y piloto de PrEP/PeP); un abordaje amplio e institucional al tema del estigma y la discriminación; la intensificación del Monitoreo Liderado por la Comunidad (MLC) que tome en cuenta aspectos como abogacía y el fortalecimiento del trabajo en red. Así mismo, se espera una respuesta integrada en contextos carcelarios, comunidades indígenas, niños y niñas y otras poblaciones clave (PC).

Al respecto de la Malaria se priorizaron nueve estrategias las cuales incluyeron acciones de prevención culturalmente apropiadas, MLC, abordaje de coinfección TB / malaria, diagnóstico, seguimiento al tratamiento, acciones de abogacía con autoridades locales y nacionales, trabajo en derechos humanos, fortalecimiento del trabajo en red. Entre las poblaciones priorizadas destacan los pueblos originarios, las comunidades rurales, mineros y población con coinfección TB / malaria.

En lo referente a las organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y las poblaciones clave, se evidenció la necesidad de fomentar estrategias para reducir los riesgos de seguridad y protección de personas y organizaciones que trabajan en VIH, TB y Malaria. Así como visibilizar en la inversión temas como resiliencia, sostenibilidad y el fortalecimiento de la atención psicosocial para PVVs y PC en VIH (adherencia a TAR, grupos de apoyo y otros temas relacionados con la salud mental).

El trabajo incansable de los activistas ha sido una pieza clave para la obtención de recursos que salvan vidas, así como la detección de las problemáticas y guías de acción resaltadas líneas atrás. Sin embargo, no todo es color de rosas. Tanto en el informe de asistencia técnica como en conversaciones con Nieves, se pudo constatar que la crisis institucional venezolana ha alcanzado a quienes hacen vida dentro de la sociedad civil. La ausencia de redes conformadas por poblaciones clave constituye una amenaza para las agendas de estas poblaciones. “No existen redes de poblaciones claves, trans, hombres que tienen sexo con hombres y trabajadoras sexuales. Esta debilidad organizacional influyo en la identificación de prioridades y necesidades del dialogo social. Se hicieron esfuerzos importantes para promover la mayor participación de representantes de estas poblaciones, pero lamentablemente no participaron como se esperaba”, mencionó el activista, quien deja esta marca guía para continuar en la construcción de alternativas para mejorar la respuesta al VIH, la TB y la malaria en el país.

Posibles razones para esto pueden tener que ver con las dificultades de conectividad y electricidad a nivel nacional, la migración generalizada y casos de persecución a dirigentes de la sociedad civil organizada en el país.

Definitivamente el panorama de la respuesta al VIH, la TB y la malaria en Venezuela sigue siendo complejo, se requiere de mucho apoyo y fortaleza para vencer las barreras institucionales. Sin embargo, sigue valiendo la pena apostar por el dialogo y la posibilidad de pensar en que si se puede construir y hacer alianzas.

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[1] Al momento de la publicación de este artículo el Estado venezolano aún no había firmado el contrato de entendimiento con el receptor principal, en este caso con el PNUD. “Esto nos tiene sumamente preocupados porque puede amenazar todo el trabajo que se ha venido haciendo durante tantos años para lograr tener la subvención y obviamente como consecuencia puede tener repercusión en el acceso a las medicinas para las personas afectadas para las tres enfermedades y las acciones de prevención combinada” afirmó Nieves.

Nota: la asistencia técnica también se desarrollo en otros países como Cuba, Guatemala, Haití,  Honduras y Paraguay.

 

País: Venezuela

Acerca del autor

Constanza Armas

Psicóloga | Argentina
Organización:

Soy venezolana, migrante, feminista. Creo que la participación en los temas públicos de la sociedad civil organizada son la clave para una democracia verdadera. Creo en la libertad, por eso soy activista por los derechos humanos. Creo que todxs merecemos ser nombradxs, por eso intento tener mirada de género. Soy una indignada por los crímenes de lesa humanidad que ocurren desde hace años en Venezuela. Desde estos lugares escribo.

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