Al menos 300 venezolanos solicitantes de asilo, refugiados y migrantes han sido beneficiarios de atención directa en salud o de materiales informativos sobre tuberculosis (TB) en Paraguay, gracias a un proyecto de incidencia política (INCIDE TB) financiado por la ONG Socios en Salud de Perú, en asocio con la Stop TB Partnership y la Coalición de TB de las Américas, cuya ejecución ha estado a cargo de la organización Semillas para la Democracia y el programa nacional de control de la tuberculosis del gobierno paraguayo.
María José Durán, de Semillas para la Democracia, habló con Corresponsales Clave y manifestó que el principal impacto de la iniciativa ha sido “que el programa nacional se interese por esta población que, en Paraguay, está invisible en la estrategia nacional, pese a ser considerada una población clave para la OPS (Organización Panamericana de la Salud)«. Agregó que “permitió acercar este programa una población que no tenía acceso a los servicios de diagnóstico y, a partir de este acercamiento, se acordaron sostener las jornadas de atención más allá de la duración del proyecto. Es decir, hay un compromiso para la sostenibilidad”.
Los operativos tuvieron lugar durante octubre en las regiones de Alto Paraná y Capital, a donde se acercaron 80 personas en situación de movilidad humana para acceder a una atención integral de salud que incluyó las pruebas para el diagnóstico de TB, VIH, sífilis y diabetes. El equipo, integrado por profesionales de la salud, médico y enfermeras, también ofrecieron vacunas y el acompañamiento de los programas nacionales de Sida (PRONASIDA) y de inmunizaciones (PAI).
Durán acotó que estas jornadas tuvieron “el componente de entregar también información clave sobre los servicios disponibles en los centros de salud. Se les proporcionó información sobre el mapa de servicios en diversas áreas de salud”.
En esa línea, el otro eje del proyecto ha sido la distribución de materiales informativos y de sensibilización sobre TB en las oficinas de la comisión nacional de Refugiados y Apátridas, que se entregan al momento de realizar las entrevistas individuales para acceder a la condición de refugiado, y en las oficinas de migraciones en los pasos fronterizos. Esto se complementó con gráficas y vídeos para las redes sociales de Semillas para la Democracia con mensajes claves sobre la relación entre TB y movilidad humana.
De acuerdo con los datos del proyecto, se estima que el número de migrantes venezolanos, solicitantes de asilo y personas refugiadas en Paraguay, a junio de 2022, alcanzó a 7 mil 502 personas y que solo durante el primer semestre del mismo año, la población en el sistema de asilo creció en un 13.7 por ciento.
María José Durán dijo que el programa nacional de TB de Paraguay estima que el 3 por ciento de los casos en el país corresponde a personas migrantes, “pero resaltan que han tenido la posibilidad de llegar de esta forma a la población y eso dificulta al programa registrar migrantes”.
Para la organización Semillas para la Democracia, las personas refugiadas y migrantes tienen diferentes necesidades de salud, estrechamente vinculadas a las experiencias en su país de origen, su tránsito migratorio y el país de acogida. “Esas experiencias pueden aumentar la vulnerabilidad a enfermedades y, en ese contexto, esta campaña busca acercar la oferta de servicios de diagnóstico oportuno y tratamiento en TB así como brindar información clave”, enfatizó Durán.
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