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Indígenas y Tuberculosis: Falta información epidemiológica y complemento de sistemas médicos

La falta de información epidemiológica diferenciada por pueblos indígenas respecto al impacto de la tuberculosis (TB) y las dificultades para la atención complementaria de las personas afectadas por los terapeutas de los sistemas médicos indígenas, fueron algunos de los ejes de las presentaciones de un webinario organizado por la Coalición de TB de las Américas y el Observa TB para analizar propuestas para el abordaje diferenciado de la pandemia en estas comunidades que incluyó a representantes de Chile, México, Guatemala y Paraguay.

Héctor Sánchez habló sobre la situación de la TB en las comunidades indígenas de los Altos de Chiapas, en México; desde Chile, Malva Pedrero se refirió a la TB y pueblos indígenas: consideraciones para la definición e implementación de estrategias interculturales de salud junto a la médica aymara Julia Huanca; la médica Lourdes Gutiérrez de Fundación Damián e Isai Vela abordaron las barreras y soluciones en la atención de TB/VIH en los pueblos originarios y Laura Aquino, de Paraguay, detalló las experiencias en comunidades indígenas de “Lazos de Vida”.

 

Un centenar de personas se sumaron al webinario sobre TB y pueblos indígenas de la coalición de las Américas.

Alberto Colorado, coordinador de la coalición, explicó que la actividad formó parte de un ciclo de encuentro sobre poblaciones desatendidas. Dijo que la situación de las comunidades originarias seguirá en los planes de trabajo de las distintas mesas de su organización y de los observatorios financiados por el Fondo Mundial, con el fin de avanzar en políticas públicas y de protección social.

VOCES INDÍGENAS Y TUBERCULOSIS

La usuyiri (partera aymara) Julia Huanca, de Arica en Chile, enfatizó que los pueblos indígenas son más afectados por la TB “porque no tienen un médico a la mano”. Agregó que “son muy trabajadores y se dejan llevar por sus enfermedades porque piensan que es un resfrío, que se les va a pasar, pero sí también tienen la fe en sus medicinas ancestrales que son las hierbas”.

Recordó que, años atrás, con la organización aymara Suma Qamañathaki, “salíamos los sábados y hacíamos pesquisa (de TB), en su mayor parte eran indígenas. Si todos trabajáramos así en la pesquisa, la tuberculosis no habría. La tuberculosis está en el aire, como decía mi abuela. Aquí es muy importante la alimentación, tener una buena defensa, porque todos tenemos una enfermedad; yo tengo TB, pero cuando bajan las defensas, estas enfermedades se activan”.

Comentó que “ahora que llegó la pandemia (de covid-19), los pueblos indígenas son muy precavidos, cuando ven una cosa, toman sus medicinas, sus hierbas y combaten la TB”. Acotó que cuando las personas indígenas migran a las ciudades a trabajar o estudiar “la alimentación es mala, el cambio de cultura, y lo importante para la cultura aymara es la fe: en las hierbas, en los sahumerios, en las friegas, en los cerros (sagrados), ellos pueden salvarse”.

Un tema tratado fue la necesidad de abordar la TB desde los sistemas médicos indígenas. Ilustración: https://rainforestfoundation.org/

 

Por su parte, el ingeniero Isai Vela, del pueblo maya kiché en Guatemala, con 12 años de experiencia en proyectos comunitarios, detalló las barreras de acceso a diagnóstico y tratamiento de TB para las comunidades indígenas: la distancia de los centros de salud y la escasez de transporte público y los precios de consultas y de los medicamentos, ya que se cree que la salud privada es mejor que la pública.

En lo cultural, dijo que el idioma es fundamental. “Más del 43 por ciento pertenecemos a los pueblos indígenas y sabemos que abordar desde nuestra cosmovisión debe ser clave. No hay estrategias específicas para tratar esto. En la epidemiología también debemos tomar lo social. En Guatemala se carece de información que pueda sustentar las acciones basadas en evidencia para las poblaciones indígenas”, dijo. Comentó que “cuando una persona de nuestras comunidades llega a los servicios de salud se encuentra con que no es atendida en su idioma. Entonces, empieza una frustración para el acceso a la salud y prefieren salir”.

Acotó que sus comunidades tienen otra concepción de la medicina y de los tratamientos, “desde nuestra sabiduría y desde la transmisión del conocimiento de nuestros abuelos. No podemos intervenir a estos pueblos a través de un pensamiento occidental. Debemos atender que hay una ventana de oportunidad en la complementariedad de estos conocimientos”. Explicó que como las personas indígenas tienen otro concepto de las enfermedades y la comunicación con los equipos de salud no es intercultural, las personas acceden a tratamiento de la TB cuando la enfermedad está en fases muy avanzadas.

EXPERIENCIA DE ALVIDA

Laura Aquino, de la asociación Alientos de Vida (ALVIDA) de Paraguay, detalló el modo en que han apoyado a las comunidades Guaraní en la respuesta a la TB. Detalló que, desde 2015, colaboran con el programa nacional de TB en la búsqueda activa de personas con la enfermedad en los departamentos de San Pedro y Caaguazú, este último con gran concentración de población indígena (comunidades indígenas Arroyo Guazú y Pino’i).

La experiencia de ALVIDA en Paraguay para apoyar la respuesta a la TB en comunidades guaraní.

Enfatizó que trabajan con una metodología intercultural para respetar el concepto de salud y los sistemas médicos que tiene cada pueblo (lugares de sanación y médicos naturalistas). “Valoramos ese conocimiento, pero también les planteamos la existencia de otros saberes y la importancia de la complementariedad entre estos saberes para tratar afecciones como la TB”, dijo. Así, la organización primero contacta al líder de cada comunidad y se le solicita permiso para realizar, con los habitantes, una consulta libre e informada sobre la TB.

En ese proceso, ALVIDA solicita a la comunidad que algún joven con afinidad con temas de salud pueda desempeñarse como promotor voluntario. Luego de ser capacitado por la asociación por tres meses, el promotor realiza visitas domiciliarias y charlas educativas; para prevenir la enfermedad y contactar a personas con síntomas, “para convencerles que puedan otorgar la muestra porque para los indígenas no es algo bueno el hecho de tener que entregar el esputo, no quieren entregar con facilidad, (ahí) debe haber una relación de confianza con el promotor”, relató Aquino.

EPIDEMIOLOGÍA

Por su parte, la antropóloga Malva Pedrero, consultora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), comentó que la agenda de los pueblos indígenas no solo ha estado excluida por los estados sino también de los movimientos sociales. En el ámbito de contar con información epidemiológica diferenciada por pueblos indígenas en TB, para desarrollar planes y programas, fue muy crítica. “Me parece de una osadía inaudita tanto de los ministerio de salud, como de los organismos internacionales, entregar cifras generales. (…) No se condice que en la realidad demográfica y socioeconómica de nuestros países que los países que concentran gran cantidad de población indígena, la incidencia de la tuberculosis (de los indígenas) termine siendo más baja que en el resto de la población. Lo que nos habla eso, es de un problema en el registro de la información, de la renuencia de los estados en avanzar en el enfoque étnico en los registros de información”.

Opinó que los planificadores las temáticas de salud y de TB se centran en las comunidades rurales “desatendiendo que los pueblos indígenas no están al margen de las tendencias demográficas globales y progresivamente la población indígena reside mayoritariamente en zonas urbanas. Esto obliga a un abordaje distinto en zonas urbanas donde el control cultural, donde los procesos de neo colonización, hacen perder patrones culturales que actuaron como factores protectores, entre esos, el lenguaje”.

Héctor Sánchez del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Unidad San Cristóbal, hizo una revisión de la información epidemiológica sobre TB y pueblos indígenas en México, apuntando a aquellas zonas con alta concentración de población originaria, a las brechas en la provisión de servicios de salud y los índices de pobreza. Tomando como referencia la pandemia de covid-19, relevó estas problemáticas en las comunidades indígenas en México: el rezago histórico a los servicios de salud, la poca valoración de la medicina tradicional, la resistencia a la vacunación (que impacta a la vacuna contra la TB), la persistencia de conflictos armados vinculados al narcotráfico, el tráfico de personas, la autodefensa del territorio y la insuficiente información sobre tuberculosis en estas comunidades.

País: Latinoamérica

Acerca del autor

Francisco Olivares Antezana

Periodista. | Chile.
Organización: Corresponsales Clave

Periodista chileno. Reside en Arica, ciudad en la frontera con Perú y Bolivia. Estudió periodismo en Antofagasta en la Universidad Católica del Norte. Hace una década trabaja como encargado de comunicaciones del Servicio de Salud Arica. Sus áreas de interés son la interculturalidad en salud, la comunicación intercultural, los derechos humanos, los derechos indígenas y la respuesta al VIH y a la tuberculosis (acTBista).

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